PEATONES EN LA CIUDAD. Por José Ángel Campos Salgado

En el siglo XX los arquitectos plasmaron proyectos cuya intención era impresionar a quien la observara. Fue el primer intento de volver a la arquitectura un espectáculo. Bruno Taut dibujó en 1919 su arquitectura alpina de cuyos templos con cubierta de cristal salían rayos que hacían brillar el edificio, ello con la intención de iluminar el camino a la perfección. Frank Loyd Wright en 1945 muestra una vista nocturna de su proyecto del Museo Guggenheim de Nueva York iluminado por reflectores como si fuera la presentación de una película holliwoodense. En ambos casos, estos edificios espectaculares se contemplan a pie, es decir, para conocerlos hay que visitarlos llegando hasta ellos caminando.

En los días de hoy la idea predominante es lograr una arquitectura cada vez más espectacular, algo que sorprenda en medio de otros intentos de lo mismo, algo que sea tan diferente que no pase desapercibido en el maremágnum de otras arquitecturas. Sólo que esta vez no se puede contemplar este espectáculo a pie, estas arquitecturas están hechas para ser vistas desde el automóvil. Toda su parafernalia espectacular tiene la finalidad de llamar la atención desde cierta distancia y a cierta velocidad, más rápida que cualquier paso de viandante. Y si todas las edificaciones compiten con el mismo objetivo, estamos entonces en un espacio donde las personas que caminan no perciben más que una pequeña parte del edificio o tal vez no requieren percibirla, pues han llegado al mismo a bordo de su automóvil sin entrar por la que se supondría, sería la puerta principal.

La ciudad entonces ha dejado de existir. No hay más comunicación entre arquitecturas y usuarios, sólo los fríos espacios de los estacionamientos, los elevadores y las oficinas despersonalizadas para no distraer el trabajo. Todos los siglos de haber usado lo que llamamos calle, para ingresar a los espacios interiores de las arquitecturas, ha dejado de tener sentido. No más relación con este anacrónico espacio público. Nada de contemplar los interiores desde el exterior, nada de observar cómo viven otros habitantes de la ciudad, nada de detenerse a conversar con los amigos, los vecinos o saludar a cualquier desconocido. Nada de niños que jueguen libremente en la banqueta, nadie que salga a comprar en la esquina una pieza de pan, nada de antojos ni de pérdidas de tiempo. Esa ciudad es obsoleta, no sirve en los tiempos de la producción y el consumo acelerado, de la competencia individual, de la desvinculación de los otros. Hay que ir de un lugar a otro en auto, si es que esto es necesario, si es que no es suficiente una videollamada. Y si se trata de una reunión en un lugar público, hay que llegar en auto, hasta el punto en que un valet lo recibe y un empleado nos conduce al lugar convenido.

Pero hay todavía otras ciudades dentro de la misma ciudad, la “metápolis”, donde la vida comunitaria permanece y se acrecienta. Donde se da aun el intercambio callejero, donde se regatea, se coquetea, se abraza y se besa sin que haya impedimento para ello. Una ciudad donde la aglomeración es síntoma de vitalidad, donde el acontecimiento es cotidiano y la fiesta se repite cuantas veces sea posible. Esa es entonces la verdadera ciudad, la que luego del aburrimiento de las soledades que deja la modernidad pasteurizada es buscada por aquellos que en aquellos lugares habitan, para vivir aunque sea por un momento lo que desde luego en el fondo se añora. Seamos entonces capaces de enriquecer estos espacios; que el diseño sirva para hacer más amable la vida cotidiana, para recuperar el deterioro que ha dejado el intento de ser modernos demoliendo el testamento urbano que nos heredaron. Se requiere de oficio y de sensibilidad. De compromiso social y de firmeza para exigir la participación democrática y la igualdad de oportunidades.

Reunión a un costado del Mercado de Artesanías “El Parián”, Ciudad de Puebla   Fuente: José Ángel Campos

Por fortuna, en algunos lugares de nuestra ciudad parecen irse dando algunos pasos en esta dirección. Que la experiencia se difunda, se expanda, se comparta y se repita, aquí y en otras entidades. Y que las arquitecturas recuperen su presencia inmediata y personal, su contacto con la gente, su personalidad urbana. Que el espectáculo sea la misma gente disfrutando. Sería el mejor elogio a lo que hasta ahora se ha realizado.

Diciembre, 2013

Enseñar arquitectura en la UAM-X. Por Alejandro Ochoa Vega

Cuando gane mi primera plaza de profesor temporal en la UAM-X, en noviembre de 1988, justo hace 25 años, me sentía muy satisfecho de llegar a una institución educativa con un perfil crítico y de apertura social, encajaba muy bien con mis antecedentes en la Universidad Autónoma de Sinaloa, y la maestría en investigación y docencia recién terminada en la UNAM. De entonces para acá, muchas cosas han pasado, en la UAM, de aquella ilusión inicial a un desencanto en los últimos años, en México, que iniciaba un difícil pero prometedor camino por la democracia, a un presente donde el PRI después de perder la presidencia en 2000, desde 2012 gobierna de nuevo con una imagen más reformista y ligada al capital, que transformadora desde la justicia social.

En ese contexto no muy alentador que digamos, planteo una reflexión sobre el reto y compromiso que significa ser docente e investigador en una universidad pública como la UAM, y en particular en la Unidad Xochimilco y su Sistema Modular. Veamos que enuncia el Plan de Estudios de la Licenciatura en Arquitectura, en sus objetivos generales:

Formar profesionales en el diseño de espacios arquitectónicos que comprendan el contexto en el que se inserta su hacer y los problemas que surgen de las necesidades socialmente relevantes. Que posean un enfoque crítico de la realidad, en la visión totalizadora del problema a solucionar; los conocimientos teóricos, técnicos y metodológicos así como las habilidades para resolver en equipos interdisciplinarios los problemas de su campo, en el lenguaje específico de su disciplina, con claro sentido de servicio a la comunidad.

