2020. Continuar la vida

 


*Alejandro Ochoa Vega

 

Hace un año que cerrábamos el 2019, aunque ya escuchábamos sobre el nuevo coronavirus desde la lejana China y su inevitable expansión mundial, pocos vislumbrábamos como impactaría en nuestra vida cotidiana. Incluso diría que los primeros dos meses del año, nuestras rutinas fueron las de siempre, salir, ir al trabajo, ver amigos y familia, dar o asistir a clases, visitar museos, tomar el metro o cualquier transporte público, ir al cine, al teatro o a conciertos, ir a bibliotecas o archivos, es decir, hacíamos nuestra “vida normal”.  En marzo y abril tuvimos el primer “shock” o impacto, al obligarnos a permanecer en casa, todos los que podíamos hacerlo, porque desgraciadamente muchos no tenían de otra, más que salir por el pan de cada día. La ciudad se vació, los noticieros y redes se llenaron de conmovedoras escenas de cantantes o instrumentistas, ofreciendo conciertos espontáneos desde balcones o calles desiertas.

El enfático ¡quédate en casa! se convirtió en el lema con tal resonancia que nos sigue acompañando hasta nuestros días. Pero aún en esa primera mitad del año, aspirábamos a que el encierro aminorara los contagios y pudiéramos regresar poco a poco a la vida de antes. No ha sido así, desde junio estamos en la “nueva normalidad” que ha significado la apertura de ciertos negocios y lugares de entretenimiento, en aras de ayudar a la economía y la conservación de muchas fuentes de empleo. Y con todo y que se implementaron protocolos de seguridad sanitaria, el resultado es que buena parte de la población se confió y casi regreso a cotidianidad anterior, por lo que ahora pasamos por rebrotes, semáforos rojos y alertas. Un panorama negro, que por lo menos en la Ciudad de México, implicará probablemente el colapso de hospitales al inicio del 2021, ¡ojala no!

"Entre mas pesada la chamba, mas flaca la paga" Un trabajador de una obra en la Ciudad de México.
Fotografía: Daniel Lobato (@foto_lobato), Instgram, 2020


¿Qué hemos hecho mal?, ¿Quiénes son los culpables de que ya haya más de cien mil muertos?, seguro que las autoridades tienen una responsabilidad significativa, pero creo que el peso mayor, es de toda la gente que si tiene las condiciones para permanecer en casa, pero igual ha salido en los puentes de vacaciones, y ahora para Navidad se vuelca a los centros urbanos y comerciales, para hacer las compras de fin de año, como si estuviéramos en 2019, como si no pasara nada. Y hasta se anima a hacer posadas y fiestas, ir a bares y antros, sin cubrir las medidas mínimas de usar cubre bocas, gel antibacterial y una sana distancia, en la total inconsciencia.


"En esta pandemia, la comunidad no le dio prioridad a lo básico".
Fotografía: Humberto Aguilar García 


No obstante esta situación extrema, me parece vale la pena rescatar lo positivo de la experiencia límite en la que estamos todos. Múltiples eventos, gran parte de ellos gratuitos, como festivales de cine, ferias de libro, conferencias, mesas redondas, conciertos, exposiciones y obras de teatro han pasado a través de plataformas digitales, con una oferta que te permite acceder no solo a los de cada localidad o del país, sino de cualquier parte del mundo. Y no se diga series y películas, algunas de gran calidad, que aunque ya eran tendencia pre pandemia, en los últimos meses aumentaron su audiencia considerablemente. En la vida académica, en particular la universitaria que es la que conozco más, ha sido un reto importante, que aún con dificultades, creo tanto a docentes como a estudiantes ha sido una oportunidad de nuevos aprendizajes, tecnologías didácticas y posibilidades de comunicación. Sin dejar de reconocer que nunca va a ser lo mismo que lo presencial. Sin embargo, en lo particular que suelo hacer recorridos urbanos por distintas partes de la ciudad, como el Centro Histórico, Coyoacán, las colonias Santa María la Ribera, Hipódromo Condesa o Roma, los implemente de manera virtual con algunas ventajas. De manera presencial, que es lo ideal para apreciar directamente el espacio, a veces no se puede acceder a los interiores de todos los edificios, sin embargo, virtualmente en varios si es posible, se pueden hacer acercamientos para ver detalles, o vistas panorámicas con distintos ángulos, lo cual amplia la apreciación a una escala más urbana.

