Sao Paulo, Brasil. Por Alejandro Ochoa Vega

Cuando se piensa en Brasil como país y cultura desde el extranjero, vienen a la mente diversos lugares comunes; Río de Janeiro, el carnaval, la samba, el futbol, el amazonas, y si rascamos un poco más, quizás identifiquemos al ex presidente Lula, las favelas, sus ciudades coloniales como Salvador, Bahía, o modernas como Brasilia, y por supuesto Oscar Niemeyer de 104 años, como el arquitecto más viejo y famoso del mundo, aún en activo. No obstante, ese enorme país es mucho más, y si en terrenos de ciudad y arquitectura se trata, la sombra de Niemeyer hace mucho que los dejo de cubrir. En ese sentido, cabe una reflexión sobre la ciudad brasileña, más populosa, densa, contaminada, pero a la vez vital, pujante y dinámica: Sao Paulo.

Fundada en el siglo XVI, pero desarrollada hasta el siglo XX por la creciente industrialización, la capital del Estado de Sao Paulo, uno de los más ricos de Brasil, representa en su máxima expresión los contrastes y contradicciones de todas las ciudades latinoamericanas. Así, desde la avenida paulista y el barrio de Jardins, la imagen puede ser de primer mundo, pero desde sus periferias constatar la marginación más brutal. Su crecimiento desmedido y sin planificación, provoca caos vial, contaminación ambiental y falta de áreas verdes. Sin embargo, diversas iniciativas intentan contrarrestar los desequilibrios sociales, al desarrollar diversas obras de generación de espacios públicos, y programas como los C.E.U. (Centros de educación unificada) donde además de ofrecer escuelas, se generan centros comunitarios de fuerte impacto social. El desarrollo cultural ha corrido a la par con el económico e industrial, universidades como la de Sao Paulo (USP) y la Presbiteriana de Mackenzie han producido profesionales de alto nivel y en todas las áreas. Literatura, música, arte y arquitectura se expresan naturalmente desde libros, discos, conciertos, galerías, museos, centros culturales y espacios urbanos y arquitectónicos de gran calidad.

Entre los arquitectos, destacaríamos cinco por su contribución significativa al paisaje de la ciudad: Rino Levi (1901-1965), Oscar Niemeyer (1907), Lina Bo Bardi (1914-1992), Joao Batista Vilanova Artigas (1915-1985), y Paulo Mendes da Rocha (1928). El arquitecto Levi realizaría múltiples obras, justamente durante el periodo moderno, destacando varios cines, entre ellos el Ufa-Palacio y el Universo con la influencia marcada de Erich Mendelsohn por sus líneas expresionistas. Artigas dejaría en Sao Paulo una de las obras maestras de la arquitectura moderna brasileña, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP, con aquel brutalismo paulista del concreto aparente y los espacios diáfanos y continuos. La arquitecta Bo Bardi, de origen italiano, dejaría una profunda huella en la ciudad con proyectos notables, como el Museo de Arte de Sao Paulo y el SESC Pompeia.

Niemeyer con dos obras marcaría la modernidad de la ciudad, los edificios y “passarela” del Parque Ibirapuera, y el edificio Copan en el centro urbano. En los años cincuenta, Sao Paulo celebraría 400 años de fundación con diversas obras, la más importante, la de un nuevo parque, con pabellones de exposición, un gran andador-plaza cubierto, y un teatro, encomendados al arquitecto carioca Oscar Niemeyer, para entonces ya muy conocido por diversas obras en el país y previo al gran proyecto de Brasilia. El resultado fue deslumbrante, con aquella “passarela” sinuosa desparramada en el terreno, y los diversos edificios, el más famoso, donde se realizarían las Bienales de Arte y Arquitectura de Sao Paulo, resuelto a través de rampas continúas para ligar los distintos niveles de exposición. Copan resaltaría desde el principio por sus más de treinta niveles, su forma ondulada, los característicos partesoles y la combinación de usos, tanto comerciales y recreativos, como de habitación.

Por último, destacaríamos del arquitecto Mendes da Rocha, su museo de escultura, emplazado en un barrio residencial de Sao Paulo, con una escala discreta, casi anónima, y la remodelación de la Fototeca en el Barrio de la Luz, obra premiada en Europa, como lo mejor de la arquitectura latinoamericana. Al final, un reconocimiento a esta ciudad que puede espantar por su caos vial, pero a la vez deslumbrar por su vitalidad arquitectónica y cultural.