Queda claro entonces, que se busca realizar propuestas de diseño para un contexto real y comprendido, donde la investigación de campo y la teoría de la arquitectura juegan un papel importante. A su vez, el enfoque crítico no puede construirse sin una visión histórica totalizadora y concreta, más allá de la visión estilística de la arquitectura en el tiempo. Por otro lado, la interdisciplina y el oficio específico, vertidos en un servicio a la comunidad. ¿Qué tanto cumplimos estos objetivos?, una pregunta compleja, que probablemente en las reuniones que la Licenciatura viene realizando desde hace meses en aras de redefinirse, pudieran identificarse algunas respuestas. En mi caso, sin haber podido ser parte integral de ese proceso de discusión, me atrevo a compartir algunas ideas y una posición, desde un hecho concreto sucedido el pasado 7 de octubre, cuando la Coordinación de la Licenciatura y el profesor Roberto Vélez organizaron un festejo por el Día del Arquitecto. La falta de comunicación interna, hizo que dicho evento se encimara con otro organizado por mi área de investigación, Procesos Históricos y Diseño, la Primera Jornada de Arquitectura Artesanal.

Por ser parte del comité organizador y comentarista en el evento de mi área, no tuve oportunidad de asistir al de la Carrera, en el nuestro el auditorio estuvo repleto, y supondría que en el otro también, puesto que las clases oficialmente se suspendieron. No obstante, por los ecos que he podido percibir de ambas iniciativas, me animo a suponer que respondieron a dos visiones de la arquitectura en una misma escuela; por un lado la que en el marco del Día del Arquitecto, privilegio la del profesional liberal y tradicional, a través de la conferencia de un arquitecto que mostró su obra, y de unos ejercicios propuestos a los grupos, donde desde maquetas se trabajaría la obra de diversos autores de talla internacional. En cambio, la Jornada de Arquitectura Artesanal, con la presencia de dos arquitectos traídos de Oaxaca, donde además de mostrar sus trabajos, invitaron a los alumnos presentes a sumarse a diversos proyectos de en ese Estado, donde las comunidades indígenas y de campesinos, requieren de las manos de arquitectos. Vale decir que hasta la fecha, penden desde lo alto de nuestro edificio, unos carteles gigantes con obras de arquitectos del “Star System”. ¿Eso pretendemos como referencia principal para nuestros egresados?. Digo, solo por preguntar.

 Jornada de Arquitecturas Artesanales, Dr. Alejandro Ochoa Vega, Arq. Juan José Santibañez, Arq. Joao Boto Caeiro, Dr. Luis F. Guerrero Baca, Arq. Josue Olguin  Fuente: Alfonso Maldonado G.    

    Carteles del Star System para el día del Arquitecto en la UAM Xochimilco  Fuente: Alfonso Maldonado G.

Noviembre, 2013

Las universidades como parte del problema. Por Eduardo Cadaval

Si todos nos quejamos del estado actual de la arquitectura pública en México ¿por qué no buscar las causas que han originado esta situación? Un ejercicio más riguroso nos pediría ir más allá para saber quiénes han sido los responsables y buscar cuáles son las posibles soluciones. Dicho análisis exhibiría muchos elementos que cumplirían la doble condición de ser responsables de lo sucedido y al mismo tiempo parte indispensable de la solución. En un lugar destacado se hallarían las universidades por su importancia y las repercusiones de lo que se  enseña en sus aulas, parece difícil conseguir cambio alguno si éste no ocurre también en los lugares donde se reflexiona y donde se dan los primeros pasos en la larga trayectoria de aprendizaje que requiere la profesión. 

México es el país con más escuelas de arquitectura del mundo. Sobra decir que muchas son auténticas bromas o entran en la  fantástica categoría “patito”.  Muchas otras creen que por estar cerca de Dios -según ellos- o tener rimbombantes nombres anglosajones, esquivan esta clasificación, pero la calidad de su enseñanza demuestra lo contrario. No es un tema menor el preguntarse cómo es que todas estas pseudo instituciones han logrando obtener un registro oficial para ofrecer un título universitario, tampoco lo es el que no exista una mínima supervisión sobre el tipo de educación que ofrecen.  En un país tan desigual como México, la calidad de la educación es un elemento que contribuye al  desequilibrio: si la calidad de la enseñanza es desigual, las oportunidades también lo serán.

Lo dramático es que las escuelas patito no son el verdadero problema. Sí lo son la mayoría de las grandes escuelas de arquitectura del país que, por omisión o enfoque, han contribuido a la situación actual. Las universidades no se han preocupado por construir un ámbito laboral apropiado donde sus egresados puedan desenvolverse. En las escuelas de arquitectura no existe un debate en torno a las  condiciones laborales o temas gremiales que permitan crear espacios para el adecuado ejercicio de la profesión. No hay ninguna discusión sobre cómo se debe gestionar la arquitectura pública del país. Nadie asesora o propone lineamientos a las dependencias gubernamentales sobre cómo deben llevarse a cabo los proyectos financiados con dinero público. Las instituciones académicas no ejercen presión alguna para que las cosas cambien y ni una sola facultad o escuela puede jactarse de ser pionera en este ámbito o de  tener expertos trabajando en temas de desarrollo laboral  o sobre condiciones equitativas para la profesión. Sus investigadores publican ensayo tras ensayo sobre arquitectura virreinal o sistemas paramétricos pero nadie trabaja sobre temas gremiales de urgente actualidad.

¿No parece irresponsable preocuparse solo por formar estudiantes y descuidar las condiciones en las que estos trabajarán?  ¿Cómo un profesor puede exigir el compromiso de sus alumnos sabiendo que al final se enfrentaran  a un sistema carente de reglas si él no hace nada por cambiarlo? En el caso de las universidades públicas este compromiso debería ser indiscutible. Como instituciones financiadas por el conjunto de la sociedad, su responsabilidad última debiera ir mucho mas allá de tan solo formar  licenciados. Deberían ser capaces de influir en otros ámbitos de  la profesión para así responder a las verdaderas demandas del país.

En el caso de las universidades privadas no existe ninguna razón para que esta exigencia fuese distinta, el problema es que muchas de ellas se han convertido en burdos negocios  donde los estudiantes son tratados como  clientes. No se les enseña, se les atiende.  Nadie reprueba y  lo importante es que los alumnos  estén cómodos y paguen su colegiatura. El propósito principal ya no es educar sino mantener la  maquinaria funcionando: que las inscripciones no caigan; y para eso las escuelas han de trabajar con temas atractivos aunque a veces resulten superficiales. Dejan de lado discusiones sobre el estado de la profesión y sus contingencias porque a sus ojos resultan de gestión o para malos arquitectos.