Y no puedo dejar de reconocer, que muchos estudiantes han estado en situaciones muy difíciles, por contagiarse ellos mismos o algún pariente cercano, y a pesar de eso han hecho un esfuerzo por mantenerse y cumplir sus tareas académicas. Desgraciadamente algunos si han desertado y colegas trabajadores de nuestra universidad, han sucumbido ante el virus.

Fotografía: Unsplash

Hemos tenido que transformar nuestras moradas en oficinas, salones de clase o gimnasios, además de las funciones intrínsecas, con la necesidad en muchos casos dependiendo de los integrantes de cada familia, de compartir espacios y equipos de cómputo, lo cual ha significado retos muy complejos. La convivencia familiar que antes era a ratos, en ciertas horas del día, ahora es permanente y no fácil de sortear, aunque en algunos casos, ha podido fortalecer lazos afectivos. Al final un cambio drástico en nuestra vida cotidiana, que parece no cambiara mucho en 2021, con todo y la esperanza de las vacunas. Un desafío para la humanidad, que desearía nos permitiera valorar lo que somos, y no regresar, tal cual, a la normalidad pre 2020.

"Este 19 de Diciembre del 2020 la Ciudad de México vuelve a semáforo rojo debido al elevado numero de contagios por COVID-19
Fotografía: Galo Cañas


Como editor de El Trazo Semanal, y en nombre de mis coeditores, les deseamos sinceramente a nuestros lectores lo mejor para este cierre de año, y que el 2021 nos depare salud y éxitos para todos.

 

*Profesor Investigador de la UAM Xochimilco

Diciembre 2020.

Procesos y Contradicciones. Reseña de una plática con el arquitecto Luis Aldrete.

 

Aldo Alberto Ordaz Salas*

 

Como parte de la serie de charlas semanales que organiza el despacho E+A arquitectura, el pasado jueves 3 de diciembre fue el turno del arquitecto Luis Aldrete de Guadalajara, quien abordó el tema de los procesos y las diversas dificultades que se han llegado a presentar durante su labor profesional. Ahí mencionó que la decisión del tema tuvo mucho que ver con la crisis sanitaria de SARS-CoV-2 la cual calificó como una gran tragedia a nivel mundial. A partir de ello y a manera de metáfora, el arquitecto propuso que revisemos y aprendamos a superar las contradicciones que enfrentamos en el trabajo diario, ya que las dificultades son constantes que se suelen encontrar en el lugar y el momento menos esperado.

En un principio, el arquitecto jalisciense contó un poco sobre los inicios de su labor profesional en Mallorca, lugar donde realizó sus prácticas profesionales, resaltando que su primera impresión de las islas españolas fue un fuerte choque visual debido a que él venía de un ambiente más bien urbano. La arquitectura vernácula del lugar le resultó muy pragmática, entendida más como un oficio donde se tenían que resolver problemáticas evidentes y vitales. Por otro lado, el arquitecto mencionó la influencia que ha tenido en él la pareja con quien vive dedicada a la ilustración. Gracias al trabajo y las intervenciones que esta persona ha desarrollado en el espacio público, Aldrete ha logrado una práctica más orgánica y totalmente alejada de la rigidez que suele caracterizar a la arquitectura, además de haber llegado a la conclusión de que los procesos son un camino de ida y vuelta, donde las rutas posibles pueden llegar a ser infinitas.  

