La seguridad en los mercados públicos de la Ciudad de México. Por Pamela Vicke Sánchez



El pasado 27 de febrero se incendio en la madrugada la Nave Mayor del mercado La Merced, considerado uno de los principales centros de abasto especializados de la Ciudad de México más importantes del siglo XX, inaugurado el 24 de septiembre de 1957 y proyectado por el arquitecto Enrique del Moral, en colaboración con los arquitectos Hilario Galguera y Félix Candela, y como residente de construcción el ingeniero Javier Barros Sierra. 

Otro aspecto relevante de este mercado, es que desde el año 2000, se encuentra en lista para su catalogación por las técnicas constructivas empleadas para la época, sus claros de grandes dimensiones, con cubiertas en forma de paraboloides contraventeados y trabes que permiten su aligeramiento. 

Según las noticias, se quemó el 80% del inmueble, sin pérdidas humanas que lamentar; la causa del siniestro fue ocasionada por un corto circuito según versiones de Protección Civil, debido a la sobrecarga de energía eléctrica que los comerciantes del mercado y los vendedores ambulantes, utilizan con frecuencia los famosos diablitos para iluminar sus locales y puestos. Ante este hecho, recordamos que no es el único mercado que ha tenido este tipo de percances, también el de Jamaica y Sonora han sufrido incendios parciales.
Recientemente visite el mercado de La Merced, para ver en que condiciones se encontraba el inmueble y bueno…, los dos accesos que se encuentran para entrar directamente desde la estación del metro Merced de la Línea 1, estaban cerrados y con un olor bastante desagradable, entonces me dirigí a la otra salida y entrada que da hacia los locales ubicados dentro de la plaza. Poco a poco comencé a recorrer los alrededores del mercado y todo estaba cerrado, después de indagar donde estaban los vendedores, me comentaron que algunos se habían reubicado en Anillo de Circunvalación y a otros en las inmediaciones del mercado Anexo, entonces me trate de acercar a uno de los accesos al mercado que estaba cubierto con plásticos y alcance a ver que había maquinaria pesada en su interior para terminar de sacar los escombros y dejar limpio el lugar, en cuanto al interior del inmueble, no percibí a simple vista algún daño de consideración en su estructura y en las bóvedas.

Por eso cabe destacar que no solo el mercado de La Merced, sino los 322 que existen en la Ciudad de México, carecen de medidas de seguridad, al no contar con extinguidores y los que llegan a tener se los llevan porque los van a cambiar. No cuentan con mantenimiento preventivo y mucho menos uno mayor, la ubicación de los vendedores en los alrededores de los centros de abasto impide el libre tránsito, entrar y salir sobre todo en casos de siniestros como incendios y sismos. La falta de accesibilidad para discapacitados, la carencia en el mantenimiento de las instalaciones eléctricas y de gas, son algunos de los problemas regulares.

Con respecto a lo anterior, es importante señalar que las autoridades gubernamentales, delegacionales y administrativos de cada centro de abasto, deberían estar al pendiente para dar mantenimiento constante a los mercados de la ciudad, para seguridad de los locatarios y de la población que acude a realizar sus compras. Imagínese usted estimado lector, que si el incendio del mercado La Merced o algún otro siniestro, hubiera sucedido en la hora pico cuando acude mucha gente, entonces el resultado hubiera sido un desastre, en cuanto a pérdidas materiales y humanas.

Por ello es importante tener en cuenta que un peligro como éste implica principalmente una degradación funcional y de seguridad en los mercados. Si las autoridades, inversionistas y comerciantes se coordinaran, los mercados públicos, principalmente el de La Merced, se verían favorecidos ante la mirada de los consumidores, visitantes y turistas.