A quien considere que  exagero le pido se pregunte ¿qué papel juegan las universidades en el estado actual de la profesión y cuál es el que realmente deberían jugar? Las escuelas de arquitectura están cada día mas desligadas de las problemáticas reales de la profesión y lo que es peor es que se  consideran ajenas a muchas de las discusiones que afectan a ésta. En el caso particular de la que atañe a  la arquitectura  pública en México,  las universidades tendrían que aportar un poco de luz y claridad al tema,  ser uno de los epicentros del debate sobre cómo ésta se debe gestionar y presionar para que  las cosas se hagan de forma correcta. Tener profesores e investigadores proponiendo soluciones y explorando nuevos caminos que permitan, por ejemplo, crear condiciones claras y justas de contratación de proyectos y servicios. Brindando asesorías a gobiernos, ONGs o instancias financiadoras y coordinando grupos interdisciplinarios entre facultades para poder abordar los distintos aspectos que una reforma o ley requeriría.

Quizá lo más importante es que todo lo anterior permitirá crear una ambiente  donde los estudiantes  se formen en una nueva cultura de transparencia y exigencia en el rendimiento de cuentas. En el caso de cómo se gestiona la arquitectura pública del país no se logrará ningún cambio real si éste no cuenta con el respaldo del mundo universitario y, sobre todo, sin el apoyo y  la fuerza de los estudiantes y los arquitectos jóvenes. Intuyo que en este tema más pronto que tarde las nuevas generaciones terminarán por darnos una gran lección a todas las anteriores para ayudar a que las cosas cambien definitivamente.


Noviembre, 2013

Abriendo la puerta a la complejidad: Primer Seminario, Diseño, Innovación y Sustentabilidad. UAM Xochimilco. Por Jaell Durán Herrera

Vivimos tiempos de cambios vertiginosos, social y ambientalmente. Al igual que la morfología del planeta, las estructuras sociales se han transformado y se deterioran, a nivel global y local. Las heridas asoman en los conflictos territoriales, políticos, sociales y en las imágenes satelitales del planeta[1].

Sin embargo algunos postulados filosóficos revaloran la importancia de un pensamiento que integre, de manera casi aproximada a lo ideal, un sistema de conexiones entre materialidad y subjetividad,  entre tecnologías apropiadas pero apropiables y entre principios de ética local y civilidad mundial.

Si bien las capacidades de la sociedad y de los sistemas biológicos necesitan para sostenerse de tecnologías apropiadas, es necesario tomar consciencia sobre los otros aspectos inmateriales e inmanentes que están ligados a cualquier proceso de la naturaleza y del universo. El primero de ellos es nuestra relación con el ambiente,  a lo que llamamos principios o preceptos eco-éticos[2]; y los segundos son los aspectos antropoéticos[3], en los que se integra, de manera casi ideal, una triada: la relación del individuo con los seres que lo rodean y con su comunidad.

Para comprender la importancia de esta complementariedad, pensemos en la magnífica metáfora de Juan Villoro sobre el espejo retrovisor[4], en la que el espejo adquiere la condición de un oráculo. Así con esta idea, la historia se comprende hacia atrás pero se vive hacia adelante. Por eso la necesidad de recuperar un modelo holístico de observación de la realidad, aún en tiempos de teorías de lo complejo y del caos, es importante desde la perspectiva de equilibrio humano naturaleza, y humano comunidades. Estas preocupaciones son ancestrales y hoy adquieren vigencia, ahora estamos comprendiendo que el progreso no significa olvido del pasado.

El seminario fue un planteamiento de esta visión complementaria y equilibrada. Por eso la temáticas estuvieron intencionalmente divididas en dos ciclos: el primero de ellos correspondió a las lecturas y realidades diversas de las comunidades y sus localidades, los modos de comprensión individual de símbolos colectivos; los impactos de sinceridad, honestidad y responsabilidad ambiental que detonan los principios humanitarios de los profesionales del diseño en una comunidad; la identidad, los sueños y el subconsciente como fuente inagotable de creatividad en el campo del diseño y las satisfactorias experiencias que propician el trabajo con comunidades indígenas y colectivos. El segundo ciclo de conferencias trató temas directamente ligados con la experiencia, con el uso de ecotecnias para la naturación en los espacios urbanos, las lecciones de habitabilidad de los paradigmas de vivienda colectiva del pasado como base para las futuras propuestas de diseño habitacional;  y finalmente una interesante propuesta que mostró la inserción de la teoría de la complejidad en el diseño.

Ponencia: Neo-artesanía: diseño e innovación artesanal, Arq. Ismael Rodríguez 
Fuente: www.facebook.com/SeminarioDisenoInnovacionYSutentabilidad      

El primer fruto que espera cosechar este seminario, es el de un cambio de actitud de nuestra comunidad universitaria  hacia las problemáticas sociales y ambientales; la re conexión de las redes comunitarias que pueden ser venturosamente el soporte central en momentos de crisis y futuros acontecimientos críticos dentro de nuestra universidad y fuera de ella.

Así con esta puerta abierta a la complejidad inauguramos un camino de re conexiones favorables, en nuestras aulas y en la producción de un nuevo conocimiento para la sociedad, desde la plataforma de nuestra División de Ciencias y Artes para el Diseño.




[1] Véase el artículo de la revista digital Ecoosfera sobre las Heridas del paisaje Americano: fotos aéreas de granjas industriales. http://www.ecoosfera.com/2013/09/las-heridas-del-paisaje-americano-fotos-aereas-de-granjas-industriales/
[2] En relación a esto las corporaciones han aprovechado las problemáticas que ellas mismas ocasionaron ahora ofrecen soluciones verdes, tecnologías limpias, ecología y sustentabilidad a la medida del mercado, convirtiendo estas problemáticas en una oportunidades mercantilistas. Para mayor referencia véase a Fernando Martín Juez, Homoindicadores, http://www.cidi.unam.mx/popup/folleto_homo.pdf
[3] Concepto acuñado por Edgar Morin para describir una equilibrada participación humana con sus congéneres, con otras especies y con el ambiente. Véase Edgar Morin, La ética del género humano, documento pdf, ITAM.
[4] Veáse Juan Villoro, Espejo retrovisor, Seix Barral, México, 2013.