A partir de esa idea, el arquitecto abordó el tema de la memoria gráfica, la cual definió como el cumulo de información que se va adquiriendo a lo largo de los años y por lo tanto es clave para el desarrollo de proyectos arquitectónicos ya que puede abarcar escalas, proporciones, materiales y paisajes, entre otros factores. La memoria gráfica llevó a Aldrete a exponer su metodología para alcanzar el concepto y esta se compone de 3 elementos: programa, contexto, y línea personal de búsqueda. Con respecto al programa, este se limita a lo que el proyecto demanda y lo que se tiene que resolver. Por el lado del contexto, este se refiere a las condicionantes del lugar y las particularidades que lo acompañan. Por último, la línea personal de búsqueda no es nada más que la memoria gráfica y los intereses personales que lleva consigo el proyectista.

En el caso personal de Aldrete, mencionó que su memoria gráfica se compone de tres diferentes variantes de la arquitectura. Por un lado, la arquitectura prehispánica lo remite al poder de la geometría, los patrones que la acompañan y los volúmenes que se generan. En segundo lugar, la arquitectura clásica evoca en él, el rigor y la disciplina, la pureza del oficio y el entendimiento de las repeticiones. Por último, la arquitectura vernácula a partir de su experiencia en Mallorca, lo llevó a entender materialidades y procesos y artesanales. Una vez que definió su proceso para alcanzar el concepto y su interpretación de la memoria gráfica, el arquitecto hizo un recorrido a partir de algunos de los proyectos más representativos que ha realizado su despacho y son ejemplo de sus fundamentos.

Ruta del Peregrino (2011) fue un proyecto colaborativo donde se intervino la procesión de la Virgen del Rosario que corre de Ameca a Talpa de Allende, en el Estado de Jalisco. La intención principal fue generar diferentes puntos de estación con lugares de descanso para los peregrinos, generando recursos de sombra y viento, respetando la paleta de colores de la zona y trabajando una arquitectura sin detalle, más despreocupada, pero que cubriera las necesidades fundamentales.

Otro ejemplo es el del Concurso Pabellón Eco 2012. Consistió básicamente en colocar un muro diagonal dentro del patio del museo diseñado por Mathias Goeritz, para contener un muro amarillo a partir de espejos que generaron repetición y sencillez. El lenguaje de la arquitectura se volvió duro, pero claro. El proyecto Miluum dentro de la reserva Sian Kaan resultó interesante debido a su condición impuesta de no haber tenido planeación arquitectónica; todas las decisiones se tomaron in situ junto a los artesanos, teniendo resultados accidentados e imperfecciones que generaron bellezas particulares y atmosferas diferentes.

Finalmente, el arquitecto Aldrete expuso proyectos con diferentes escalas para ejemplificar mejor su planteamiento de contradicciones y resoluciones, a partir de metodologías y procesos. Complejo Residencial RM (2017) es un ejemplo de cómo resolver contradicciones a partir del planteamiento de un proceso. Está definido sobre una topografía complicada y para este proyecto era muy importante conservar la belleza natural de la barranca, por lo que se procedió a reforestar y reconfigurar el sitio. En cuanto al emplazamiento, este se fue deconstruyendo hasta lograr una concordancia con el terreno en cuestión para lograr los cerca de 45,000 m² de construcción. En cuanto a los materiales, estos fueron utilizados para generar sensaciones de repetición, textura y experimentación además de que los volúmenes y recorridos lograron un anonimato acompañado de clasicismo puro.



COMPLEJO RESIDECIAL M, FOTOGRAFÍA: ONNIS LUQUE, 2017, LUISALDRETE.COM


Por otro lado, Chacaj (por construir, 2021) es un proyecto que se pretende edificar contradictoriamente dentro de la selva de Tulum. El reto es generar el menor daño ambiental posible y por lo tanto se han seleccionado áreas que permitan conservar la mayor cantidad de árboles para evitar así un probable ecocidio. Se han desarrollado diferentes tipologías hasta llegar a una definición que plasme el concepto corbusiano central del proyecto: la vivienda debe estar en un primer nivel, para que así la planta baja tenga la libertad de generar recorridos que interactúen con todo su contexto y la selva.


