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La Ruta del Peregrino, toda una experiencia. Por V. Alfonso Maldonado Gómez

La Ruta del Peregrino, toda una experiencia. Por V. Alfonso Maldonado Gómez
El Centro para la Cultura Arquitectónica y Urbana (CCAU)¹ con sede en Guadalajara organizo un viaje en noviembre pasado para recorrer la Ruta del Peregrino², una de las tradiciones religiosas más significativas en semana santa de Jalisco y México, donde millones de personas se congregan para recorrer 117 kilómetros a través de la sierra madre occidental, entre Ameca y Talpa de Allende. En 2008 el Gobierno de Jalisco anuncio una inversión para mejorar su infraestructura, realizando un plan maestro los estudios de Tatiana Bilbao, Derek Dellekamp y Roxana Montiel, y quienes a su vez invitaron a un grupo de arquitectos y diseñadores, para crear los diversos espacios de servicios básicos, alojamiento, observatorios y santuarios a lo largo de la ruta.

El closet es para la ropa, no para las personas. Por Alfonso Maldonado Gómez

El closet es para la ropa, no para las personas. Por Alfonso Maldonado Gómez

Resulta extraño ver como circulan las noticias por las redes sociales, tan rápido como dar un “like” y compartir. En este caso, sobre el lamentable suceso en una discoteca de ambiente gay en de Orlando, Florida, donde el pasado 12 de junio un hombre, aparentemente homofóbico e inestable emocionalmente,  arrebato la vida a 50 personas y dejo heridas a otras 53. Posteriormente las reacciones han sido diversas, entre muestras de apoyo por parte de organizaciones, políticos, artistas y personas de diferentes estados y países, pero también tristemente algunos justificando el acto. Nuestro país no es la excepción y también se ha mostrado solidario, lo cual es natural, una noticia así conmociona a cualquiera.

Querer formar parte de la mafia (arquitectónica). Por V. Alfonso Maldonado Gómez

Escuchar la palabra mafia probablemente puede traer a mente alguna película en donde un grupo poderoso y sus matones tiene sometida y controlada a una ciudad, nada pasa sin que este lo sepa o se encuentre involucrado, son una red de crimen organizado. Esta situación puede no estar tan alejada de la realidad, parece ser cierto que la toma decisiones con respecto al desarrollo de la ciudad solo pertenece a unos cuantos. Ya sean obras de carácter público o privado casi siempre se adjudican a personas y empresas que suelen pertenecen a un privilegiado “clan”. 

Al ingresar a cualquier facultad de arquitectura se empieza a conocer el trabajo de ciertos arquitectos, ya sea que se inicie por estudiar la edad antigua y se finalice analizando la obra de los arquitectos de la época moderna y la nueva generación. Resulta un tanto raro que constantemente se repitan los mismos nombres; publicaciones, congresos, talleres y exposiciones todas mayormente enfocadas y dedicadas al trabajo y obra de los mismos de siempre; ¿por qué?, ¿podrían estos arquitectos ser parte de un predilecto sistema corrupto? o aun peor, ¿podría la arquitectura ser la mafia misma?

Si bien las escuelas de arquitectura son el lugar en donde se empieza a estudiar, fomentar y referenciar el trabajo de este distinguido circulo de arquitectos, son otro grupo de personas y medios los que se encargar de promoverlos y difundirlos, “unos”, los acogen y favorecen, “otros”, los premian y les aplauden, los colocan en un pedestal, se les convierte en iconos; y los alumnos empiezan a querer formar parte de todo ello. Se les admira, a veces pienso que de manera superficial, y quizás falsamente, todo estudiante conoce su trabajo, pero pocos saben en qué consiste, lo importante es que se quiere probar ese poder y gloria,  trabajar o colaborar con algún arquitecto o despacho reconocido.