Noviembre, 2013

Gracias SDB. Por Francisco H. Alfaro Salazar

Salvador Díaz-Berrio en la Escuela Nacional de Restauración  Fuente: http://www.excelsior.com.mx/

Se ha ido Salvador Díaz Berrio Fernández (en mi cabeza siempre fue SDB, quizá por su firma) y podemos recordarlo como maestro de generaciones de conservadores y restauradores de bienes inmuebles, en tantas instituciones como la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH desde los tiempos del Centro Latinoamericano de Conservación UNESCO en Churubusco. También su colaboración fundadora de la especialidad en facultades de Arquitectura como la Universidad de Guanajuato, la UNAM, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, la Universidad Autónoma de Colima, sin dejar de reconocer su paso por nuestra Universidad Autónoma Metropolitana.

Los documentos dicen que nació en 1940, pero él pareciera venir de otros tiempos, de todos ellos, materializados ahora. Su saber estaba en él y en lo que siempre quiso hacer: estudiar, enseñar, reflexionar, proponer, escribir y transmitir su conocimiento. Las historias personales y profesionales que pudo tocar están en el pensamiento y la voz de todos aquellos que tuvieron, que tuvimos, la posibilidad de compartir un aula, una oficina, una parte del territorio recorrido. SDB fue pionero en muchos campos y generador de proyectos académicos que le dieron sentido al estudio y formación de especialistas en la Conservación del Patrimonio Cultural.

Conocí a SDB a través de un texto que fue llevado a las aulas universitarias de la UAM, a fines de los setentas, por Rodolfo Santa María, bajo el título Conservación de monumentos y zonas monumentales, de aquella colección conocida como SEPSetentas. Esa fue una primera aproximación a un autor que se desplazaba entre el análisis y la reflexión y cuya estructura teórica lo volvía un texto de referencia para la comprensión del Patrimonio Cultural y el valor social, histórico y material de éste. Y de ahí a entender a la conservación como un acto para comprender al legado material del pasado y su valor como contenedor de presente y futuro.

Pasaron cerca de 10 años desde aquel contacto bibliográfico para conocer personalmente a SDB. El lugar de encuentro fue, necesariamente, un recinto académico. Aún recuerdo los primeros días de septiembre de 1989 cuando inicie los trámites para inscribirme a la Maestría en Arquitectura con Especialidad en Restauración de Monumentos. A partir de aquel momento hubo un contacto amable, cordial que podría entender como afectuoso. Después del ciclo completo de estudios de la Maestría, el arquitecto Díaz-Berrio(como yo lo llamaba)me invitó a colaborar con él en el Ex-convento de Churubusco, tanto en actividades de docencia en la Maestría, como en otros temas. Recuerdo especialmente mi experiencia en la elaboración de expedientes para la inclusión de sitios mexicanos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, desde el documento de 1990 (Morelia) hasta el de 1998 (la zona Arqueológica de Xochicalco). A lo largo de esos años tuve el privilegio de colaborar con él en la ENCRyM, en su trabajo del INAH-CONALMEX, así como ser partícipe de las primeras andanzas de la Maestría en Restauración de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Los proyectos con la UNESCO también estuvieron presentes, y gracias a su apoyo fue posible mi asistencia, en 1995, al curso de especialización en conservación arquitectónica en el ICCROM, en Roma. En 1998 me tocó ver y ser copartícipe de su alejamiento del INAH y la ENCRyM, así como su llegada a la UAM Xochimilco en 1999, gracias a lo cual seguimos colaborando y encontrándonos, aunque cada vez más esporádicamente.

Aún recuerdo con plenitud esa labor exhaustiva, extenuante, demandante que significó colaborar con él. Y de aquellos años guardo el rigor en la investigación, la docencia y el trabajo académico sostenido. El legado recibido por parte de SDB creó escuela en tantas generaciones, en muchos de nosotros formados dentro del ámbito del patrimonio cultural edificado y su conservación y restauración como un medio para mantenerlo presente. Los que tuvimos la oportunidad de convivir con el maestro, hoy podemos sentirnos tristes y afectados por su partida, pero también agradecidos por haber estado cerca para constatar la congruencia de su vida como docente y formador de especialistas… y de seres humanos.

Gracias SDB

Octubre, 2013

¡Estudiar, Arquitectura! Por V. Alfonso Maldonado Gómez

La educación superior siempre ha sido un tema de discusión complejo, buscando respuestas a ¿cómo debería ser?, ¿cómo habría de impartirse?, ¿cómo tendrían que ser los espacios dedicados al aprendizaje?, si bien es cierto que en diferentes medios se discute y publica sobre estos temas, también es verdad que, la toma de decisiones y acciones de estos queda sólo en unos cuantos. Aún siendo así, será verdad que, para que un alumno se pueda desenvolver adecuadamente, ¿sólo se necesite  renovar planes de estudio, metodologías de enseñanza y crear espacios adecuados? Es decir entre las personas e instituciones encargadas de desarrollar, enseñar y diseñar los espacios de educación, ¿dónde queda uno como estudiante?, en que parte empiezas a involucrarte en la toma de decisiones que forjaran la base de tu formación profesional. Tal vez un primer paso sea el elegir una profesión, ver si se tienen las aptitudes y el interés para cursarla, pues no se trata solo del poder ingresar a una universidad, sino que también conlleva una responsabilidad, siempre está el informarse antes y después en qué consiste elegir estudiar una profesión, ya que muchas veces se ingresa con una idea errada.

Estudiante de Arquitectura en la línea 12 del metro  Fuente: Elizabeth Velázquez, diario Reforma

En el caso de la arquitectura casi siempre se ingresa con una visión limitada de lo que supone realmente, no hay que confundir el dibujar planos y realizar maquetas, con el diseño, la arquitectura consiste en un trabajo interdisciplinario e involucra diversos procesos, como el desarrollar estrategias, construir teorías y realizar críticas, haciendo uso de la información, la lectura, el concepto y la metáfora. También está el apoyarse en las demás disciplinas, historia, matemáticas y estructuras, así como también en los procesos constructivos y administrativos.

Estudiar arquitectura significa asumir el compromiso de ser más proactivo, aventurarse a salir de la comodidad de las aulas para ver lo que está sucediendo afuera, no todo se aprende en un restirador o enfrente de una pantalla, así que también está el asistir a conferencias y seminarios, como el visitar exposiciones, recorrer la ciudad y por supuesto observar arquitectura, ya que todo planteamiento de un proyecto realizado se basa en conocimientos acumulados y experiencias adquiridas a través del tiempo. 

Seminario de análisis y crítica arquitectónica en la UAM-X  Fuente: Taller EEA

Al final quizá la decisión más importante parte de la reflexión: una buena formación académica no radica solo del depender y exigir a los demás, sino también en el dar, en superarse a sí mismo, pues cada quien es responsable de su propio aprendizaje, uno aprende tanto como quiere de acuerdo a sus intereses. 

Octubre, 2013

La arquitectura más reciente en Oaxaca. ¿Una nueva escuela? Por Dulce Ma. García Lizárraga

En los últimos años, en cada visita a la ciudad de Oaxaca, no deja de sorprendernos su vitalidad y auge cultural, lo mismo en artesanía, arte, música y especialmente arquitectura, que es el tema que nos ocupa en este texto.
Para lograr este “renacimiento” se han conjugado varios factores a su favor, por una lado unos promotores o mecenas modernos con Francisco Toledo como cabeza más visible, y Alfredo Harp Helú que desde distintas trincheras impulsan y hacen posible la realización de diversas obras que van desde restauraciones, reutilizaciones y obras nuevas, cuyo fin principal es el rescate de la arquitectura del lugar y el fomento y disfrute de la cultura.
Un antecedente muy importante fue la cuidadosa restauración del convento de Santo Domingo, (1994-1998) a cargo de los arquitectos Juan Urquiaga y Enrique Lastra, (bajo la coordinación del INAH).

Museo de la Filatelia de Oaxaca (MUFI) Arq. Daniel López Salgado  Fuente: Dulce Ma. García Lizárraga 

En un breve recorrido por algunas de las obras recientes, podemos mencionar el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) que aloja una de las colecciones de artes gráficas más importantes de Latinoamérica. Así como un centro cultural con una biblioteca especializada en arte; el Cineclub (El Pochote), el Centro Fotográfico "Manuel Álvarez Bravo", la Fonoteca “Eduardo Mata” y Galerías de exposiciones, todos ellos ubicados en distintas casas del centro histórico de la ciudad.
En una casa de principios del siglo XX localizada en el mismo perímetro, es decir en los alrededores del convento Santo Domingo, se localiza el “Museo de la Filatelia”, reutilización desarrollada en dos etapas entre 1998 y 2001. El proyecto de Daniel López Salgado respeta la fachada original y en su interior a través de un lenguaje minimalista -todo en color blanco- se inicia un recorrido breve pero rico en experiencias entre sombras y luz de interiores y exteriores, en los que destaca el excelente trabajo de paisaje en los patios.

Museo Textil de Oaxaca (MTO) Arq. Juan José Santibáñez  Fuente: Dulce Ma. García Lizárraga

En el mismo centro histórico en la calle Hidalgo, encontramos dos obras contiguas que formaron parte del antiguo solar del convento de San Pablo. La primera de una escala muy pequeña, con uso anterior de casa habitación, hoy alberga el “Museo Textil”, proyecto de Juan José Santibañez, quien respeta los materiales: piedra y tabique principalmente, con el que “teje” los muros del primer patio. Apenas perceptible por su altura, un vitral de Toledo nos indica que al otro lado se encuentra el antiguo convento de San Pablo. Hoy conocido como “Centro académico y cultural San Pablo” es una obra de mayores dimensiones y complejidad, donde se tuvieron que realizar trabajos de rescate de las construcciones antiguas y eliminar añadidos posteriores. Al mismo tiempo Mauricio Rocha realizó el proyecto de reutilización que incluye como parte del programa: cafetería, restaurante, tienda y oficinas de la Fundación Harp Helú, que se resuelven con nuevas edificaciones discretas y bien integradas al conjunto. La intervención se enriquece con la apertura hacia la calle Independencia, ya que se puede transitar por la recuperada calle peatonal interior, en la que sobresale el cuidadoso trabajo del piso.
El recorrido continuaría con la visita a otras obras más recientes de Santibañez y Rocha, como la Biblioteca Infantil del primero o la Escuela de Artes Plásticas del segundo; o el excelente trabajo de recuperación y reutilización de la antigua fábrica textil en San Agustín Etla, hoy convertida en el Centro de las  Artes de San Agustín, mejor conocida como CaSa, de la arquitecta Claudina López.

Museo Textil de Oaxaca (MTO) Arq. Juan José Santibáñez 
Fuente: Dulce Ma. García Lizárraga
Es pertinente destacar estas arquitecturas artesanales, en las que sabiamente se combinan técnicas y materiales tradicionales a la vez que se incorpora un lenguaje contemporáneo. Estos arquitectos que a su vez están formando nuevas generaciones en el oficio, y que nos muestran otras posibilidades de hacer arquitectura con el espíritu del lugar.

Octubre, 2013

La permanencia en el tiempo. La Biblioteca de México “José Vasconcelos”. Por Fernando Minaya Hernández

La reutilización es un factor que la propia arquitectura patrimonial y  la ciudad requieren. Por un lado, la ausencia de predios en la ciudad para nuevos proyectos y, por el otro, la recuperación de edificios patrimoniales ha permitido que, desde finales de la década de 1980, se establezcan proyectos en edificios con características y propiedades de valor arquitectónico relevante por su historia. La intervención de edificios religiosos y del periodo colonial, en la actualidad, han sido determinantes para la consolidación de museos, bibliotecas, centro culturales, entre otros; y con ello se localicen en zonas de inmejorable ubicación para exponer a la cultura nacional e internacional. En la ciudad de México, el reutilizar un edifico es una necesidad, y la parte arquitectónica es sin duda la labor más difícil en la adopción del nuevo uso, y sobre todo, del encuentro de dos discursos arquitectónicos separados por el tiempo y forma de pensamiento, para así cumplir con otro objetivo: la conservación del patrimonio histórico tangible de la ciudad.