COMPLEJO RESIDECIAL CHACAJ, TULUM, LUIS ALDRETE, 2017, LUISALDRETE.COM


Como conclusión a partir de este diálogo, me parece que es urgente que a pesar de las circunstancias, logremos encontrar procesos que nos lleven buscar nuevos caminos en la arquitectura, tanto en el ámbito académico, como en el profesional. Debemos seguir nuestros instintos y no perder nunca el interés, alimentar nuestro saber y nuestra memoria gráfica para ampliar nuestro cumulo de información. Solo así podremos encontrar los mejores caminos para resolver las problemáticas del presente y del futuro, y así cuando sea el momento de regresar a nuestros sitios de trabajo y de estudio, podamos hacerlo de un modo en el que tengamos una conciencia renovada, y una mente abierta para trabajar con las nuevas modalidades que nos va exigiendo nuestro tiempo.

Diciembre 2020

 

*Estudiante de arquitectura de la UAM Xochimilco


 


Diálogo: ¿por qué hacer libros?

 

Christian Antonio Olvera Ramírez*

 

Durante la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, desarrollada ahora solo en versión virtual, se realizó una mesa de discusión sobre los procesos editoriales y su razón de ser, en las circunstancias actuales. Participaron las directoras de las siguientes editoriales, Leonora Djament de Eterna Cadencia, Silvia Sesé de Anagrama y Valeria Bergalli de Minúscula.

Durante la primera intervención de Leonora Djament, mencionó que algo que había aprendido a lo largo de su experiencia, es que los números van con las letras, es decir que los editores no sólo se deben ocupar de los contenidos, sino también del negocio (pese a que no se obtienen grandes rentabilidades), porque si no se atiende esa parte, se terminan ocupando de ello los gerentes financieros, tomando decisiones que sólo hacen bien a la rentabilidad, sobre la parte cultural y simbólica de la edición. Hizo referencia al “Catálogo”, como algo vivo que se va armando en la interacción con todos los actores sociales que participan como son: los lectores, libreros, periodistas, escritores, editores, traductores e incluso los amigos también. Djament acerca de la situación actual, la catalogó como “inédita”, debido a la pandemia mundial que vivimos. Consideró que la industria editorial es extremadamente frágil en términos financieros, por lo tanto, la crisis debe convertirse en algo que permita repensar sobre su quehacer y que pueda ser sustentable para generar un futuro posible.

Valeria Bergalli en su intervención, hizo patente la siguiente postura: “Una editorial es una empresa, pero no es una empresa como cualquier otra, se concibe a la parte empresarial como la que les permite seguir haciendo lo que les gusta hacer”, es decir que el objetivo de una empresa exitosa no tendría que ser solo por ser rentable, sino porque desarrolla su vocación cultural. El objetivo principal de una editorial, es el catálogo o la supervivencia del mismo. La unión de todas las editoriales es la conformación de un todo que parte desde los autores, hasta las personas que se encargan de conformar las cajas para las distribuidoras. Bergalli deja esta reflexión: “La industria editorial es una industria frágil y endeble, pero lo que nos mantiene ahí, es que el libro es fuerte”.

El moderador de la mesa, planteó la siguiente pregunta: ¿Cómo se mantiene vigente una editorial en la actualidad? Silvia Sesé responde que es complicado porque no es fácil mantenerse conectado con las tendencias aunque suene frívolo, ya que han cambiado los tiempos hasta en la manera de leer. Para una editorial que tiene una trayectoria larga y una seña de identidad, lo más importante es que no se convierta en un dinosaurio gigante, en donde se encuentran los acervos clásicos modernos. Para el caso de su editorial “Anagrama”, el objetivo es mantenerse en una tensión fructífera así como creativa en todas las conexiones, y lo más importante, disfrutar del oficio. La misma pregunta fue respondida por Leonora Djament con otro cuestionamiento, ¿Es posible que todos los libros tengan la misma fortaleza de prevalecer, en esta etapa tan compleja de la industria editorial? Y mencionó que no se trataba solo de seguir las tendencias editoriales de moda, sino, mantener la vigencia como resultado de un trabajo previo y sostenido. El hecho de publicar a autores nuevos o con temas de tendencia, no es suficiente para estar vigente.