Noviembre, 2011

Walter Gropius, pionero del diseño moderno1883-1969. Por Fernando Minaya Hernández

A cuarenta años de su fallecimiento le rendimos homenaje a uno de los arquitectos y urbanistas que contribuyeron a la construcción de la modernidad arquitectónica del siglo XX, inicialmente desde Alemania y posteriormente al resto del mundo.

Al inicio de su práctica profesional trabajó en la oficina de Peter Behrens entre 1907-1910, al separase y ser un profesionista independiente proyectó la fabrica Fagus; paralelamente a este hecho se unió al afamado movimiento que intentaba unir al arte con el diseño industrial, la Deutscher Werkbund. Posteriormente en 1919, Gropius funda la escuela Das Staatliches Bauhaus (La Casa de la Construcción Estatal), nacida de la fusión de dos escuelas: Säshsischen Kunstgewerbeschule (Escuela de Artes y Oficios) y la Säshsischen Hochschule für Bildene Kunst (Escuela Superior de Bellas Artes). El sueño estaba dado; la integración del arte con el diseño para crear así, uno de los principales orígenes del diseño grafico, industrial y la arquitectura de la modernidad que seguía al lema de “la forma sigue a la función”. La escuela rindió frutos los primeros años, se integraron personajes en su corta historia fundamentales para el diseño, Vassily Kandinsky, Paul Klee, Oskar Schelemmer, Mies van der Rohe, entre otros. La Bauhaus implemento un sistema, el cual contenía talleres que mezclaban los oficios y artes con la tecnología y formas de pensamiento de “menos es más” y la reducción de los espacios sin sacrificar la estética, también en la pintura, objetos de uso común y edificios de características funcionalistas como lo es el inmueble de la Bauhaus, diseñado por el mismo Gropius.

Las obras arquitectónicas de Walter Gropius no son tantas en comparación a otros arquitectos de la época, pero su gran contribución radica en sus propuestas teóricas y académicas, además de que profesionalmente siempre tuvo la capacidad de crear grupos de trabajo, con respuestas de diseño eficientes. Su obra está presente a lo largo de 68 años, entre 1911 cuando realiza la emblemática Fabrica Fagus, hasta 1979 cuando se concluyen los Archivos de la Bauhaus en Berlín, ya fallecido el arquitecto, a partir de su proyecto. Otros diseños significativos fueron las casas de los maestros de la Bauhaus en Dessau, sus conjuntos de vivienda, el Teatro Total, la Torre PanAm en Nueva York y la fábrica de porcelana en Selb Baviera, para Philip Rosenthal, su último gran promotor. Gropius al dejar la dirección de la Bauhaus en 1928 mantiene una actividad profesional regular hasta que en 1934, por la llegada de los nazis al poder, se traslada a Inglaterra por pocos años y consecutivamente a los Estados Unidos. Ahí, despliega una actividad académica y profesional importante, donde fue jefe y profesor del departamento de arquitectura de la universidad de Harvard y funda el grupo Architects Collaborative Inc. mejor conocido como TAC.  Es galardonado con el premio Goethe en 1961, máxima distinción cultural que otorga el gobierno alemán,  en el cual es el único arquitecto que ha recibido la presea. El legado del pensamiento de Gropius  traducido en la formación de diseñadores, ha llegado hasta permear universidades de la talla de ULM en los años cincuenta,  fundada en Alemania y muchas otras que retomaron el legado pedagógico de la Bauhaus.

Walter Gropius fallece el 5 de julio de 1969 en la ciudad de Boston, y nos lega un pensamiento y arquitectura del más profundo y puro funcionalismo, donde volúmenes, formas simples y  materiales innovadores hablan de un gesto de cambio, fundamental en la modernidad de los últimos 100 años.

Julio, 2009.

II Seminario del Observatorio de Arquitectura Latinoamericana Contemporánea, San Pablo, Brasil. Por Fernando Minaya Hernández

El observatorio, es un proyecto de investigación que tiene como principales objetivos definir el panorama actual de la arquitectura en Latinoamérica, así como reconocer qué y cuáles son las experiencias de los diferentes países en el desarrollo de espacios arquitectónicos, ya sean públicos o privados y en diversos géneros arquitectónicos. La integración del grupo de investigación es de tres países: México, Colombia y Brasil con la intervención de connotadas universidades: Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, desde la División de Ciencias y Artes para el Diseño y su Área de Procesos Históricos y Diseño, la Universidad Nacional de Colombia y su Facultad de Artes y Arquitectura; y la Universidad de Sao Paulo, con la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, respectivamente.