Marzo, 2013

Tele-ciud@d. Por Gerardo Álvarez Montes


Los primeros cien días del gobierno de Enrique Peña Nieto nos han dejado dos importantes iniciativas de reformas constitucionales; la primera de ellas es la Reforma Educativa, acompañada del espectáculo mediático generado por la destitución y proceso judicial de Elba Esther Gordillo, dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE); y la segunda es la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones, presentada el domingo 10 de marzo pasado.

La propuesta de reforma al sector de telecomunicaciones está conformada grandes rasgos por cuatro ejes rectores:

1)Introducción del derecho de los mexicanos al libre acceso a los servicios de telecomunicaciones, banda ancha y radiodifusión, así como las adecuaciones necesarias para garantizar el derecho al acceso a la información y de libertad de expresión.

2)Creación de órganos con autonomía constitucional para abordar los temas de competencia, telecomunicaciones y radiodifusión; asimismo la creación de un organismo público para proveer el servicio de radiodifusión, sin fines de lucro, en cada una de las entidades federativas; y la creación de juzgados y tribunales especializados en estos temas.

3)Dotar de instrumentos adecuados para fomentar una competencia efectiva en ambos mercados.

4)Licitación de dos cadenas nacionales de TV y la creación de una nueva red propiedad del Estado para brindar servicios de telecomunicaciones.

Sin duda alguna la reforma generagrandes expectativas entre muy variados sectores e intereses, pero los alcances de esta propuesta van más allá del tema financiero o cuestiones técnicas propias del espectro radioeléctrico.

El solo hecho de elevar a rango constitucional el acceso a la información ya los servicios de telecomunicaciones como un derecho de todos los mexicanos, puede verse como un paso adelanteen la exigencia que diversos grupos sociales han planteado para la democratización de los medios de comunicación, o bien mediante iniciativas ciudadanas como Libre Internet para Todos, cuyo propósito es que el internet sea un derecho que, sin afectar intereses comerciales, se materialice sobre todo para las personas de menores recursos, los estudiantes y las comunidades más aisladas.

Sin caer en falsos triunfalismos, es necesario no perder de vista el desarrollo de la discusión parlamentaria, así como la promulgación y publicación de la ley reglamentaria que haga operativo este derecho.En caso de consolidarse esta propuesta y desde la perspectiva urbano arquitectónica, ¿Cuál sería su impacto en la vida urbana actual?; pensemos que si gran parte de las actividades que realizamos hoy en día, por medio del intercambio cara a cara, pudiéramos realizarlas de forma eficaz y segura a través de dispositivos móviles, smart-tv’s conectadas a la web o por medio de la computadora; muchos de los desplazamientos que hasta ahora nos son necesarios e ineludibles podrían quedar en segundo término.Incluso podrían gestarse nuevas formas de trabajo desde casa, escuela oplaza pública, no vinculadas necesariamente al desplazamiento físico, con ello se modificarían considerablemente los problemas de movilidad de nuestras ciudades.

Asimismo, la aparición de nuevas funciones y modelos de actividades generan nuevos espacios y nuevas tipologías, ¿Qué transformaciones sufriría el espacio público al endosarle esta  tarea?.Pensemos también en ¿Cómo será la integración de estas tecnologías en la estructura urbana?, ¿Esto podría acarrear más problemas de imagen urbana?, ¿Estaríamos ante la proliferación de antenas de transmisión colocadas indiscriminadamente en las azoteas de edificios y casas, como cualquier anuncio publicitario espectacular?.¿Cuáles debenser las estrategias para la implementación de estas nuevas infraestructuras y redes (tele-puertos, fibra óptica, redes Wi-Fi) que nos permitan ordenar y revelar la organización física de la nueva tele-ciud@d?

Imaginar ¿Cómo será la ciudad del futuro? es un acto que me remite a la película clásica de Fritz Lang, Metrópolis(1927); sin embargo pensar y explorar como van a evolucionar nuestras ciudades frente a estas propuestas del Estado mexicano y las necesidades que de ellas se deriven, es una tarea obligada de los profesionistas ligados a la ciudad y su desarrollo; particularmente para los arquitectos y urbanistas debe ser un ejercicio de creatividad e ingenio, una oportunidad para visualizar la ciudad que queremos y merecemos.

Marzo, 2013

La arquitectura consumista. Por Pamela Vicke Sánchez




Se le define a este tipo de cultura consumista como un hecho que es incontrovertible: la sociedad contemporánea nació para el consumo. En algún momento posterior a la Segunda Guerra Mundial, surgió en los países occidentales una cultura de la insatisfacción permanente: la maquinaria de producción de bienes funciona en la medida en que los deseos nunca son plenamente satisfechos.

Jean Baudrillard logró describir sociológicamente el fenómeno: no compramos objetos por su utilidad sino por el halo que los rodea. Hoy en día no obstante, hemos alcanzado un nuevo modelo, aquel donde los individuos, los afectos, las ideas y las obras de arquitectura forman parte del supermercado global.

Con el tiempo la disciplina se ha limitado a las necesidades del mercado, la arquitectura de consumo es aquella que surge de las necesidades sociales específicas, sin depender de la iniciativa de clientes particulares. La idea se puede vincular a la crítica del consumismo, a la posibilidad de recuperar el impulso utópico del modernismo para reimaginar el entorno construido y volver a poner en el centro al sujeto de la arquitectura: el usuario, desplazado por el consumidor en la cultura contemporánea. A pesar de su protagonismo mediático, el arquitecto se ha vuelto irrelevante para la configuración de la ciudad, hoy en manos de la globalización.

Así, su margen de maniobra en términos de transformación social es inexistente. La arquitectura de consumo invita a redefinir el rol del arquitecto, que dejaría de ser un formalizador de las relaciones de poder (económico o político) para implicarse en la identificación de nuevos territorios para su práctica. Los ejemplos más claros de ello, son los modos en que los centros comerciales se hacen pasar por espacios “públicos”, pero ni siquiera nuestros supuestos bastiones de la cultura son inmunes al imperativo de utilizar cada metro cuadrado, como puede apreciarse por ejemplo en megamuseos tipo Tate Modern en Londres, el MoMa de Nueva York o la franquicia Guggenheim, y en la Ciudad de México el Soumaya, que dedican cada vez más espacios a cafés, tiendas de regalos y pancartas de patrocinadores corporativos. También se encuentran los edificios de tipo plurifuncional como es el caso del Reforma 222, Puerta Alameda, Antara Polanco, Parques Polanco, entre otros que cuentan con espacios para trabajar, abastecerse y de entretenimiento, todo en un mismo lugar.

Tradicionalmente la esfera pública era atendida por la Secretaría de Obras Públicas: los gobiernos empleaban a los arquitectos para diseñar escuelas, bibliotecas, viviendas, hospitales, mercados, infraestructura, etcétera; todas las obras habrían de ser administrados por el gobierno en el futuro inmediato, y que por tanto estaban exentos de las presiones del mercado.

Con el asenso de las políticas privatizadoras y las subcontrataciones, en décadas recientes, la arquitectura se ha enfrentado a retos tan exigentes como las obras públicas; es por ello que en algunas ocasiones me hago la siguiente pregunta ¿Dónde se encuentran hoy los edificios construidos para el usuario? Desafortunadamente hay muy pocos. Todavía existen arquitectos con conciencia social que han dejado la práctica profesional para instalarse en los márgenes: como en la reconstrucción de Haití posterior al terremoto, en Nueva Orleans destruida por el huracán Katrina o en Kosovo luego de sus conflictos, entre otros casos.

Si los arquitectos fueran capaces de concebir nuevos programas y modelos en las obras que giraran en torno a la capacidad transformadora de la arquitectura, seguramente tendríamos mayores oportunidades de ver nuestras ideas realizadas, jugando el papel de las necesidades del consumo, al tiempo que se insertaran programas o espacios para el beneficio del usuario. La arquitectura puede combinar los dos roles que se le exigen: servir al desarrollador, por una parte y a la sociedad, por la otra.

Es también importante no confundir este fenómeno de la arquitectura de consumo social con lo particular, entre lo público y privado, de obras de autor y sin autor. Diversas opiniones han celebrado que la crisis económica global es también una señal de “el fin del exceso” y el comienzo de una nueva era de arquitectura local, responsable y a pequeña escala. Nos enfrentamos en este momento a retos verdaderamente enormes  como el cambio climático, sociedades envejecidas, migración global y pobreza, que requieren por igual de respuestas audaces de la comunidad de diseñadores. La capacidad visionaria de la arquitectura consumista debería estar dirigida a los usuarios para afrontar estas necesidades de manera conjunta con las autoridades y particulares para obtener buenos resultados.

Marzo, 2013

La densificación de la Ciudad de México. Por José Ángel Campos Salgado



En el año 2001, durante el periodo de Gobierno de la ciudad por Andrés Manuel López Obrador,  se decreto el que inmediatamente se llamó “Bando Dos”. La intención era detener el crecimiento en las Delegaciones de la periferia del Distrito Federal y al mismo tiempo recuperar pobladores en la Delegaciones Centrales: Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, Benito Juárez y Cuauhtémoc. Uno de sus propósitos era incrementar la densidad de construcción en estas delegaciones centrales aprovechando le existencia de infraestructura, equipamiento, servicios y demás facilidades que en ese momento se consideró que poseía esta parte de la ciudad. Esta política planeaba dar facilidades para la construcción de vivienda de bajo costo tratando de evitar que las familias con escasos recursos tuvieran que ir a poblar de manera precaria áreas de suelo de conservación. En el programa estarían incorporados los diversos organismos responsables de la edificación, financiamiento y gestión de este tipo de vivienda.

Como ya puede observarse ahora, muchas de estas buenas intenciones no se concretaron. Dichos organismos no se plegaron al plan y mantuvieron las facilidades crediticias para los desarrolladores de vivienda que encontraron una mina de oro en el proceso de compra de suelo en los municipios del Estado de México e Hidalgo, de muy bajo precio, ejidal en sus orígenes, para edificar a una muy baja densidad y vender a sujetos de crédito de los organismos oficiales federales. Por supuesto sin dotar de equipamiento ni servicios a estas nuevos conjuntos habitacionales.

Y por otra parte, al iniciarse el programa de construcción de vivienda en las delegaciones centrales se produjo un inmediato incremento del valor del suelo por la especulación generada, que llevó a que la vivienda ofrecida estaría al alcance solamente de familias de ingresos medios a tasas de interés bancario inaccesibles para los pobres de la ciudad. A lo que hay que agregar que los servicios han ido resultando insuficientes para esta nueva demanda, faltando sobre todo agua potable en todas las zonas. Y produciendo además, una saturación de las calles por el repentino incremento del parque automotriz.


Nuevos edificios en la colonia Álamos. 
Foto: cortesía de José Ángel Campos Salgado

El programa de incremento de la densidad de construcción de vivienda es necesario de sostener en nuestra ciudad. El promedio actual en este rubro es muy bajo: 57 viviendas por hectárea, cuando en ciudades similares a la nuestra como Santiago de Chile tienen el doble: 150 viviendas por hectárea. Sao Paolo, que tiene una población muy cercana a la del D.F: tiene una densidad promedio de 200 viviendas por hectárea. Y no se diga otras del mundo desarrollado: Madrid tiene un promedio de 300 viviendas por hectárea y Tokio, 1000 V/Ha. Y más aun, en algunas de ciudades chinas.