Pero el problema de toda mafia, es que si se quiere ingresar habrá que pasar por una iniciación, pues existen los rangos y hay que estar dispuesto hacer el trabajo sucio y pesado, claro a veces sin ninguna paga, reconocimiento o escaso crédito, la excusa, es la de ser pasantes, más que formar parte de esa familia se actúa como un subordinado. Y es aquí donde la situación empieza a volverse un tanto contradictoria, ¿no parece algo cínico ver a estos arquitectos estrella hablando de educación, del perfil deseado en un egresado, de la importancia de tener iniciativa, de ser creativo, de seguir haciendo uso del boceto y de la maqueta o de dar mayores oportunidades a los jóvenes?, cuando también son ellos mismos los que parecen buscar, no colaboradores, sino dibujantes de autocad, editores de photoshop y  productores de renders, claro, con una experiencia profesional comprobada, de minino dos años. 

Para bien o mal, quizá puede o no existir una mafia arquitectónica, ingresar a ella seria decisión de cada uno, el conformarse y trabajar para alguien más o tratar de surgir independiente, ser autónomo y proactivo, generar su propio trabajo. La verdad es que, solo es hasta que se logra incorporar al mundo laboral en donde se consigue poner los pies sobre la tierra, se empieza a reflexionar y decidir bajo qué circunstancias se quiere crecer profesionalmente. Todo es parte de un forzoso y a veces decepcionante proceso de aprendizaje, por el cual debemos pasar si es que se quiere actuar en una ciudad gobernada por grupos que controlan todo, es decir, las mafias del poder.   

Junio, 2014

Arquitectura y sustentabilidad, desarrollos subterráneos. Por V. Alfonso Maldonado Gómez

Arquitectura y sustentabilidad, desarrollos subterráneos. Por V. Alfonso Maldonado Gómez
Hace un par de años ENADII convoco a la comunidad estudiantil de arquitectura a participar en su primer concurso de ideas, al cual tuve la oportunidad de inscribirme junto con dos compañeras de la Universidad. El concurso consistía en desarrollar “El Museo del Diseño”, en donde el diseño (la forma) debía de ser lo más trascendente, puesto que el proyecto ganador no se construiría por ser solo un ejercicio para promover la creatividad, era una oportunidad para poder experimentar con formas espectaculares y diseños de vanguardia.

A nosotros nos pareció interesante el poder participar y proponer un diseño atractivo, pero consideramos aun más importante prestar atención al entorno del sitio en donde se proyectaría el museo. La ubicación era a un costado de avenida Reforma, en una zona que forma parte del bosque de Chapultepec. Declarada área de valor ambiental, sabíamos que cualquier construcción nueva en esta zona siempre puede causar polémica, conflictos y hasta repulsión por parte de las autoridades o los ciudadanos. Decidimos que el diseño de nuestra propuesta tendría que respetar su contexto, logrando conservar su carácter de espacio público y verde, dándole un enfoque sustentable, por lo que nuestro museo se desarrollaría bajo tierra. Finalmente así lo llevamos a cabo, antepusimos a la función antes que la forma, y aun que no ganamos, como todo concurso nos dejo una gran experiencia. La arquitectura no solo se trata de imagen, sino que conlleva a algo más profundo, se trata de una estrategia que pretende dar posibles soluciones a los problemas de la Ciudad.

En estas últimas semanas recordé la propuesta de nuestro museo, al anunciarse que está a punto de inaugurarse el nuevo centro comercial Garden Santa Fe, a cargo de KDM architecs y Arquitectoma, se desarrolla bajo suelo. Con un concepto perceptiblemente sustentable presenta como fachada principal a un parque que se encontraba abandonado, rescata las áreas de esa superficie para convertirlas en un espacio de esparcimiento para los visitantes y vecinos de la zona. Los establecimientos y el estacionamiento se desarrollar hasta 35 metros bajo nivel de la calle, iluminados y ventilados naturalmente por una especie de conos acristalados; el amplio estacionamiento de cuatro pisos, pretende ayudar a descongestionar los espacios de la zona en horas pico. El complejo cuenta además con calentadores solares, captadores de agua pluvial, tratamiento de aguas grises, ahorradores de agua potable y facilidades de transporte. Promete ser una estructura de bajo impacto ambiental.