Del 3 al 7 de noviembre pasados, se llevó a cabo en la ciudad Sao Paulo, Brasil, el Segundo Seminario del Observatorio de Arquitectura Latinoamericana en la sede de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Sao Paulo (USP). El encuentro abordó temas sobre los avances de investigación de los diferentes países y sus propuestas de categorías de análisis para la arquitectura contemporánea; así como los resultados de los seminarios de crítica arquitectónica, desarrollados en las tres universidades entre 2010 y 2011. Mismos que coadyuvarían a la identificación de las diversas metodologías de análisis, en aras de caracterizar la arquitectura latinoamericana de los últimos treinta años.

Los trabajos del segundo seminario se extendieron a los estudiantes licenciatura y posgrado de la universidad brasileña, a través de charlas sobre arquitectura de Colombia y México. Con ello se pretendió vincular el quehacer docente con la investigación en áreas poco atendidas, como lo es la crítica en arquitectura; y así poder desarrollar nuevas generaciones especializadas en el análisis y comprensión de los fenómenos arquitectónicos y urbanos de nuestro tiempo. También es importante destacar la discusión y posiciones de los países participantes sobre los procesos metodológicos sobre la crítica, conceptos, tendencias, categorías de análisis, entre otras, para profundizar en la amplia y diversa región latinoamericana; de la misma manera se abordó la perspectiva de difusión y estrategias de sostenimiento del propio proyecto en el corto plazo.

Finalmente, los avances presentados y las discusiones de los tres grupos llevaron a consensos en algunos casos, en otros, a posturas diferenciadas por la heterogeneidad de la arquitectura latinoamericana contemporánea, la cual sugiere no sólo un camino en el análisis y comprensión de los objetos y su contexto. Por ello es importante destacar, que el proyecto también parte de la experiencia multicultural de las regiones en que está compuesta Latinoamérica, y en ello descansa la pluralidad y diferentes formas de observar la arquitectura desde cada país; en consecuencia, los resultados futuros estarán encaminados a expresar varias actitudes que enriquecerán y conformarán la investigación. La siguiente reunión, se prevé para fines de 2012, con sede en la UAM-X de México.

Noviembre, 2011.

La Nana. Generadora de movimiento y arte. Por Gerardo Álvarez Montes

Abordar el rescate del patrimonio industrial en nuestro país resulta paradójico, si consideramos que somos un país que requiere de una creciente industrialización para que nuestra población acceda a mejores condiciones de vida, más desconcertante es que la misma industria destruye los testimonios de su propio desarrollo en aras de mayores beneficios económicos olvidándose del compromiso de valorar, preservar y transmitir de la mejor forma posible el basto patrimonio industrial que el país posee.

Muestra de este patrimonio es el inmueble conocido como “La Nana”, edificio de arquitectura industrial, obra del arquitecto Genaro Alcorta creado en 1908, cuyo origen se relaciona con la historia de los servicios de transporte eléctrico de la Ciudad de México a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, etapa en la que este sistema de transporte evolucionó del llamado tranvía de tracción animal o de mulitas (que sirve hasta 1932) al primer sistema electrificado de tranvías inaugurado en 1900 bajo la concesión otorgada por el gobierno mexicano a la Compañía Limitada de Transportes del Distrito Federal, empresa encargada de la generación de energía eléctrica y transporte electrificado en la capital.

La función que le dio origen a este inmueble fue la de ser una subestación de rectificación de energía eléctrica para alimentar la red de tranvías de la ciudad, que trabajaban con motores en serie alimentados con un voltaje de 600 volts, este papel de “alimentadora” le otorgó el sobrenombre de “La Nana”; mismo que se le dio a otras subestaciones que estaban ubicadas estratégicamente, entre ellas las  subestaciones de Tlalpan, Indianilla y Mixcoac, todas cumplían con esta tarea. A partir de los años 50’s el crecimiento del sistema de distribución y demanda de energía requirió de aumentar la densidad de carga de los circuitos de distribución, por lo que fue necesario utilizar una tensión de distribución más elevada, con ello las subestaciones que trabajaban con equipos de 3 y 6 (KVA) se sustituyeron paulatinamente, condenando a las “Nanas” a la obsolescencia y el olvido a finales de los 60’s.

