La enseñanza de la arquitectura en la UAM. Algunas diferencias desde el diseño. Por Fernando Minaya Hernández

La Universidad Autónoma Metropolitana, desde su nacimiento en la década de 1970, se ha distinguido por una oferta educativa con un enfoque innovador en cuanto a la enseñanza, aprendizaje e investigación por parte de los alumnos y académicos hacia los problemas de la metrópoli. En este sentido, la creación de la División de Ciencias y Artes para el Diseño fue algo que trastocó la forma en concebir a las disciplinas que la integran, tal es el caso de la arquitectura, diseño gráfico, diseño industrial así como de los asentamientos humanos, como parte de un universo más amplio y complejo como lo es el diseño. Así pues la Licenciatura en Arquitectura nace en la Unidad Azcapotzalco y posteriormente en Xochimilco como parte de la oferta educativa de la Universidad, en aras de ofrecer un panorama social sobre los grandes problemas de la ciudad como el rezago y la cobertura de los arquitectos, ante el voraz crecimiento de la ciudad de aquellos años con una vinculación y promoción de la cultura en sintonía con las formas de pensamiento de la sociedad.


En este proceso, en lo personal realice mis estudios de arquitectura y posgrado en diseño en la unidad Xochimilco, donde también fui profesor de la misma licenciatura, y posteriormente me incorpore a la unidad Azcapotzalco como docente, donde continuo. A través de mi corta experiencia en estas unidades puedo identificar como “diferencias” en cuanto a la enseñanza de la arquitectura; cada unidad y programas de estudio tienen plena autonomía en la definición de sus objetivos y plantean dos posturas distintas para formar arquitectos.

El sistema modular, adoptado desde su nacimiento en toda la Unidad Xochimilco, plantea la posibilidad de aprender a través de Unidades de enseñanza integradas, o mapa curricular de cada trimestre, las llamadas UEA (Unidades de Enseñanza y Aprendizaje) definidas por temas ejes, de problemáticas aceptadas en el ámbito arquitectónico como fundamentales para el desarrollo de la relación del conocimiento y la realidad del campo; en donde lo fundamental es la adquisición de conocimientos en paralelo con la investigación, donde hay cuestionamientos, reflexiones y críticas en las tres áreas fundamentales: Teoría, metodología e historia. Todo ello para conformar un marco de aprendizaje susceptible a utilizar en un problema específico, en el cual todos los profesores deberían apoyar y definir en cado uno de los módulos o trimestres.
En la Unidad Azcapotzalco, la arquitectura se concibe de una forma similar, a través de la UEA, pero en este caso operan de manera individual y los alumnos podrán vincular los problemas de  diseño arquitectónico de manera particular, es decir una estructura curricular del programa de estudios a manera de asignaturas independientes que ayudaran al procesos de diseño, denominado Modelo general del proceso de diseño (Caso, problema, hipótesis, proyecto y realización). Aquí el alumno estará habilitado para la resolución de problemas por el camino de la identificación, solución, desarrollo y realización material, con las herramientas tecnológicas, teóricas, además de los métodos de investigación para dilucidar los problemas relevantes de la sociedad.

En este contexto las dos formas de tienen consideraciones importantes que resaltar, por un lado el Sistema Modular ofrece el trabajo grupal de manera realmente integrada con apoyos tecnológicos, teóricos, históricos, metodológicos del diseño; aplicados en problemas reales que permiten, en este sentido, el aprendizaje de manera global en un solo proyecto o problema de diseño. Para el caso de Azcapotzalco el modelo por UEA independiente sin mayor inferencia, promueve un modelo que integra de manera directa los demás aprendizajes más allá del mapa curricular; eso permite que cada área de conocimiento sea autónoma y puedan aprenderse otros contenidos; ya que se exploran y adquirieren sin desviar la atención a los problemas que se lleve a cabo en un diseño arquitectónico específico e independiente.

Otro gran problema en la enseñanza de la arquitectura es referido a los aprendizajes de la teoría y la historia, los cuales presentan una lucha constante entre áreas, cuando en la realidad pertenecen al rubro de un trabajo simbiótico de las dos, en cuanto a la definición tanto de las ideas como del hechos en cuanto a arquitectura y con más profundidad de la sociedad como su principal promotor. En Xochimilco parece estar divorciada de esta situación, la teoría está relacionada directamente con el diseño arquitectónico, por el contrario de Azcapotzalco se presenta la fusión de la teoría con la historia de la misma. Lo anterior no es banal tiene como consecuencia la inclinación de la teoría y la historia hacia los problemas o en su caso a las formas de pensamiento dominantes del ser humano del presente y pasado, en aras de encontrar un camino que nos pueda dilucidar con la reflexión de un devenir que poco conocemos. En lo general, estas relaciones causan contrariedades en los aprendizajes; ya que los problemas se vuelven demasiados teóricos e incomprensibles sino no son abordados de manera eficiente a un diseño aplicado. En contraste la historia pura nos remite a las formas positivistas de los hechos sin menoscabo de su fundamento, sin soslayar las reales ideas de fondo del pensamiento de una sociedad en su tiempo. Debido a estas posturas, la actividad de investigación del académico es condicionada a estudios históricos o, en su caso, teóricos sin posibilidades de un dialogo centrado; por tanto ninguna de las dos debe dejar pasar por alto sus propias aportaciones que no se pueden disociar o separar de manera arbitraria, su esencia radica en su coexistencia. Ya que son fuente primaria para la resolución de los problemas de diseño, por tanto tienen que estar vinculadas siempre, ya que el diseño se fundamenta y se establece con el pragmatismo de la teoría, la historia, la tecnología, el método y, sobre todo, la aplicación práctica del diseño arquitectónico.


En conclusión, lo expuesto es una pequeña aproximación de lo que implica una licenciatura, sin embargo la diversidad dentro de una misma universidad sobre el tema del diseño arquitectónico es importante, notable, y para subrayarse; ya que las posibilidades del diseño no están sujetas o una sola mirada, y caben siempre, las multifacéticas formas en que se presentan los problemas, así como  de las soluciones a estos. Por ello, es importante que los profesores y alumnos sean consientes de donde se labora y estudia, ya que el acto de educar siempre está vinculado con las formas de vida, los valores y la sociedad en su conjunto. Estudiar o ser académico en la Licenciatura en Arquitectura  cualquiera de las dos visiones de la UAM es, en principio, ser parte de una forma contemporánea de acercarse al diseño arquitectónico, sujetándose a su último y más importante motor: lo social.

marzo, 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario