En
años recientes se ha retomado a nivel de
autoridades de la ciudad de México una política de vivienda dirigida a la
construcción de edificios multifamiliares de altura. El planteamiento no es
nuevo y en diferentes momentos ha sido considerado.
Antes
de establecer normas rígidas de densificación es necesario definir con claridad
cuál es la intención de estas acciones,
a quien beneficiaran y que impactos ambientales, sociales y económicos
pueden tener; en lugar de partir de una generalización de la normatividad en un
contexto complejo y con marcadas variaciones y diferencias en la calidad y usos
del suelo, la población afectada y a servir, el impacto en la vialidad en los
servicios de agua, drenaje, etc.
En
este ensayo se introducen dos casos concretos como experiencia de construcción
de vivienda multifamiliar en barrios populares de la ciudad de México. En ambos
la propuesta tiene como objetivo principal el de mejorar la calidad de vida de
los habitantes del lugar, e incrementar
la oferta habitacional. El primer ejemplo parte de la reducción de la población que se detectó en la colonia
Guerrero en los años que el proyecto se realizó (1975-1978). El segundo surge
como una actividad de emergencia después del sismo de 1985, para reconstruir vecindades
en barrios populares de la ciudad de México. Aprovechando de esta manera en
ambos los servicios y el equipamiento que dichos lugares ofrecían a sus
pobladores.
Una
característica importante de estos ejemplos es el de tener como agente
principal en el proceso de producción de los edificios habitacionales al
habitante, claramente identificado desde
un principio como usuario del lugar, e integrante activo de la estructura
social y económica del mismo. En ambos, su localización en sectores populares
de la ciudad, los ubica dentro del rango de bajos ingresos, es decir no mayor de 4 salarios mínimos al
mes, más o menos a 8,000 pesos mensuales en datos actuales.
También,
cabe decir que se utilizaron para su desarrollo y construcción métodos y
técnicas de planeación y diseño participativo. Este enfoque se inserta en una experiencia mundial de más
de cincuenta años que surgió como reacción a la producción masiva de vivienda en altura que se realizó en
Europa después de la segunda guerra mundial. En nuestro país y particularmente
en la ciudad de México el Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento mejor
conocido por sus siglas como COPEVI, cumple 50 años de vida trabajando con
métodos de planeación y diseño participativo,
y de esta manera participando como asesor en la producción de vivienda popular.
En esta institución se dio la asesoría técnica del primer proyecto.
Al
trabajar de manera conjunta con el poblador en el proceso de producción de
vivienda, surge la necesidad de conocer
y estudiar con dicho actor formas de vida, proceso histórico, la imagen urbana,
la tipología edificada existente, etc. Con el fin de elaborar un diagnóstico
que conduzca desde una visión crítica integral a las propuestas de regeneración
urbana del lugar y en los casos particulares de construcción de nueva vivienda.
El
primer caso de la colonia Guerrero, realizado entre 1975-1978 es el proyecto de
Unidad Habitacional Cohuatlan, sobre la calle de Zarco de dicha colonia. El
conjunto esta integrado por tres edificios, dos de ellos de cuatro niveles y el tercero de seis delimitando un patio
central. En total el conjunto tiene 60 departamentos y su particularidad
principal es que los edificios están
mezclando de manera estratégica, seis tipos de departamentos que van de
32 m² a 74 m² en planta, con opciones
múltiples de acabados y organización espacial interna. El método de diseño
participativo aplicado en aquel momento fue el de los soportes propuesto en los
años 60s por John Habraken y desarrollado primero en Holanda por el Stichting
Architecten Research (SAR) y posteriormente en el mundo con el nombre de Open
Building (edificios abiertos).
El
diagnóstico de la vivienda en la colonia guerrero mostró con datos contundentes
el alto nivel de deterioro que en aquel entonces tenían las vecindades del
lugar. Años después, el sismo del 1985 en México descubrió ante las miradas del mundo y de las
autoridades del lugar, la misma situación
en las más de 40 mil viviendas
que cayeron y tuvieron que ser
reconstruidas con nuevos proyectos en un
periodo de 2 años.
En
este tiempo tuvimos la oportunidad de trabajar profesores y alumnos de la
carrera de arquitectura del CYAD en un programa de servicio social que dio
origen a la formalización del taller de vivienda (TAVI) actualmente ubicado dentro del área de investigación “La vivienda
popular y su entorno”.
Durante
un lapso de dos años a partir de febrero del 86
el TAVI participó en la construcción de 16 nuevas vecindades con un
promedio de 20 viviendas por vecindad, las normas establecidas por el programa
de reconstrucción en aquel momento no permitían construir viviendas de más de
40 m² e impidieron su futuro crecimiento. El argumento que sustentaba estas
limitaciones era que el cuarto redondo
de vecindad antes del sismo tenía en promedio 20 m². Y por otro lado que
al tener que construir en un lugar de alto riesgo sísmico convenía evitar
crecimientos posteriores. Para tal efecto el programa de reconstrucción diseño
prototipos que fueron repetidos en la mayor parte de las 40 mil nuevas viviendas
construidas.
El
taller de vivienda conjuntamente con grupos similares de la UNAM, IPN y ONG´s, decidimos trabajar
directamente con los pobladores y desarrollar sus proyectos habitacionales de
acuerdo con las condicionantes particulares de cada lugar.
Parte
de estas experiencias fueron documentadas en el libro Alternativas de vivienda
en Barrios populares, el cual presentaba algunos de los proyectos desarrollados
por estos grupos y una propuesta de sistematización, mostrando las variaciones por las fuertes
limitaciones que estableció el Programa de Renovación Habitacional del Gobierno
Federal.
Retomando
el tema de la construcción de edificios multifamiliares en altura en la ciudad
de México, es recomendable hacer un recuento histórico de experiencias positivas
y negativas, antes de proponer de manera
unilateral y unidimensional normas que nos dejen ver con claridad quien
es el beneficiario de estas nuevas
políticas; ¿la industria de la construcción? ¿los grupos económicos de ingresos
medios altos?¿la ciudad? ¿el habitante del lugar?.
Perspectiva
de los edificios de soportes de la Unidad habitacional Cohuatlan
Vista
suroeste de la Unidad habitacional Cohuatlan, Fuente: J. Andrade.
Bibliografía
ANDRADE,
Jorge Iván, Alternativas de vivienda en
barrios populares (1988), Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco, México.
- Pensar el futuro de México, La vivienda
popular en México. Retos para el siglo XXI (2011), Colección conmemorativa
de las revoluciones centenarias, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco, México.
Abril, 2015.
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