Ese largo camino
La
primera Conferencia de Vancouver sobre los Asentamientos Humanos, conocida como
Hábitat I, celebrada en el año de 1976 fue, para México, el arranque formal de
un proceso y una experiencia en materia de planeación urbana y administración
de los asentamientos humanos. Tuvo como importantes instrumentos un marco
legislativo que vinculado a una Secretaría robusta –SAHOP, Secretaría de
Asentamientos Humanos y Obras Públicas- que tuvo a su cargo la definición de
las políticas nacionales en materia de ordenamiento territorial, el desarrollo
urbano y la vivienda y; la introducción de la infraestructura básica; situación
que requería también la formación de profesionales para atender este problema
nacional. Esto último es el origen de la carrera de Asentamientos Humanos de la
UAM-X.
Veinte
años después, para la Segunda Conferencia de Naciones Unidas, conocida como
Hábitat II, celebrada en Estambul en 1996, se denomina formalmente como
“Conferencia Cumbre de las Naciones Unidas sobre las Ciudades”. En el país, la
fortaleza institucional se había relajado, en ese momento la visión
institucional se manifiesta, simplemente, a partir del nombre de la secretaría
a cargo: SEDESOL, Secretaría de Desarrollo Social, a pesar de ello, se cuenta
con un Plan de Desarrollo Urbano y el Plan Nacional de Vivienda 1995-2000 que identifica
Programas Estratégicos: Programa de 100 ciudades, Programa de Consolidación de
Zonas Metropolitanas, Programa de Ordenamiento Territorial y Promoción del Desarrollo
Urbano; y Programa de Impulso a la Participación Social en el Desarrollo
Urbano. Por su parte, las estrategias de vivienda incluye el Promover el
desarrollo equilibrado de las regiones y el Programa Nacional de Vivienda,
entre otros.[1]
La
realización de la Cumbre, junio de 1996 debate sobre dos temas principales -la
vivienda adecuada para todos y el desarrollo de asentamientos humanos
sostenibles en un mundo en proceso de urbanización-, termina con una
Declaratoria[2] y un
Programa Hábitat que señala: Los Gobiernos acordaron fortalecer la capacidad
financiera e institucional de las autoridades locales para la implementación
del programa HABITAT con los siguientes compromisos:
- Vivienda adecuada para todos (que no el derecho a
la vivienda adecuada)
- Asentamientos humanos sostenibles
- Habilitación y participación
- Igualdad en cuanto a género
- Financiación de los Asentamientos Humanos
- Cooperación internacional
- Evaluación de los progresos
Para
atender algunos de estos puntos de la Agenda y con más énfasis en la atención
en la pobreza, más de 200 países firmaron en el año 2000 los Objetivos de
Desarrollo del Milenio[3] que
con un horizonte al 2015, no solo fija metas, construye indicadores y obliga a
los informes nacionales.
En el
camino hacia la Tercera Conferencia de Hábitat III, en México, durante las dos
administraciones panistas el tema urbano y los asentamientos rurales carecieron
de cualquier relevancia, prueba de ello es que no hubo Plan de Desarrollo
Urbano; es más se consideró que el problema de la vivienda era un tema que
resolvería el mercado. Situación que, en parte, explica porque se construyen
grandes conjuntos de vivienda sin que estén vinculados a la ciudad y a los
servicios.
Si
pensáramos en una evaluación entre los compromisos de la Agenda Hábitat y los
resultados, tanto internacionales como nacionales, tendríamos que recurrir a
una metodología que usara como línea base el año 96 y pudiera mostrar la
congruencia entre lo comprometido y lo realizado.
Qué esperar en Quito
Tercera
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano
Sostenible está citada para el año 2016 en el Ecuador. “Después de 20 años se
prevé poner en marcha en 2016 la nueva Agenda global urbana para reafirmar los
compromisos de los gobiernos del mundo y asumir esquemas de planeación urbana
más incluyentes y sostenibles.”[4]. La
instancia responsable de coordinar la discusión y elaborar el documento
mexicano es la nueva SEDATU –la secretaría de Desarrollo Agrario.
En el
contexto de la urbanización mundial, CEPAL llama la atención con respecto a que
hoy día, son más los habitantes urbanos que los rurales, en el mudo y en la
región latinoamericana con lo que es necesario actualizar las políticas
urbanas.
¿Y México?
¿Cuál
es el papel que jugará México para el tercer encuentro?, después de 40 años,
¿que ha mejorado?, ¿cuál ha sido su desarrollo urbano y sobre todo en materia
de vivienda? El pasado septiembre se reunió en la ciudad de México, en las
instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores el Comité Nacional
Hábitat III; conformado por las dependencias gubernamentales, sociedad civil,
academia y empresas privadas para dar forma al documento que dará cuenta sobre
su presente y, principalmente acerca de las propuestas en corto y largo plazo
para la ciudades mexicanas.[5]
El
problema yace en su vinculación y aplicación real de los programas
estructurados y su continuación dentro de la organización de cada país, en
México no son visibles y palpables los programas, que a través de sus
instituciones, debería dar marcha a los debates
y propuestas para incrementar la calidad de vida en las urbes. Existe un
descontrol de la operatividad de lo urbano, a nivel federal, lo que no existe
realmente es una institución que defina, vigile, coordine, ejecute, regule y,
sobre todo, de continuidad a los programas de manera integral. Estas
situaciones se han agravado desde el primer encuentro Habitat I, el cual fue
coyuntural para la creación SAHOP, pero su corta vida, apenas un sexenio, el
correspondiente a José López Portillo, el cual encargó la Secretaría al
arquitecto Pedro Ramírez Vázquez; tal encomienda tuvo un futuro incierto con la
llegada de la SEDUE (Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología) que también
duro algunos años hasta la gran alternativa de Carlos Salinas de Gortari con SEDESOL
(Secretaria de Desarrollo Social). Es evidente que, hasta en los nombres de las
secretarías, la idea del desarrollo urbano y los asentamientos humanos fue
diluyéndose hasta nuestros días.
Así
pues, no solo queda esperar el tan afamado Habitat III, habra de reforzarse
desde los diferentes sectores la implementación efectiva de todo lo planteado,
no solo en el ámbito de la Conferencia Internacional sobre los Asentamientos
Humanos, también las diversas reuniones que dan de manera nacional y regional
como lo es la Asamblea General de Ministros y Autoridades Máximas de Vivienda y
Urbanismo de América Latina y el Caribe (MINURVI), en su versión 33, llegó a la
siguiente conclusión el pasado agosto: “redefinir y profundizar en las legislaciones de las naciones para lograr
una sociedad incluyente, democrática y participativa, con políticas sociales
urbanas integrales, de trabajo, desarrollo social, medio ambiente, salud,
educación, entre otras”.[6]
En
conclusión a pesar de los diferentes esfuerzos, falta mucho por realizar, y
para el tema de la ciudad y sus múltiples problemas habrá que seguir
discutiendo, defendiendo y proponiendo de manera continua, para que tenga un
sentido la planeación y sostenibilidad de las urbes de nuestra actualidad y su
legado de la misma para las siguientes generaciones.
Fuente: unhabitat.org
[1]
Información tomada de SEDESOL: Informe Nacional, México. Conferencia Hábitat
II, marzo de 1996.
[6] El
texto original de Éste artículo fue publicado por Agencia Quadratín en la
siguiente dirección: http://www.quadratin.com.mx/economia/Definen-la-declaratoria-Ciudad-de-Mexico-rumbo-HABITAT-III/
Abril, 2015.
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