Está de moda ahora hablar de la ciudad compacta y en efecto, sus beneficios son indudables sin embargo hay que superar otros enormes retos. Nuestra ciudad sigue siendo inmensamente inequitativa. No son iguales las acciones vivienda en altura en las diversas colonias que poco a poco se transforman bajo este programa. Unas de precio medio se construyen en la colonia Álamos o en Portales y otras en la Anzures y Polanco que se promueven como exclusivas para un sector. Y por supuesto, dentro de esta exclusividad hay también sus diferencias. No es igual una vivienda en las áreas nuevas de Santa Fe que en Parque Polanco, donde se recicla el suelo que antes estaba dedicado a industria.

Y a todo ello hay que agregar un aspecto de esta arquitectura que no entiende la condición urbana de su entorno. Este contexto tradicional está conformado por calles que obedecen a un trazado ortogonal y que a lo largo de su proceso de consolidación como área urbana han incorporado los diversos servicios comunitarios que los pobladores van requiriendo. Esto se puede lograr por la relación íntima que guardan las viviendas con el espacio público. Existe un contacto inmediato entre la planta baja de las construcciones y el área de las banquetas que facilita la interconexión entre los espacios de la edificaciones y la calle.


Nuevos edificios en la colonia Álamos
Foto: cortesía de José Ángel Campos Salgado


En los nuevos proyectos de vivienda esto se anula, pues la planta baja es ciega y sólo tiene una puerta peatonal y las puertas para los autos que se estacionaran en semisótanos, en la mayoría de los casos. Esto va a negar la calle y aniquilará en breve tiempo la vida social de la comunidad que ahí vive. Ojalá los arquitectos comprendan estas condiciones y defiendan frente a los desarrolladores y especuladores urbanos la vida comunitaria, pues esta es la parte fundamental de la verdadera ciudadanía que será la encargada de construir un mejor futuro para las nuevas generaciones.

Marzo de 2013.

El Jardín Botánico de Culiacán: plantas, arte y arquitectura. Por Dulce Ma. García Lizárraga



Visité recientemente y por tercera ocasión el Jardín Botánico de Culiacán, ubicado a un lado del Centro de Ciencias y próximo a la ciudad universitaria, y por si faltara otra referencia también cercano al café Miró, mencionado frecuentemente en las novelas de Elmer Mendoza (ilustre culichi). Pues bien ahora el encargo era tomar fotografías de la obra de Tatiana Bilbao, y aunque tenía curiosidad también confieso mi escepticismo inicial, pensaba que los premios y comentarios se basaban en renders muy bien realizados, pues bien, debo admitir mi equivocación, ya que se trata de una excelente intervención. Como antecedente tenemos que el jardín botánico nació en 1986 a iniciativa del ingeniero Carlos Murillo, en un terreno de casi 10 hectáreas donado por el Estado y desde entonces en continua transformación.
Contexto

La ciudad de Culiacán se asocia con la violencia, el narco, y con el Chapo Guzmán, tal vez más conocido que muchos de sus artistas e intelectuales; pero más allá de estas lindezas que presentan algunos medios, entre sus características podemos mencionar su clima extremoso –más bien caluroso, con temperaturas que pueden llegar a los 48°-, la cruzan dos ríos y cuenta con  abundante arborización. De acuerdo a una nota publicada en un periódico local: La especie de árbol dominante es el olivo, conocido como olivo negro, de la cual debe de haber cuando menos medio millón de ejemplares en el área urbana. Pocos saben que esta variedad fue traída a México por Carlos Murillo en la década de 1960.

Arte
Actualmente en el jardín Botánico se logró una fusión muy interesante entre la vegetación, los andadores, los claros, la arquitectura y por si fuera poco, también arte contemporáneo con 35 piezas de artistas de distintas nacionalidades. Cabe mencionar que los trabajos de los artistas fueron creados especialmente para este espacio con la curaduría de Patrick Charpenel (actualmente al frente de la Fundación/Colección Jumex). Entre los artistas podemos mencionar a Teresa Margolles (también de Culiacán), al muy conocido Gabriel Orozco, Dan Graham, Francis Alÿs, Sofía Taboas, entre otros.

