Mostrando entradas con la etiqueta Daniel Juárez Gregor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Daniel Juárez Gregor. Mostrar todas las entradas

De discos y diseño gráfico. Por Daniel Juárez Gregor




La relación entre música y diseño gráfico en la época contemporánea es un fenómeno muy interesante, podemos incluso remontarnos a la época del inventor de las portadas de discos: Alex Steinweiss, en 1938, antes de él los discos eran empacados en sobres café o gris conocidos como tombstones. La finalidad del diseño en las portadas de discos no ha cambiado desde entonces, aunque muchos quisieran decir que es para hacer funcional el tener ese objeto: “Steinweiss’s idea to create a package that had something visual on the outside to lure the consumer was a huge success”. Se debe tomar en cuenta que los viniles en comparación con los discos compactos, en su formato más grande llegaban a las 12 pulgadas (30.5 cm) lo que permitía una mayor superficie de trabajo para el diseñador o artista. Con el tiempo y aparición del CD en 1981, se podría pensar que lo conocido como “arte del disco” vendría en decrecimiento, sin embargo gracias al desarrollo paralelo de las tecnologías para el diseño gráfico se han podido explorar nuevas formas de presentación; desde discos en cajitas de cartón hasta ediciones especiales como el cd del Nevermind de Nirvana que venía dentro de una bolsa con agua  y un bebé en miniatura de plástico flotando. Ahora muchas de las ediciones especiales más allá del uso de internet para su compra en línea recurren al formato de 12 pulgadas. Con esas ediciones especiales el disco se convierte en un artículo de lujo (de colección) cuyo deseo de adquisición, hace que los fans consuman, agoten y contribuyan al fluir del capital.

Por otro lado tenemos colaboraciones muy interesantes entre el diseño gráfico y la música popular contemporánea. Una de ellas se dio con la portada del God Save the Queen de Sex Pistols, diseñada por Jamie Reid contribuyendo al diseño gráfico posmoderno.

El diseño gráfico posmoderno, cuya biblia, por así decirlo es el libro No More Rules: Graphic Design and Postmodernism de Rick Poynor, marca una pauta en el diseño después de las vanguardias; retomando, copiando, mezclando, utilizando e incluso siendo coparticipe de la creación y no sólo en la parte que regularmente se hace al final (ejemplo Rem Koolhas y Bruce Mau con el libro S M L XL), es decir, el diseño.

Volviendo a las portadas otra colaboración importante es la hecha por Bowie y Vasarely para la portada de la edición de 1969 del Space Oddity. Vasarely como padre del Op – Art da un toque especial a la portada con esos círculos azules alrededor y a través del rostro de Bowie. No se puede dejar de lado la portada de The Velvet Underground & Nico de 1967 hecha por Andy Warhol, cuyo nombre aparece en la misma portada, denotando la influencia y el ego que tenía este ícono del Pop – Art en la concepción de este disco. Tal vez menos conocidos por unos y muy admirados por otros Kraftwerk y la portada diseñada por Karl Klefisch para el disco  Die Mensch – Maschine de 1978 inspirada por el trabajo de El Lissitzky. La portada del Closer de Joy Division diseñada por Peter Saville y sacado a la venta a modo de obra póstuma en 1980 tras la muerte del líder de la banda Ian Curtis. Y otro que no se puede quedar sin mención es Art Chantry diseñador de portadas y carteles para bandas de la época conocida como grunge de mediados de los 80’s a mediados de los 90’s en Seattle.

En México tenemos ejemplos muy claros entre música y diseño. Por un lado el chá! conocido músico integrante de bandas como Fobia y Moderatto, realiza su trabajo de diseñador gráfico en el despacho Hula Hula para otros artistas que no necesariamente tienen que ver con el rock o música alternativa, abarcando diseños para Mijares hasta Fobia.

Uno muy conocido en México, que tal parece llegó para quedarse, es el caso de Dr. Alderete y su trabajo para bandas de rock y surf como Lost Acapulco o Los Fabulosos Cadillacs.