Biblioteca Pública de México, arq. Abraham Zabludovsky. 1988.
Fuente: “Integración del pasado y presente” (1989), en Obras, mayo, Expansión, México, pp. 11
29.
 Uno de los primeros ejemplos fue la Biblioteca de México, ubicada en La Plaza de la Ciudadela, fue un proyecto a cargo del arquitecto Abraham Zabludovsky, en el cual se respeto de manera integra el edificio proponiendo, en los cuatro patios del conjunto colonial, una techumbre para proteger las nuevas salas de lectura. La techumbre fue la mayor intervención del edificio, protegiendo así el valor patrimonial.   

Biblioteca Pública de México, Biblioteca Castro Leal, Arq. Bernardo Gómez Pimienta. 2012. Fuente: http://www.bgp.com.mx/
En el Presente, la biblioteca está recibiendo una transformación para su actualización y re-funcionalización de las instalaciones con nuevas tecnologías. También se encargaron diseños específicos para la creación de las bibliotecas personales de José Luis Martínez, Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis. El proyecto maestro se desprende del programa “Ciudad de los libros, el cual pretende transformar a la biblioteca en un centro cultural y de servicios bibliotecarios. A la fecha se han retrasado los trabajos por falta de presupuesto, pero la primera etapa ya es una realidad, esperemos que en un futuro inmediato podamos disfrutar con su nueva cara, en pleno siglo XXI, de tan esplendido espacio arquitectónico y cultural de la Ciudad de México.

Octubre, 2013

CHICAGO. Por Alejandro Ochoa Vega


Para un arquitecto que tenga oportunidad de viajar a Estados Unidos o Europa, sin descartar otros destinos más lejanos y exóticos a la cultura occidental, tendrá múltiples ejemplos y obras de donde aprender. Desde las paradigmáticas que aparecen en todos los libros de historia o guías de arquitectura, realizadas por autores famosos, hasta otras que se suman a un paisaje sin protagonismo individual, pero que tanto contribuyen en los tejidos de las ciudades. Obras anónimas sumadas a barrios tradicionales o sectores urbanos no centralizados. En ese sentido, la ciudad de Chicago, en el Estado Illinois, al norte de Estados Unidos, en la zona baja del Lago Michigan, ofrece innumerables oportunidades para un arquitecto que quiere acercarse a la obra de sus maestros admirados, o abrirse a no pocas sorpresas de casos menos conocidos.

Edificios federales, Mies Van Der Rohe  Fuente: Alejandro Ochoa Vega

Una instancia de gran ayuda, es la Fundación de Arquitectura de Chicago, que prácticamente todos los días de la semana y el año, tienen una variedad extensa de recorridos o “tours”, ya sea caminando, en autobús o en barco, para ver los edificios insignes de la Escuela de Chicago, o el Art Déco en vestíbulos de edificios de los años veinte y treinta del siglo pasado. Pero también al primer Frank Lloyd Wright con su casa y estudio, la famosísima Robie House, o el United Temple, y no se diga al Mies Van Der Rohe americano, en su conjunto del Instituto Tecnológico de Illinois, o los edificios federales del centro de la ciudad, sin olvidar las torres de vivienda en Lake Shore Drive o la casa Farnsworth. Los hay también para apreciar obra más contemporánea, como el Millennium Park, con la inconfundible cubierta del auditorio de Frank Ghery. Más allá de este apoyo para acceder a diversas obras de interés, Chicago es también un lugar para caminar, por todo el “Loop” de aquella ciudad que se levanto en altura, después del incendio de 1871, por sus hermosos parques y museos bordeando el lago que parece mar. También, moverse hacia otros barrios y zonas más lejanas, a través de un sistema de trenes y metro muy eficiente, y que incluso mantiene varias líneas elevadas, ideales para tener una perspectiva más dinámica y amplia de la ciudad.

Parque Millennium, Frank Ghery  Fuente: Alejandro Ochoa Vega

La ciudad pionera de los rascacielos desde el siglo XIX, no podía no tener edificios miradores, como son la Willis Tower (antes Torre Sears) o el John Hancock Center, donde la vista de la ciudad es impresionante, además según la hora, ideal para los atardeceres. Cabe decir que entre los museos, el más completo es del Instituto de Arte de Chicago, con una colección importante de obras impresionistas, y donde también se puede apreciar un ala nueva realizada por Renzo Piano. Inserción por demás acertada, con aquellas estructuras ligeras de metal, una geometría sobria, en diálogo con el viejo edificio neoclásico del museo original.

Auditorum, Adler y Sullivan  Fuente: Alejandro Ochoa Vega

En suma, una ciudad que se disfruta por su escala caminable, eficiente transporte público, hermosos parques, gente amable, buenos restaurantes y una arquitectura de gran calidad. La de los grandes maestros de la Escuela de Chicago del siglo XIX, del Movimiento Moderno y Orgánico del XX, y hasta alguna expresión de interés del posmoderno del XXI. Una verdadera lección de arquitectura, urbanismo y cultura contemporánea, para no perderse.

Casa Farnsworth, Mies Van Der Rohe  Fuente: Alejandro Ochoa Vega

Septiembre, 2013

Educación y arquitectura para todos. El campus de la UACM en San Lorenzo Tezonco. Por Fernando Minaya Hernández

La Universidad Autónoma de la Ciudad de México surgió por la alta demanda de educación media y superior en la Ciudad de México. La intención del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2000-2005) fue encausar una universidad equitativa y dirigida a las clases sociales bajas de la ciudad, a pesar de ya contar con la Universidad Autónoma Metropolitana en la ciudad. El enfoque ideológico del  periodo dirigió su atención a la asistencia social en los aspectos de salud, vivienda, educación, cultura, vialidad y trasporte en casi toda la ciudad. Por dichos motivos, el Gobierno del Distrito Federal invitó a la Facultad de Arquitectura, por medio de la Coordinación de Proyectos de Vinculación a realizar el nuevo campus universitario en Iztapalapa. Cabe mencionar que el GDF, desde la década de 1990, ya había colaborado con la UNAM en proyectos de planeación e imagen urbana, arquitectura, reutilización de espacios preexistentes y estudios urbanos en la Ciudad; acentuándose el número de proyectos en el periodo de 1997 a 2008.  