En mi punto de vista, la susceptibilidad de la industria editorial, ha estado latente desde siempre. Por un lado responde a las crisis económicas que son parte de nuestras sociedades a nivel mundial, mismas que han provocado encarecimientos desleales para los consumidores, y por otra parte, al menos en México, desafortunadamente, no somos un país con hábitos de lectura. La piratería ha sido otro problema serio, la cual ha sido un golpe contundente a la industria editorial, con grandes pérdidas debido a que los lectores prefieren pagar menos por un libro. En la actualidad, las formas en que consumimos los libros, han cambiado significativamente por tener la opción digital, sin embargo los contenidos siempre van a ser los protagonistas para esta industria. Al final, tener un libro físico para algunos puede significar tener una pieza de arte, para otros eso será irrelevante.

Una mesa que dejó mucho para reflexionar.


Fotografía: Christian Antonio Olvera 


Diciembre 2020

 

*Pasante de arquitectura, UAM Xochimilco.


La Forma de Habitar

 


Libros UAM presenta:

Las Formas de habitar.

Arquitectura y vivienda popular

De Jorge Iván Andrade Narváez

16 de diciembre 2020

11:00 horas

Facebook live: https://www.facebook.com/librosuam/?ref=page_internal

 



Clases en línea ¿Beneficio?

 

Humberto Aguilar García*

 

Antes de presentar cualquier argumentación, habría que tener presente el verdadero motivo por el cual se han cambiado las clases presenciales a en línea. La determinación obedece a la alerta sanitaria mundial ocasionada por la propagación del virus covid 19, afirmando lo siguiente: “la decisión de clases en línea no tiene un origen político, académico, imposición personal, sindical y ni ningún otro significado”.

Empezará a describir mi propia experiencia. El diseño de los métodos de enseñanza para las clases en línea, nacieron como una solución urgente para no perder los proyectos académicos y personales, por lo que no existió un estudio previo que permitiera un análisis para tomar las decisiones adecuadas con un mayor tiempo de razonamiento.. El sistema de clases en línea me parece, tiene deficiencias en su aplicación a nivel masivo como ha sucedido en los últimos meses, aunque antes ya se venían aplicando este tipo de prácticas en algunas áreas de la enseñanza. Sin embargo, en el caso de la licenciatura de arquitectura de la UAM Xochimilco, en la cual estoy inscrito, encuentro en este modalidad más libertad de desarrollar actividades personales, se puede trabajar y obtener una entrada de dinero que  ayuda a solventar diversos gastos, se aprovechan las horas de traslado a la universidad, para realizar las tareas académicas, y se ahorran recursos que se invertían en el transporte.

En el aspecto académico encuentro una sola limitación, la falta de revisión personal de los proyectos con los maestros, por lo demás en relación a la búsqueda de datos e información se pueden conseguir con la ayuda de los diversos medios informáticos. Aunque cabe decir que se extraña la convivencia personal y el desarrollo de actividades culturales y deportivas en grupo.

 

En cuanto a la Universidad como institución, ahorra recursos utilizados en el funcionamiento de las instalaciones, y a nivel de la ciudad, si tomamos en cuenta que no hay desplazamientos de estudiantes y profesores, se reducen las actividades del transporte público y la utilización de automóviles, aminorando el tránsito vehicular y la contaminación. Por otra parte, la utilización de artículos de papel quedo al mínimo, por lo que se redujo el uso de materias primas como la madera.

Finalmente, cuando las autoridades lo determinen, las clases en línea terminaran, volveremos a las instalaciones como lo hicimos hasta marzo de este año y quizás las estructura académica no tenga cambios sustanciales. Sin embargo, nosotros no seremos los mismos, después de haber vivido esta experiencia inédita, y ojalá sea para mejorar.