Es interesante observar la interacción de los visitantes con estas obras de arte: en algunas se pueden mover las piezas, se utiliza el columpio, se descansa en otras o se proyectan sombras de colores que cambian durante el día.

El trazo
Para organizar el espacio, definir zonas y proyectar instalaciones de apoyo, se invitó a Tatiana Bilbao; quien respetó algunos senderos ya marcados por el uso, combinando un método sui generis de sobreponer la imagen de una rama de árbol sobre la planta del sitio; y las obras de los artistas se han ido colocando en los claros o incluso como parte del tronco de un árbol, así como un pequeño auditorio al aire libre, pero con sombreado natural. El resultado final es por ende dominado por las curvas y en contraste, un pequeño camino lineal desde uno de los accesos con una fuente al centro.

La arquitectura
La escala y la ubicación del pequeño conjunto es muy adecuada, por un lado contrastan con el lugar y por otro se integra sin mimetizarse. El resultado es que se percibe más como una intervención de los artistas que de arquitectura.

El centro educativo lo constituyen tres cuerpos muy próximos entre sí, el primero funciona como taller, el segundo es un auditorio que brinda servicio de cineclub y el tercero son los núcleos de sanitarios –no podríamos hablar de cajas, por sus muros inclinados- Alejandro Hernández (crítico de arquitectura) se refiere a ellos como “monolitos” en concreto muy bien trabajado con vanos de acuerdo a las necesidades del interior.

Los interiores por cierto, también muy bien diseñados incluyendo los sanitarios, el auditorio así como el taller con acabados de madera, mobiliario en el que se nota mano de diseñador (a) y otros detalles muy bien cuidados hacen que esta pequeña obra mereciera una mención en la última bienal de arquitectura mexicana y me parece pertinente que forme parte de las obras seleccionadas en nuestro Observatorio de Arquitectura Latinoamericana Contemporánea.

El uso
Un fenómeno interesante, es que además de sitio didáctico y de recreo, en el que lo mismo encontramos niños en grupos escolares, jóvenes y personas de la tercera edad; el Jardín Botánico se ha convertido en el escenario favorito para fotografiar principalmente a las “quinceañeras” y ha sustituido las fotos de estudio.

 1. Conjunto de edificios
 2. Obras de arte 
3.Interior talleres  
Fotos: cortesía de Dulce María García Lizárraga

Marzo, 2013


Observatorio de Arquitectura Contemporánea Latinoamericana. Por Concepción Vargas Sánchez




Una existencia sin interpretación es una existencia sin sentido
Carla Cordua

Las Divisiones de Ciencias y Artes para el Diseño Azcapotzalco y Xochimilco en 1989 coordinaron el IV Seminario de Arquitectura Latinoamericana (SAL) que se llevó a cabo en las instalaciones de La Trinidad, Tlaxcala, y en 2005 por segunda ocasión tuvimos la sede del XI SAL, el cual se llevó a cabo, en Oaxtepec, Morelos. (Fig 1 y 2)


Figura 1. Memorias de ponencias IV SAL, La Trinidad,Tlaxcala. 
Fuente: Archivo de Concepción J. Vargas S.

Estos hechos sin duda fueron cruciales en el trabajo de investigación que hemos desarrollado los integrantes del Área de Procesos Históricos y Diseño del Departamento de Métodos y Sistemas de la UAM X, y en esta ocasión presentamos a la comunidad, algunos de los resultados obtenidos.

Durante el IV Seminario de Arquitectura Latinoamericana, por primera ocasión hubo un encuentro amplio entre docentes, investigadores y profesionales de nuestro país y del resto de Latinoamérica. El encuentro giró en entorno a la preocupación de que la arquitectura manifestara nuestra identidad y moderna a la vez. Sin embargo los fenómenos de la globalización ya se manifestaban en nuestras ciudades y en su arquitectura, respondiendo a modas, estilos carentes de valor a nuestro juicio.