Con este breve recorrido de algunos nombres de diseñadores y músicos contemporáneos, se puede tener una idea de lo que el diseño de una portada de un disco al igual que en un libro debe mostrar, y reflejar lo que su interior tiene. Complementando el arte auditivo con el visual.

Octubre, 2012

Universidad Vicente Rojo. Por Daniel Juárez Gregor

El diseño gráfico en México antes de llamarse diseño gráfico tuvo una escuela (de acuerdo con Carlos Monsivais) llamada “Universidad Vicente Rojo”. Vicente Rojo Diseño Gráfico, El Colegio Nacional / Universidad de las Américas Puebla / Ediciones Era, Tercera Edición, México D.F. 2007 pág. 9.

Vicente Rojo nacido en Cataluña en 1932 llega a México en 1949 para reunirse con su padre. En enero de 1950 entra a trabajar como asistente de Miguel Prieto en la Oficina de Ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes y tiempo después en México en la Cultura. Prieto, también emigrante de España, pintor y tipógrafo, recibió el encargo de dar personalidad propia a las publicaciones del Departamento de Artes Plásticas del INBA, por parte de Fernando Gamboa, subdirector y jefe del departamento. Sobre estos encargos, Rojo asentó sobre su experiencia con el maestro Miguel Prieto: “Manejaba las letras, los colores, los distintos papeles y las imágenes con gran elegancia y sencillez y sabía darle el mismo valor a cada publicación que diseñaba, lo mismo si se trataba de un importante libro de arte que de un simple boleto de entrada al Palacio de Bellas Artes, es decir, que practicaba una especie de democracia visual.” ibíd. Pág. 30.

¿Qué sería del diseño gráfico en México sin Vicente Rojo?, es más, ¿sin aquellos que vieron la necesidad de una nueva forma de comunicar? A los veintiún años ya era encargado de la Oficina de Ediciones del INBA, y para 1954 se encontraba trabajando en Imprenta Madero, buscando mayores posibilidades expresivas: “utilización -moderna- de grabados, viñetas, marcos, orlas, plecas y otros elementos tipográficos tradicionales, como las manitas indicadoras y los asteriscos, los barridos de color, el recurso de presentar obras de artistas famosos, las fotografías en alto contraste […], así como complicados troqueles o suajes y dobleces de papel…” ibíd. Pág. 46.

Leo en el libro que conseguí en los puestos de libros usados de Balderas:

“Esta edición conmemorativa de La Oveja negra y demás fábulas de Augusto Monterroso se terminó de imprimir el 24 de agosto de 1991 los talleres gráficos de Imprenta Madero y Ediciones Multiarte en la ciudad de México y según el diseño de Vicente Rojo y Rafael López Castro. La composición tipográfica fue realizada en tipos Baskerville de 11 a 40 puntos…” La Oveja Negra y Demás Fábulas, Augusto Monterroso, Primera Edición (Joaquín Mortiz), 1969, Primera Edición (FCE, CNCA) 1991, México D.F. 1991.

Como lector que aprecia una buena lectura y más como diseñador que valora las enseñanzas de aquellos que sentaron las bases de la profesión, tener cualquier objeto diseñado por ellos se vuelve una especie de retribución a su trabajo; se convierte en un punto de referencia, en algún momento de duda al no saber por donde abordar un problema de diseño.
“El pintor tiene -dones-, el diseñador tiene habilidades” dice David Huerta al hablar de Vicente Rojo como poseedor de ambos oficios. Óp. Cit. Pág. 17.

Las referencias de lo que se hizo antes, tal vez con otras tecnologías, pero con gran calidad sirven de alimento a los ojos de aquellos que se dedican a la comunicación gráfica. Vivimos en una época donde podría decirse que ya se ha hecho todo, sin embargo no se trata de inventar nada nuevo, se trata de reinterpretar aquello que ya se hizo y aplicarlo nuevamente a problemas presentes.

Que este texto sirva de invitación para interesarse en la obra de Vicente Rojo, democracia visual, en todo aquello que se diseñe, dándole el mismo valor.

Junio, 2012.