Tras décadas de abandono, en 1994 “La Nana” se transformó en el “Nuevo Salón México”, con el fin de garantizar la conservación del bien inmueble se le otorgó al edificio un nuevo uso para continuar con la tradición popular del baile de salón en México, y rememorar el original Salón México ubicado a unas cuadras de este inmueble sobre la misma calle de Pensador Mexicano, inaugurado en 1920 y conocido como “La Catedral del Baile” o “El Marro”, este espacio se distinguió por atraer a los mejores bailadores de vals, fox trot, paso doble, tango y danzón; en su época de mayor auge el salón tenía amplios corredores en forma de herradura y cuatro pistas de baile conocidas como El Tianguis, La Azteca, La Maya y El Renacimiento, pistas que tiempo después serían rebautizadas popularmente como El Cebo, La Manteca y La Mantequilla, y que harían alusión a la clase social a la cual estaba dirigida cada sala. El antiguo Salón México fue cerrado en 1962 y al poco tiempo fue demolido por las afectaciones que sufrió tras el terremoto de 1957, su lugar es ocupado actualmente por la plaza comercial popular “Pensador Mexicano” y el patio de maniobras de la subestación de cables subterráneos de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

El proyecto de reutilización arquitectónica del Nuevo Salón México estuvo a cargo del Arquitecto Raúl Rivas y fue realizado entre los años de 1993  y 1994, en él participó la Dirección de Sitios Patrimoniales y Monumentos del Departamento del Distrito Federal y los empresarios María Rojo y Miguel Nieto; los trabajos realizados consistieron en la reestructuración del inmueble, la impermeabilización de azotea, resanar, pintar y limpiar las fachadas, adecuar y reforzar la herrería de puertas, ventanas y barandales existentes y equipar con el mobiliario adecuado para el nuevo uso al inmueble, en la planta baja se integraron los servicios sanitarios y algunas bodegas y la parte que da al callejón de San Juan de Dios se destinó a bar. La propuesta plástica se orientó a la integración y aprovechamiento de los elementos eléctrico – industriales para darle un carácter propio al nuevo salón de baile. Múltiples factores socioculturales, políticos y de diseño arquitectónico contribuyeron para su cierre y cancelación del proyecto a fines del año 2000.

A partir del 20 de Julio de este año un nuevo proyecto de reutilización esta en marcha, “La Nana Fábrica de Artes” es un proyecto encabezado por Lucina Jiménez directora general de la asociación civil CONARTE, tiene por objetivo operar en un sentido de regeneración y de cohesión social, haciendo del edificio un centro de vida comunitaria que contribuya a la regeneración del barrio donde está ubicado y al abatimiento de los índices de desintegración social, adicciones y violencia a través del acceso a las manifestaciones artísticas.

Esta nueva propuesta arquitectónica de reutilización realizada por el Laboratorio de Arte Urbano y Arquitectura del Arquitecto José Allard C. para el Gobierno del distrito Federal y el Consorcio Internacional Arte Escuela en Septiembre de 2008,  plantea ubicar una sala de recepción, oficina de atención al público, salas de exhibición, bodega, área de guardado y vigilancia, sanitarios y una mediateca, en la planta baja. El primer nivel no sufrirá mayores cambios con respecto a la intervención previa realizada en 1994 y en el segundo nivel se plantea la adecuación de espacios para oficinas administrativas, salón de baile y servicios de comunicaciones y sanitarios.

Sin embargo su ejecución esta condicionada a la obtención de resultados a corto, mediano y largo plazo y al financiamiento económico que la asociación sea capaz de allegarse, esta situación complica un ejercicio de diseño arquitectónico integral que considere un conjunto de acciones  y estrategias de diseño para revalorar las cualidades arquitectónicas del inmueble y su explotación (en la mejor acepción del término) y de esta forma generar una nueva significación o mensaje que el edificio revele a sus nuevos usuarios y actividades con el objeto de lograr la comunión o compatibilidad entre el inmueble, su nueva función y la comunidad a la que sirve, como soporte arquitectónico o elemento de una nueva estructura urbana y social, solo así, se rebasarán las acciones de intervención que solo están orientadas a la adecuación de espacios para las nuevas actividades propuestas, acciones que rayan en la remodelación que aprovecha al inmueble únicamente como soporte o contenedor de un nuevo proyecto cultural.

Si bien la reutilización es una práctica que siempre ha estado presente en la historia de la arquitectura, hoy es una practica que debe asumirse con mayor responsabilidad por parte de todos los involucrados (arquitectos, clientes, autoridades, asociaciones civiles), en aras de la adecuada conservación del patrimonio edificado. Deseándole el mayor éxito posible a la asociación CONARTE en este proyecto de reutilización, esperemos se logre la adecuada conservación de “La Nana “en el pasado generadora de movimiento, hoy generadora de manifestaciones artísticas.

Septiembre, 2009.