¿Qué esperamos de la nueva gestión de CyAD? Por Iñaqui de Olaizola

Me parece que es una percepción compartida por muchos profesores de CyAD que el ambiente académico se ha venido deteriorando continuamente desde hace ya varios años en nuestra división. En los últimos tiempos ha imperado una racionalidad que poco tiene que ver con lo académico; se han privilegiado la incondicionalidad y el amiguismo, los grupos en el poder académico administrativo han preferido nombrar personas más preparadas en seguir la línea dictada por las autoridades que contar con personas competentes y críticas.


¿Qué esperamos de la nueva gestión de CyAD? Hace muchos años oí decir al coordinador de una maestría que es muy importante que las cosas básicas funcionen bien; que los pizarrones sirvan adecuadamente, que las aulas estén limpias y bien iluminadas, que los horarios y días de clase se cumplan cabalmente, que los baños estén limpios, entre otras. En aquél momento me pareció un comentario trivial, pero, tristemente, con los años he podido comprobar la necesidad de garantizar estas cosas básicas, ya que no suelen cumplirse a cabalidad.

Así, esperamos que la nueva gestión promueva una cultura del trabajo en la que estudiantes y docentes concurran a sus actividades regular y puntualmente (que la ausencia sea la excepción y no la regla) y encuentren condiciones adecuadas para desempeñar su labor. Parece poco, pero haría una gran diferencia. Entre los aspectos básicos se encuentra también el desempeño eficiente de las labores netamente administrativas. Desde luego, como en todo, existen claro obscuros, hay instancias y programas que funcionan mejor que otros.

El director es el máximo responsable de la docencia en la división. La actividad docente no debe entenderse como una mera práctica reproductiva, en la que el docente transmite conocimientos; el modelo educativo de la UAM-X implica el reconocimiento de que se trata de una práctica que es problemática y que es necesario reflexionar continuamente sobre ella. Así, es necesario que el nuevo director, o directora, cuente con coordinadores capaces de encabezar –y para ello es necesario que cuenten con el reconocimiento de sus colegas- un proceso continuo de reflexión y ¿por qué no decirlo?, de investigación educativa que a la vez que produzca conocimientos en esta importante área de la actividad académica, la educación, contribuya al mejoramiento de la práctica docente. Es necesario que, continuamente, evaluemos nuestra actividad y no me refiero al cúmulo de indicadores, que alguna utilidad pueden tener, pero que en el mejor de los casos no dan cuenta ni de todo ni de lo más importante de dicha actividad; profesores, estudiantes y autoridades, especialmente los coordinadores, pero también los jefes de departamento, debe acordar qué y cómo evaluar.

Es importante también procurar la integración de los diferentes programas, las licenciaturas y los posgrados, por ejemplo organizando presentaciones de los trabajos de investigación realizados en el posgrado ante los estudiantes de licenciatura. Sería conveniente, también, buscar la colaboración con otras escuelas de diseño; las tecnologías de la información y la comunicación posibilitan el desarrollo de proyectos colaborativos, por ejemplo con CyAD-A, pero también con otras instituciones.

Habría que buscar también una mayor eficiencia de algunos de los espacios académicos de la división, por ejemplo, el laboratorio de materiales o de construcción (ha sido tan abandonado que ni siquiera estoy seguro de cuál es su nombre y la gran mayoría de los docentes ignora su existencia). Es un espacio que debería contribuir lo mismo a la formación de los estudiantes de licenciatura como a apoyar el trabajo de investigación de los posgrados o el mismo trabajo investigativo de docentes.

Hay tanto por hacer en nuestra división…

Marzo, 2015.

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