
En
años recientes se ha retomado a nivel de
autoridades de la ciudad de México una política de vivienda dirigida a la
construcción de edificios multifamiliares de altura. El planteamiento no es
nuevo y en diferentes momentos ha sido considerado.
Antes
de establecer normas rígidas de densificación es necesario definir con claridad
cuál es la intención de estas acciones,
a quien beneficiaran y que impactos ambientales, sociales y económicos
pueden tener; en lugar de partir de una generalización de la normatividad en un
contexto complejo y con marcadas variaciones y diferencias en la calidad y usos
del suelo, la población afectada y a servir, el impacto en la vialidad en los
servicios de agua, drenaje, etc.