Desde hace tiempo, la arquitectura emprende un camino
incierto sobre su formalidad y expresión en la ciudad. En la actualidad
cualquier tipo de edificio enfrenta, en la mayoría de los casos, a una crítica
fuerte en contra de los caprichos formales e inclusive sin mayor intención de
transcender en la historia como verdaderos hitos urbanos, que uno de sus
principios fundamentales es establecer una referencia y usos; en donde las
personas se apropien e identifiquen con aquellos lugares.
21 jóvenes arquitectos mexicanos, relevo generacional. Una exposición ilustrativa. Por Alejandro Ochoa Vega
El
trabajo del arquitecto Gustavo López Padilla desarrollado por más de
veinticinco años, como difusor y crítico de la arquitectura reciente en México,
se inicia con sus columnas en los periódicos Excélsior y El Financiero desde
finales de los años ochenta del siglo pasado, compiladas en buena medida en su
libro, Arquitectura Mexicana Contemporánea, crítica y reflexiones de 2008. Tres
años después publicaría otro de mayor aliento, Nueva Arquitectura Mexicana,
tendencias entre siglos, para cerrar con El relevo generacional, Arquitectura
mexicana contemporánea en 2014, todos editados por Designio. Este último texto,
surgido de la exposición, 21 jóvenes arquitectos mexicanos, relevo
generacional, montada originalmente en la Facultad de Arquitectura de la UNAM
en 2012, en diversos sitios de la república y que cierra su itinerario en el
Museo Nacional de Arquitectura donde todavía se puede visitar.
La Norma 26, una iniciativa con objetivos sociales y ambientales. Por Marisol Arellano Sabag
Antecedentes
Los antecedentes de la Norma 26 datan de 1996, año en que se publicó la Ley de desarrollo
urbano del DISTRITO FEDERAL, en aquella ocasión se planteaba como licencia VIN
(vivienda de interés social). La primera publicación de la Norma 26 aparece en el año 2000, con ella se pretendía incentivar
la construcción de vivienda de interés social y, a la vez, frenar el
crecimiento de la mancha urbana pues permitió a los desarrolladores construir
vivienda popular de hasta seis niveles con algunas excepciones como son:
cajones de estacionamiento. A finales de ese mismo año su aplicación es acotada
por el Bando 2 en el que se otorga la factibilidad de servicios de agua y
drenaje, para este tipo de desarrollos, sólo en cuatro delegaciones: Benito
Juárez, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, y Venustiano Carranza.
El camino hacia Hábitat III (la Conferencia Internacional sobre los Asentamientos Humanos) Por Georgina Sandoval y Fernando Minaya
Ese largo camino
La
primera Conferencia de Vancouver sobre los Asentamientos Humanos, conocida como
Hábitat I, celebrada en el año de 1976 fue, para México, el arranque formal de
un proceso y una experiencia en materia de planeación urbana y administración
de los asentamientos humanos. Tuvo como importantes instrumentos un marco
legislativo que vinculado a una Secretaría robusta –SAHOP, Secretaría de
Asentamientos Humanos y Obras Públicas- que tuvo a su cargo la definición de
las políticas nacionales en materia de ordenamiento territorial, el desarrollo
urbano y la vivienda y; la introducción de la infraestructura básica; situación
que requería también la formación de profesionales para atender este problema
nacional. Esto último es el origen de la carrera de Asentamientos Humanos de la
UAM-X.
La edificación multifamiliar en los barrios populares de la Ciudad de México. Por Jorge Andrade Narváez
En
años recientes se ha retomado a nivel de
autoridades de la ciudad de México una política de vivienda dirigida a la
construcción de edificios multifamiliares de altura. El planteamiento no es
nuevo y en diferentes momentos ha sido considerado.
Antes
de establecer normas rígidas de densificación es necesario definir con claridad
cuál es la intención de estas acciones,
a quien beneficiaran y que impactos ambientales, sociales y económicos
pueden tener; en lugar de partir de una generalización de la normatividad en un
contexto complejo y con marcadas variaciones y diferencias en la calidad y usos
del suelo, la población afectada y a servir, el impacto en la vialidad en los
servicios de agua, drenaje, etc.