Fotografía: http://pcworld.com.mx/wp-content/uploads/2020/05/clases-en-linea-distancia-sep-mexico-710x434.jpg 




 

*Estudiante de arquitectura de la UAM Xochimilco

 

Diciembre 2020

Una conversación sobre las epidemias y otras crónicas

 

El Colegio De Cronistas De La Ciudad De México, invita:

Una conversación sobre las epidemias y otras crónicas

Miércoles 9 de diciembre 2020

6:00 pm

Registra aquí tu lugar antes de las 5:00pm

https://www.eventbrite.com.mx/e/epidemias-y-otras-cronicas-con-el-colegio-cronistas-de-la-ciudad-de-mexico-tickets-129787420669?fbclid=IwAR3tMNgv409jjXbqZMz_-D188y8L70NIje84bKksLvtlCjdXsKiDrx2jFao




El monumento a Colón en el Paseo de la Reforma, origen y destino. Reseña de una mesa redonda

 

Aldo Alberto Ordaz Salas*

 

El pasado 23 de octubre, el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM organizó una mesa de discusión para abrir el debate sobre el retiro preventivo ocurrido el 10 de octubre, de la estatua de Cristóbal Colón por parte del gobierno de la Ciudad de México, bajo el argumento de un posible ataque al monumento por parte de radicales. La idea era reflexionar si debían permanecer en el espacio público diversas estatuas de personajes históricos, a pesar de que pudieran representar también abusos y violaciones, como es el caso del personaje en cuestión.

El encargado de abrir la mesa redonda fue Cuauhtémoc Medina, curador del MUAC quien sentó las bases de la discusión. Refirió el origen del monumento a Colón y la figura del empresario Antonio Escandón, quién fuera dueño de la concesión del ferrocarril que corría de la capital al puerto de Veracruz, y quien promovió y financió la construcción en bronce del monumento al navegante genovés, el cual se pretendía instalar originalmente enfrente de la terminal de Buenavista en 1877. También comentó sus características arquitectónicas, estéticas y simbólicas además de las críticas y cuestionamientos que en su momento se tuvo por parte de la prensa y la academia.


MANUEL VILAR (1812-1860) CRISTÓBAL COLÓN, 1858, YESO, 314X138X130, MUSEO NACIONAL DE ARTE 


Posteriormente vino la participación de Angélica Velázquez Guadarrama, quién dio sus aproximaciones sobre la invasión y multiplicación de estatuas en la Ciudad de México durante el siglo XIX. Abordó el contexto político que originó retrasos en la construcción e instalación del monumento a Colón, principalmente por la Revolución de Tuxtepec en 1876, su consecuente convulsión electoral y la culminación que llevaría a Porfirio Díaz a ocupar la presidencia por primera vez. Es en esta etapa que inicia una ola de rescate de la identidad, que se ve reflejada en la construcción de elementos alusivos a figuras prehispánicas como Cuauhtémoc o los Indios Verdes, que abrían el Paseo de la Reforma en 1887, y que empezarían a configurar la carga simbólica tangible, que tendría la avenida a partir de entonces.  

La siguiente intervención estuvo a cargo de Hugo Arciniega Ávila, quién elaboró una reflexión sobre urbanismo y visibilidad histórica. Mencionó que la capital en aquel entonces requería de monumentos que tuvieran una relevancia mayor, a nivel de escala y complejidad en comparación con los existentes. También habló de la plena conciencia que existía durante el Porfiriato de la importancia de los paseos públicos para la salud física y mental de los individuos, además de también realizar una comparativa entre la importancia de los árboles y los monumentos; los primeros como delimitantes del recorrido y los segundos como estimulantes para la aproximación de la gente. “Las representaciones en mármol y bronce indican pausas en el recorrido, generan una emoción de memoria y despiertan la iniciativa de alcanzar las propias glorias”, comentó Arciniega, quien también puso de ejemplo el caso de El Caballito de Manuel Tolsá, estatua la cual después de ser reubicada a la explanada del Museo Nacional de Arte originó un vacío que la historia urbana se ha encargado de demostrar. Finalmente señaló la importancia del Estado en sus decisiones sobre el espacio público y su contenido patrimonial.