El proyecto arquitectónico se localizó en los predios cedidos por El Panteón Civil de San Lorenzo Tezonco para la construcción de la UACM. El objetivo del proyecto propuso un plantel “funcional, bello, austero, eficiente y moderno”, a decir de sus autores, la Facultad de Arquitectura conformó el equipo compuesto por profesores, asesores externos y estudiantes en la elaboración del proyecto. Así mismo el diseño está inspirado en el campus de Ciudad Universitaria en cuanto su funcionalidad (Facultad de Arquitectura, 2005: 100). El esquema de campus y un circuito vial se retoma para dotar de mayor funcionalidad al conjunto y no sumar conflictos viales en las avenidas adyacentes, además de conformar plazas y jardines.

UACM-San Lorenzo Tezonco Fuente: Fernando Minaya
La utilización de materiales como el concreto es predominante en el conjunto, así como elementos estructurales de acero. Las techumbres están compuestas por dos pendientes encontradas al centro de cada edificio escolar; lo anterior permite una mejor evacuación del agua pluvial, para evitar  escurrimientos perimetrales, protegiendo a los peatones en planta baja. Los edificios están dispuestos en forma de peine, la primera etapa del proyecto está compuesta por un edificio de tres niveles para las actividades administrativas y tres volúmenes independientes en cinco niveles para profesores, aulas y telecomunicaciones para atender una demanda para más de 8,000 alumnos en dos turnos. Otro edificio lo constituye la biblioteca, auditorio y cafetería, además de siete edificios para aulas y áreas de trabajo para profesores, ellos serán construidos en una segunda etapa, que aun se encuentra detenida, con lo cual complementarían la capacidad máxima de 15,600 alumnos.

UACM-San Lorenzo Tezonco Fuente: Fernando Minaya
El funcionamiento del plantel es efectivo, pero la segunda etapa implica más de un 50% de instalaciones totales del proyecto original. La inauguración del plantel fue el 10 de enero de 2005 y coincidió con la promulgación de la ley que otorgó la autonomía a la institución, sin embargo también representa  el inicio de la universidad con un campus a medias que se extiende hasta el presente. El conjunto de la UACM muestra las inquietudes de nuevas propuestas y logros, en cuanto a la participación de grupos para el diseño institucional. De igual forma responde a necesidades educativas inmediatas, sobre todo en zonas de deterioro social, mínima consolidación y cohesión social igualmente con el rezago educativo superior, que si bien son planteados desde décadas pasadas; con la izquierda contemporánea se han logrado avances, parciales, en educación y cultura en la Ciudad de México.

Septiembre, 2013

CARTA ABIERTA. Por Jean Pierre Serna

Estimados amigos,
Seguramente notaron que, en estas últimas semanas, en Turquía ha habido algunas movilizaciones sociales. Movilizaciones que en cierta medida han puesto el país a la puerta de una revolución. En solidaridad con mis amigos turcos que están ahí manifestando y en el deseo de atizar nuestros debates, me propuse escribirles. Ades, pensé que si bien mis análisis no son de especialista, al menos pudieran dar un testimonio.

Hace casi dos años que vivo aquí. El ser testigo parcial de lo que aquí sucede ha definitivamente transformado mi manera de ver las cosas: en lo político, en lo social y en lo religioso. Digo parcial por dos razones: por un lado, pienso que e mi turco limitado me hace perder sutilezas que pudieran ser cruciales para construir un discurso; por otro, tengo aún trabajo por hacer para comprender la historia que constituye este país. Digo transformado mi manera de ver las cosas puesto que las manifestaciones  han  afirmado  ese  postulado  foucaultiano  que  exige  construir  un  discurso  fuera  de  ideas  preconcebidas recreando clasificaciones propias al objeto; alimentado esa convicción marxista (o bien Irigoyeana) de que la arquitectura no es estructural en la sociedad sino subordinada a lo potico, a lo económico y por tanto a lo ideológico; y finalmente la urgente necesidad Hesseliana de indignarse(me).



Es difícil analizar la complejidad de lo que aq sucede. Comencemos por el detonante: la arquitectura y el urbanismo. La decisión del gobierno de transformar Taksim, una plaza pública (el "Zócalo" de Estambul) en un centro comercial. Ecologistas fueron los primeros en reaccionar, la represión brutal de esta minoría despertó al pueblo que, harto de las decisiones poticas de los últimos años, se concentró en la calle para manifestar su indignación contra el gobierno y su solidaridad con si go mismo. Más allá de la construcción de proyectos megalómanos a una velocidad proporcionalmente asombrosa (al de Taksim podemos sumar muchos otros), la cuestión de lo urbano-arquitectónico es una metonimia y por tanto deja de ser estructural: el hastío nace del autoritarismo y de la pérdida sucesiva de la laicidad, símbolo de la Turquía contemporánea.

Me  permito  entonces  enumerar  algunos  hechos  histórico-contemporáneos.  Lo  que  hoy  conocemos  comoTurquía fue fundada por Atark (traducido: Padre de los turcos) quien a partir de la revolución de 1923 concibió, entre otras, una república laica (lo que hace que, por ejemplo, el velo sea prohibido en las escuelas y universidades o que las mujeres ha yan tenido primero el derecho al voto aquí antes que en Francia) construida bajo una visión occidental de desarrollo. A partir de la revolución, el país estuvo dirigido por una pseudodemocracia: un gobierno elegido por el sufragio, controlado por sucesivas dictaduras o golpes militares. Desde el 2002, Recep T. Erdogan, del partido de los hermanos musulmanes (que en Europa les dicen "Musulmanes moderados"), es elegido como Primer Ministro. En un inicio, Erdogan fue aplaudido por intelectuales y poticos nacionales e internacionalmente (puesto que puso en jaque el lugar político que ocupaban las fuerzas armadas y propulsó la economía del país). Sin embargo, durante la última década su gobierno, dinamizado por una ideología neoliberal, religioso- conservadora y no por menos megalómana, ha intentado destituir los símbolos de la identidad turca (Atatürk y el laicismo) para restituir otros (él mismo, la religión y los orígenes Otomanos).