Figura 2- XI Seminario de Arquitectura Latinoamericana, Oaxtepec, Morelos. México. 
Fuente: Archivo de Concepción J. Vargas S.


A partir de ese encuentro, establecimos una comunicación directa y constante con latinoamericanos que compartían como nosotros las mismas inquietudes, algunas de ellas, las más importantes se refieren a la formación y el ejercicio profesional de los arquitectos en Latinoamérica.

Una de las tendencias arquitectónicas que surgieron durante las últimas décadas del siglo pasado, que llamó nuestra atención, fue la obra de arquitectos que se sumaban a la modernidad, sin descuidar el lugar donde se insertan sus edificaciones, por ejemplo el conjunto de las Torres del Parque, diseñado por mi querido amigo, el maestro de la arquitectura Rogelio Salmona. (Fig 3)




Figura 3- Las Torres del Parque, y Plaza de Toros. Bogotá, Colombia, Rogelio Salmona. 
Fotografía de Concepción J. Vargas


El tránsito hacia la globalización, el predominio de la economía adquiere un valor y un marcado interés por el consumismo en todos los ámbitos de la vida de la población. La arquitectura no se escapa a estos fenómenos, alterando sus valores, como el de la permanencia; convirtiéndose muchas de las obras en meros objetos en boga. Otros factores que intervienen fueron el avance de la tecnología, y los medios de comunicación los cuales favorecieron un cambio radical en la sociedad respecto a la noción del tiempo y de los límites, provocando que éstos se desvanezcan y predomine la simultaneidad.

Mientras tanto, la arquitectura se materializa en edificios novedosos para modernizar las ciudades, destruyendo sin consideración alguna, parte importante del rico y variado patrimonio cultural y natural que poseíamos.

El primer encuentro en Tlaxcala, México (1989), también marcó el inició de un diálogo entre pares latinoamericanos de intercambio de información, opiniones, análisis y discusiones críticas que pusieron de manifiesto las distintas maneras de enfrentar los distintos fenómenos que desafiaba la arquitectura en cada uno de nuestros países. La variedad de tendencias urbano-arquitectónicas postmodernas, invadieron nuestros paisajes urbanos. Ante esta realidad, nos cuestionamos a cerca el papel que debíamos asumir como arquitectos, investigadores y docentes en un escenario cambiante que arrasaba desaforadamente con nuestra memoria e identidad.

Por lo que decidimos, unir nuestros esfuerzos investigativos. El proceso dio inicio con la puesta en marcha de un proyecto de investigación colectivo en el que participamos todos los integrantes del Área de Procesos Históricos y Diseño del Departamento de Métodos y Sistemas de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la UAM, Xochimilco. Al mismo tiempo, nos articulamos con dos grupos importantes de investigadores latinoamericanos quienes colaboraban también en universidades públicas: la Facultad de Arte y Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), sede Bogotá y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Sao Paulo (USP) con quienes compartimos estas inquietudes y juntos acordamos identificar, analizar, conocer e interpretar los fenómenos que enfrenta el complejo panorama urbano arquitectónico latinoamericano contemporáneo e identificar características de las distintas tendencias arquitectónicas que presentan cada uno de los fenómenos que saltan a la vista tanto a nivel local y como regional en cada uno de nuestros países y en el continente latinoamericano.

Para formalizar el trabajo en 2006 firmamos Convenios de Colaboración: Colombia, Brasil y México países que poseen un rico patrimonio natural y cultural y que presentan problemáticas comunes entre ellos, aunque, no se presenten simultáneamente, por lo que decidimos constituir el Observatorio de Arquitectura Contemporánea Latinoamericana.

Nuestro objetivo consiste en mirar con detenimiento e identificar los fenómenos urbanos y arquitectónicos más significativos que se presentan desde 1980 a la fecha en nuestros países. Para distinguir y apreciar los diferentes elementos y las características que los distinguen para conformar las tendencias arquitectónicas que se materializan en nuestros países.