               MONUMENTO A COLÓN, GUILLERMO KAHLO, EN KAHLO, GUILLERMO, MEXIKO 1904, UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA, 2002

A su vez, Renato González Mello puso sobre la mesa aspectos legales que acompañan a los monumentos, poniendo como ejemplo la controversia que levanto hace 20 años la conservación del viejo edificio nacionalsocialista del Ministerio de Aire del Reich, para alojar el Ministerio de Finanzas de la recién unificada república alemana. En este caso, el reconocido historiador inglés Perry Anderson sostuvo que la permanencia de esa construcción era innecesaria, si lo que se pretendía era generar una especie de desagravio simbólico, en el que el pueblo alemán pudiera tener un espacio de reflexión sobre los crímenes cometidos en el pasado, comentó González Mello. Añadió también que Anderson argumentaba con respecto a la conservación, que está no dependía únicamente de los méritos estéticos y arquitectónicos, sino más bien que las construcciones de todas las dictaduras deberían demolerse por su carácter intimidante y brutal. Ante esta postura de Anderson, González Mello se contrapone, argumentando que si bien existen algunos valores atemporales que transmiten los monumentos, siempre existe la posibilidad de ser resignificados por nuevas generaciones con ideologías y reglas totalmente diferentes.

Con respecto a la legislación mexicana, González Mello mencionó que la categoría de monumento histórico es obligatoria, más no la de monumento artístico.  En el caso del Monumento a Colón, colocado en 1877, éste se encuentra sujeto a la ley general sobre monumentos históricos en el artículo 36, la cual agrupa todos los inmuebles construidos del siglo XVI al XIX destinados al servicio y ornato público. En cambio, menciona que el artículo 33 dicta de manera ambigua que son monumentos artísticos los bienes que tienen valor estético relevante. Según el investigador, esto genera una noción confusa de lo que es una obra de arte y origina una serie de lagunas legales para la conservación del patrimonio. Finalmente, González Mello concluyó que, si bien se puede simpatizar con la crítica de la colonización, es muy importante que esto de paso a una reflexión colectiva que logre contraponerse a las decisiones unilaterales del estado, dando como resultado final una sensibilidad estética popular de nuestro patrimonio mesoamericano, virreinal y republicano. 

La siguiente intervención fue con respecto al simbolismo de los monumentos y estuvo a cargo de Natalia Majluf, historiadora del arte e investigadora peruana, directora del Museo de Arte de Lima de 2002 a 2018.  Ante la premisa de que en casi todos los países de América existe al menos una estatua de Colón, Majluf hace una reflexión sobre el origen y carácter burgués de cada una de ellas, a partir de la forma de concebir le mundo en el siglo XIX, y la modernidad que trataba de encontrar un eslabón en el descubridor de América. Mencionó que la memoria de los objetos y monumentos en el espacio urbano va cambiando a lo largo del tiempo, y que, aunque algunas de esas ideas en su momento pueden considerarse como un pensamiento revolucionario, la mayoría de las veces esa connotación cambia. La historiadora pone de ejemplo la adquisición en 1821 de un retrato de Joaquín de la Pezuela, último virrey de Perú, a manos del libertador sudamericano José de San Martín a partir de una idea simbólica de trofeo de guerra. Con el paso de los años esa pintura adquirió una carga iconoclasta política que la transformaba en un documento histórico más que en un objeto artístico. Esto dio origen a que surgiera una iniciativa de recolección de retratos de otros virreyes, para su documentación histórica que lograra recordar para la posteridad los abusos coloniales de tres siglos a los que estuvo sometido Perú.

Majluf considera que de cierta manera se cumple el propósito de activar la memoria colectiva a partir de objetos antagónicos colocados en diversos puntos de las ciudades, sin embargo, considera que, en el caso de los monumentos y estatuas, estos tienen una función memorial que pueden llegar a resignificarse de manera positiva sin necesidad de retirarse, respetando así la historia urbana y a su vez confrontando las narrativas del espacio público. Este argumento toma mucho más sentido si la idea de derribar un monumento se contrapone con la propuesta de tirar todas las iglesias, símbolos de la evangelización o toda aquella historia urbana moderna que represente violentas desigualdades del presente, comentó la investigadora peruana. “Entiendo los deseos de justicia real y de la justicia simbólica, pero no creo que derribar una estatua invierte el orden de las cosas. Hay algo radical, pero a la vez algo en exceso simple y mecánico en ese deseo de derribar estatuas. Demasiado opuesto en ese gesto que, como un sablazo, transformaría la historia. Hay aquí un engaño: la colonialidad que se figura como una situación binaria termina como toda simplificación al servicio de los populismos y es contra esas simplificaciones que debe luchar cualquier debate crítico en la esfera pública” concluyó.