Bajo esta lógica, las políticas de desarrollo territorial se han centralizado en Estambul, al margen de una crisis ambiental y social; también se han modificado leyes que en nombre de los derechos individuales han permitido a la religión penetrar en las escuelas. Por otro lado, el país vive una economía que, a pesar de sus cifras aparentemente dopadas, muestra uno de los mayores porcentajes de crecimiento a nivel mundial, con una deuda externa en 0. Por ello también muchos dicen (turcos o extranjeros): "no hay que quejarse, económicamente estamos (están) bien". Pero como recordaría Badiou, cuál es el precio de lo social por el crecimiento económico?...

Así podemos entender mejor lo que implica el hastío de los turcos. Que también es por la medida de fuerza y la forma en que se reprim una pequeña manifestación ecologista. Es así como el levantamiento tuvo una fuerte resonancia en todo  el  territorio.  Un  levantamiento  espontáneo  que  permitió  concentrar  bajo  una misma  consigna  grupos  de  diferente tradición, ideología o creencia. He aq uno de los hechos que más me han impactado: encuentras reunidos en un mismo lugar grupos ultranacionalistas, de extrema izquierda, minorías culturales (kurdos, alevís, LGBT), de diversa creencia o convicción Ateos y musulmanes)... Así, cuando te acercas a las manifestaciones puedes ver a la musulmana bebiendo de la botella de agua de un travesti, a laicos en short haciendo un círculo alrededor de musulmanes durante la oración para que puedan estos últimos tener un espacio sin ser interrumpidos, a personas de diferentes generaciones protestando (adolescentes, adultos e incluso ancianos), a la burguesa saliendo de su edificio para llevar el desayuno a los campistas...

De mi parte,  en lo que he podido seguir o acompañar, estoy bastante sorprendido por la manera en cómo los turcos se rnen y manifiestan en la calle. No imaginé que en tiempos tan turbulentos se pudiera la gente manejar con tal disciplina y fraternidad. La gente trabaja de día y protesta de noche; ves marchar una multitud en la calle sin que uno de él los se suba a la acera; los comerciantes protegen y apoyan a los protestantes; ves a los manifestantes, luego de cada concentración, organizarse en filas para recoger la basura; se organizan servicios gratuitos de veterinarios para los animales de la calle... El primer ministro dijo: "a las madres que están en sus casas, que por favor llamen a sus hijos de vuelta, que regresen para protegerse de los terroristas de la calle", entonces las madres se tomaron de manos y marcharon en cadenas en el espacio público; el primer ministro dijo: "no haremos caso a la gentuza alcohólica", entonces la gente camina por todos lados con una cerveza en la mano o hacen lluvia de alcohol desde sus balcones; ves a la burguesa caminar por la calle de la colonia Chic con una bandera y un cartel de consignas en el brazo mientras hace sus compras; ves la anciana lanzando piedras a los policías; testimonias un  fervor  por  lo  "turco",  la  gente  le  hacboicot  a bancos  cambiando  sus cuentas de  agencia  y  a cadenas internacionales, clausurando espontáneamente Starbucks, subways algunos renunciaron a sus empleos.



La génesis de estas manifestaciones puso en evidencia otro fenómeno de escándalo: el papel que han asumido los medios de comunicación para cubrir los hechos. Los primeros días, por ejemplo, mientras la policía atacaba con una fuerza despiadada a la gente en la calle, CNNTürk pasaba un documental de "pingüinos!"; también durante días no hacías la diferencia entre una noticia de un periódico a otro (todas a favor al gobierno). Los pocos medios que dijeron algo, por mínimo que fuera, están hoy multados por atentar contra la seguridad física y psicológica de los niños. Si no fuera por facebook o twitter, ya esto hubiera acabado hace mucho y ni siquiera nos hubiéramos enterado que comenzó. Es por ello que uno de los mecanismos de represión ha sido seguir los comentarios de la gente por Twiter para arrestarlos; la prisión en este caso vale por comentario s como "nos vemos al rato en el zócalo" o "no vayan a esa esquina porque a lo mejor hay polis"... Sin embargo, la fuerza del movimiento es tal, que esto no ha intimidado a los turcos.
Así, podría alargar este correo carta multiplicando eventos que te erizan la piel, no solo por el modo en cómo los turcos asumen la manifestación, sino también por cómo el gobierno los afronta. Es por ello que no hab de los más de 50abogados que fueron arrestados y sacados violentamente del palacio de justicia en Estambul, del escándalo de los médicos arrestados por haber atendido a los heridos de las manifestaciones o el adolescente muerto cuando le negaron la entrada al hospital pues debía antes registrarse en la policía..............

Como sea, bien lo dijo hace poco Serra Yilmaz, una actriz activista aquí matamos el miedo, como Mc Beth o bien Ahmet Insel, un intelectual turco: a pesar de todas las represiones, la libertad se ha podido respirar hoy en día durante estas manifestaciones"



Al día de hoy, las manifestaciones han poco a poco mermado. Esto, seguido a la prohibición de la construcción del centro comercial. Sin embargo, se siente como las personas llevan el movimiento a flor de piel. Hace unos días, por ejemplo, comenzó el ramadán (ritual de tradición musulmana en la que los creyentes ayunan durante un mes) y la gente se reunió a hacer un picnic masivo en la calle. Pienso que es difícil que el Primer ministro demisione. Sin embargo, la fuerza del movimiento ha permitido dar un registro histórico-simbólico que hará que bien Erdogan o los que vengan después de él, se manejen con mayor cautela; así como el pueblo se demostró a sí mismo cómo unido, no podrá ser vencido.



Como verán, qué difícil es no sentirse consternado! Un abrazo.

Estambul, junio 2013.


Septiembre, 2013