Vista aérea de uno de los conos de Garden Santa Fe Fuente: www.gardensantafe.com.mx

Aunque el proyecto de Garden Santa Fe es anunciado como el primero de su tipo en México y Latinoamérica, podemos encontrar algunos otros ejemplos similares en nuestro país. El Museo Papalote Verde, diseñado por la oficina del arquitecto Iñaki Echeverria, es un espacio que se desarrolla 13 metros bajo el nivel del suelo, integrando tecnologías verdes. Ubicado en el Parque Fundidora de Monterrey, la estrategia del proyecto contempla también la restauración de dos estructuras industriales y la creación de un paisaje nativo en su exterior (incluyendo el techo de la estructura subterránea), para convertirse en un espacio de encuentro y convivencia, en donde mediante el juego y la interactividad se fomentara en todo visitante una responsabilidad ambiental. Lamentablemente la obra está detenida y no se ha podido concretar debido a la falta de recursos económicos. El problema de estos desarrollos es que suelen elevar sus costos, debido a que las cimentaciones especiales y la aplicación de tecnologías verdes suelen ser aun muy costosas.

Render Museo Papalote Verde Monterrey Fuente: www.inakiecheverria.com

Otros proyectos de este tipo pueden ser el Teatro Cervantes, ahora Teatro Telcel, en Plaza Carso o el Rascasuelos diseñado por Bunker. El primero es un teatro subterráneo que apenas señala su presencia con una elegante estructura metálica, en una plaza donde rigen la imagen y los edificios icono. El segundo de mayor magnitud, es una propuesta bajo la plaza del Zócalo que busca desarrollar una alternativa de densidad en un centro histórico en donde parece ya no haber lugar para construir y se prohíben demoler los edificios históricos.

Estos proyectos parecen ser viables y pueden convertirse en un interesante ejemplo de una arquitectura que busca privilegiar al espacio público y abierto, antes que al privado y cerrado, intentando dar un respiro a los habitantes de una ciudad que sabe que va a seguir desarrollándose, pero no sabe como crecer, pues se niega a ser propositiva, demuele antes que recuperar, se expande y no se concentra; y confunde la idea de densidad con el solo erigirse verticalmente, logrando únicamente consumir y aplastar a su contexto.

Mayo, 2014

Similitud y Fusil. Por V. Alfonso Maldonado Gómez

Similitud y Fusil. Por V. Alfonso Maldonado Gómez
Estando en clase, en la revisión de proyectos, recuerdo haber escuchado varias veces la palabra fusilar, ya sea en tono de broma por parte de compañeros  o como un llamado de atención por parte de los profesores, esto refiriéndose a que lo presentado tenía una similitud con algún proyecto ya existente. Con el paso del tiempo pude percatarme de que esa situación no solo se presentaba en la vida académica, sino también en la profesional. El plagio es un tema que muchas veces causa controversia en las diferentes ramas del diseño, la arquitectura no es la excepción, ya sean arquitectos de renombre o no, en la actualidad podemos encontrar una infinidad de proyectos, con características o rasgos muy parecidos, por no decir que algunos parecen prácticamente trazados por la misma mano. Menciono todo lo anterior pues me parece interesante saber: ¿cuándo es que una simple referencia se convierte en una copia o aun peor, en un burdo intento de algo ya proyectado o hecho por alguien más?  

Está claro que nada surge de la nada, todo tiene un antecedente, una base, una historia. Desde la formación académica, hasta la vida profesional de un arquitecto,  al inicio de cada proyecto se suele recurrir a los modelos análogos,  ya sea de manera consciente o inconscientemente. Robert Campbell, crítico de arquitectura de The Boston Globe, en un artículo titulado The source of inspiration[1] (La fuente de inspiración) expresa que: “los arquitectos, como otros artistas, pueden ser engañosos acerca de sus fuentes”, a veces parece ser que las niegan, y en el mismo artículo hace mención a cuatro etapas de la creatividad, ver, absorber, olvidar y crear, “La persona creativa debe olvidar sus fuentes, para que no sienta que está simplemente imitándolas. Deben convertirse en una parte integral de él antes de que pueda utilizarlas.”

-Maritime Youth House, Copenhagen / BIG+JDS.
-Monumento Emblemático del 150 Aniversario de la Batalla de Puebla / TEN Arquitectos.