 

Por último, James Oles, catedrático del Wellesley College y del CCUT de la UNAM, expuso su punto de vista sobre los renacimientos iconográficos de los monumentos a partir de la ruptura del status quo que los eleva a una nueva visibilidad. Tomando como ejemplo la estatua de Colón en Saint Louis instalada en 1886 u otras más recientes como la de Los Angeles en 1973, ambas han sido intervenidas por la sociedad civil ya sea mediante la pintura o la decapitación. El rechazo a las figuras del navegante se remonta al siglo XIX, cuando un grupo de inmigrantes italianos se opuso a la construcción de dichos monumentos, bajo la justificación de que Colón era un pirata símbolo del capitalismo y la esclavitud. Otro dato relevante que menciona Oles es que la primera estatua de Colón en ser removida fue la instalada en el capitolio en 1844 y retirada en 1958, debido a su connotación racista con respecto a la comunidad indígena estadounidense.  

El investigador del CCUT menciona también las acciones posteriores a la remoción, como puede ser la sustitución. Ejemplo de ello es el intercambio de una estatua de Colón por la del héroe indígena Guaicaipuro en Caracas, o bien el reemplazamiento de la figura del navegante por la de una líder de la independencia argentina, acompañada de distintos grupos de indígenas frente a la Casa Rosada en Buenos Aires. Oles también menciona que es posible plantear otras respuestas para confrontar viejos monumentos, originando así una lucha de símbolos en el espacio público. Un ejemplo que va más allá de Colón es el Monument Avenue en Virginia, instalado en honor a la confederación de la guerra civil norteamericana. Hoy en día se han instalado dos monumentos con una clara connotación afroamericana casi de manera contigua, el primero del tenista Arthur Ashe en 1993 y la segunda del artista Kenhide Wiley en 2019, como reflejo de las manifestaciones contra la violencia racial en Estados Unidos.  Finalmente, James Oles recalca la importancia del dialogo comunitario para la toma de decisiones en cuanto a monumentos se refiere.

 

Es evidente que la carga simbólica de ciertos elementos estará siempre implícita, sin embargo, existe la posibilidad de darle un nuevo significado a los monumentos, principalmente si los valores e ideas ya no representan a la sociedad donde están inmersos. A partir de estos puntos de vista, es primordial reconsiderar todas las ideas de intervención sin tratar de borrar la memoria o el tiempo al menos en lo tangible. Porque al final, nosotros somos el producto de ese tiempo, el cual es importante revisar regularmente para encontrar la bifurcación entre lo pasado y lo posible. Finalmente, me gustaría enfatizar la idea del tiempo con una cita de Carlos Fuentes en su libro Tiempo Mexicano “La coexistencia de todos los niveles históricos en México es solo el signo externo de una decisión subconsciente de esta tierra y de esta gente: todo tiempo debe ser mantenido. ¿por qué? Porque ningún tiempo mexicano se ha cumplido aún. Porque la historia de México es una serie de ‘Edenes subvertidos’ a los que, como Ramón López Velarde, quisiéramos a un mismo tiempo regresar y olvidar.”

Fotografía: Pablo Ríos | La Jornada

Fotografía: A. Martínez | SUN 

Fotografía: Cuartoscuro

Noviembre 2020

 

*Estudiante de Arquitectura, UAM Xochimilco





Countryside, the future. La opera plana de Rem Koolhaas

 https://www.arquine.com/countryside-the-future-la-opera-plana-de-rem-koolhaas/?fbclid=IwAR0brp4WVva4k2l7ydGEM0huUwFGeBCz-WO9ClzpxEU3AS6yhebtb5OsCyg