¿La ciudad necesita una norma 26? Por Georgina Sandoval
Introducción
No se
necesita ningún diagnóstico sobre las necesidades de la población para tener
una vivienda; tampoco cifras de los funcionarios advirtiendo cuantas viviendas se
requieren en tanto, basta caminar unos pasos para advertir la cantidad de
nuevos conjuntos habitacionales que se han seguido construyendo por toda la
ciudad, aún sin norma. Una norma urbana
dedicada a la vivienda tendría sentido si buscara el equilibrio entre los
intereses de los distintos grupos gestores, desarrolladores y autoridades de
vivienda para favorecer a la población de bajos recursos –no dice, los más
pobres- que aún no tiene acceso a una vivienda. Situación que, por cierto,
es el origen de la Norma 26.
La enseñanza de la arquitectura en la UAM. Algunas diferencias desde el diseño. Por Fernando Minaya Hernández
La
Universidad Autónoma Metropolitana, desde su nacimiento en la década de 1970,
se ha distinguido por una oferta educativa con un enfoque innovador en cuanto a
la enseñanza, aprendizaje e investigación por parte de los alumnos y académicos
hacia los problemas de la metrópoli. En este sentido, la creación de la
División de Ciencias y Artes para el Diseño fue algo que trastocó la forma en
concebir a las disciplinas que la integran, tal es el caso de la arquitectura,
diseño gráfico, diseño industrial así como de los asentamientos humanos, como
parte de un universo más amplio y complejo como lo es el diseño. Así pues la
Licenciatura en Arquitectura nace en la Unidad Azcapotzalco y posteriormente en
Xochimilco como parte de la oferta educativa de la Universidad, en aras de
ofrecer un panorama social sobre los grandes problemas de la ciudad como el
rezago y la cobertura de los arquitectos, ante el voraz crecimiento de la
ciudad de aquellos años con una vinculación y promoción de la cultura en
sintonía con las formas de pensamiento de la sociedad.
¿Qué esperamos de la nueva gestión de CyAD? Por Iñaqui de Olaizola
Me
parece que es una percepción compartida por muchos profesores de CyAD que el
ambiente académico se ha venido deteriorando continuamente desde hace ya varios
años en nuestra división. En los últimos tiempos ha imperado una racionalidad
que poco tiene que ver con lo académico; se han privilegiado la
incondicionalidad y el amiguismo, los grupos en el poder académico administrativo
han preferido nombrar personas más preparadas en seguir la línea dictada por
las autoridades que contar con personas competentes y críticas.
¿Diagnóstico y evaluación? Por José Ángel Campos Salgado
En
1974 se crea nuestra Unidad Xochimilco de la UAM y un año después la División
de Ciencias y Artes para el Diseño, con sus cuatro licenciaturas: arquitectura,
diseño gráfico, diseño industrial y la llamada entonces, Diseño de los
Asentamientos Humanos. El Plan de Estudios de la Carrera de Arquitectura se
aprueba el 28 de Julio de 1978, y eso quiere decir que ya han pasado 36 años
desde aquel momento culminante de quienes imaginaron cómo encontrar una nueva
visión y una novedosa forma de enseñar esta disciplina, superando los más
avanzados proyectos llevados a cabo en otras instituciones del país y en la
propia UAM de aquellos, ahora lejanos tiempos.
“¿La otra Universidad?” Por Raúl F. Hernández Valdés
La
División de Ciencias y Artes para el Diseño (CyAD), de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Xochimilco (UAMX) es parte de un sistema de educación
superior inserto en la formación social dinámica y problemática que es México.
Esta División, condicionada por los cambios de su tiempo fundacional hace
cuarenta años, se orientó por los principios y la estructura del Sistema
Modular, nueva orientación formativa en diseño que fue merecedora de valiosos
reconocimientos en aquella época.
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