Quizás por eso mismo, sea que a un arquitecto se le considere joven entre los 35 y 40 años de edad, cuando empieza a producir buena arquitectura y al haber logrado acumular y adquirir cierta cantidad de experiencia e información, de la cual puede recurrir y manipular cuando lo necesite. En un caso contrario, podría ser que ante la incapacidad de una persona por poder plasmar o proyectar sus ideas con claridad, recurre al mal uso de las referencias, terminando por cometer un copy-paste. Aquí vendría a colación, como recurso para evitar tal circunstancia, mencionar la insistencia por parte de algunos profesores hacia sus alumnos de seguir estudiando y captando información, hacer algún posgrado o diplomado, asistir a congresos, leer, el no quedarse estáticos o estancados, en un tiempo y estilo.

-MUAC, Ciudad de México / Teodoro González de León.
-Biblioteca EPM, Medellín / Felipe Uribe de Bedout.

Al final, me parece que difícilmente se podría señalar con seguridad a quien cometió un vil fusil y quien solo hizo una “cita”, esa intención solo lo sabrá y quedara a conciencia de quien lo haya realizado, ya sea para obtener una buena calificación, ganar un contrato o en verdad para tratar de realizar un aporte propio.



[1] The source of inspiration, Architectural Record, 1 Febrero 2004.

Febrero 2014

¡Estudiar, Arquitectura! Por V. Alfonso Maldonado Gómez

¡Estudiar, Arquitectura! Por V. Alfonso Maldonado Gómez
La educación superior siempre ha sido un tema de discusión complejo, buscando respuestas a ¿cómo debería ser?, ¿cómo habría de impartirse?, ¿cómo tendrían que ser los espacios dedicados al aprendizaje?, si bien es cierto que en diferentes medios se discute y publica sobre estos temas, también es verdad que, la toma de decisiones y acciones de estos queda sólo en unos cuantos. Aún siendo así, será verdad que, para que un alumno se pueda desenvolver adecuadamente, ¿sólo se necesite  renovar planes de estudio, metodologías de enseñanza y crear espacios adecuados? Es decir entre las personas e instituciones encargadas de desarrollar, enseñar y diseñar los espacios de educación, ¿dónde queda uno como estudiante?, en que parte empiezas a involucrarte en la toma de decisiones que forjaran la base de tu formación profesional. Tal vez un primer paso sea el elegir una profesión, ver si se tienen las aptitudes y el interés para cursarla, pues no se trata solo del poder ingresar a una universidad, sino que también conlleva una responsabilidad, siempre está el informarse antes y después en qué consiste elegir estudiar una profesión, ya que muchas veces se ingresa con una idea errada.

Estudiante de Arquitectura en la línea 12 del metro  Fuente: Elizabeth Velázquez, diario Reforma

En el caso de la arquitectura casi siempre se ingresa con una visión limitada de lo que supone realmente, no hay que confundir el dibujar planos y realizar maquetas, con el diseño, la arquitectura consiste en un trabajo interdisciplinario e involucra diversos procesos, como el desarrollar estrategias, construir teorías y realizar críticas, haciendo uso de la información, la lectura, el concepto y la metáfora. También está el apoyarse en las demás disciplinas, historia, matemáticas y estructuras, así como también en los procesos constructivos y administrativos.

Estudiar arquitectura significa asumir el compromiso de ser más proactivo, aventurarse a salir de la comodidad de las aulas para ver lo que está sucediendo afuera, no todo se aprende en un restirador o enfrente de una pantalla, así que también está el asistir a conferencias y seminarios, como el visitar exposiciones, recorrer la ciudad y por supuesto observar arquitectura, ya que todo planteamiento de un proyecto realizado se basa en conocimientos acumulados y experiencias adquiridas a través del tiempo. 

Seminario de análisis y crítica arquitectónica en la UAM-X  Fuente: Taller EEA

Al final quizá la decisión más importante parte de la reflexión: una buena formación académica no radica solo del depender y exigir a los demás, sino también en el dar, en superarse a sí mismo, pues cada quien es responsable de su propio aprendizaje, uno aprende tanto como quiere de acuerdo a sus intereses. 

Octubre, 2013