Este trabajo lo emprendimos hace ya siete años, a través de numerosas comunicaciones virtuales, informáticas y dos reuniones presenciales, la primera se llevó a cabo en Bogotá, Colombia (2009), en las instalaciones de la Facultad de Artes y Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (Fig. 4) y la segunda reunión (2011) en la Universidad de Sao Paulo, Brasil. (Fig. 5)





Figura 4- Primer Seminario del Observatorio de Arquitectura Contemporánea Latinoamericana, 
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.

Del 11 al 15 de marzo de 2013 se llevará a cabo el III Seminario del Observatorio en la División de Ciencias y Artes para el Diseño, Xochimilco, reunión donde se presentarán los avances alcanzados en el registro de obras, reflexiones teóricas, metodológicas e interpretativas que se hemos realizado los últimos dos años.

Durante el proceso hemos encontrado afinidades y diferencias en puntos de vista y aproximaciones a los fenómenos, lo cual ha enriquecido la reflexión y la discusión entre pares a nivel nacional como latinoamericano. La experiencia ha sido muy rica y fructífera.

Los resultados que hoy presentamos, son la constancia de que las expectativas plasmadas en los objetivos y metas del Observatorio de Arquitectura Contemporánea Latinoamericana, mediante la reflexión teórica, metodológica hemos avanzado en el desarrollo de un trabajo científico para la comprensión de los fenómenos arquitectónicos que se presentan en distintas regiones del continente latinoamericano. Los aspectos sensoriales y las experiencias  personales y colectivas son fundamentales en la observación que realizamos en el Observatorio, es por esto, que en el programa del Observatorio incorpora también visitas a obras de arquitectura .mexicana contemporánea.




Figura 5- II Seminario del Observatorio de Arquitectura Contemporánea Latinoamericana,
Universidad de Sao Paulo, Brasil.

Es importante hacer hincapié que dados los objetivos y metas del Observatorio requerimos trascender de la cuestión de preferencias, ya que es necesario contar con una visión amplia y lo menos influenciada posible, para superar la tentación de meramente sumarnos al tren de la moda.

Del 11 al 13 de marzo se celebrará el III Seminario del Observatorio de Arquitectura Contemporánea Latinoamericana, en esta ocasión enmarcado por tres exposiciones, una de ellas sobre arquitectura contemporánea en Sao Paulo, otra sobre tres destacados maestros de la arquitectura brasileña acompañadas por unos ensayos críticos de las obras y la tercera corresponde a una línea de tiempo del Diseño en Latinoamérica, ésta última, fue realizada por estudiantes del Tronco Divisional de la División de Ciencias y Artes para el Diseño. Simultáneamente se celebrará una Jornada de Conferencias sobre Arquitectura Brasileña, dictadas por investigadores de la Universidad de Sao Paulo para la comunidad universitaria.

Marzo, 2013


DOWNTOWN Ciudad de México, otro hotel del Grupo Habita. Por Alejandro Ochoa Vega




En julio de 2012 se inauguraba el hotel Downtown en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el más reciente emprendimiento del Grupo Habita fundado en 2000 en nuestro país. Dicho grupo, creado por Carlos Couturier y sus socios Moises, Rafael y Jaime Micha, es un interesante proyecto, que desde el formato de los “hoteles boutique” han realizado en los últimos 12 años diversas propuestas, que van desde el rescate de viejos palacios virreinales y haciendas azucareras, hasta hoteles y edificios de departamentos de los años cincuenta del siglo pasado. Sin embargo, también han generado diseños de nueva creación como El Deseo en Playa del Carmen, Habita en Monterrey y Distrito Capital en Santa Fe, D.F., además de la sugerente propuesta del Hotel Endémico en el desierto de Baja California. Siempre bajo un concepto determinado, los promotores han acudido a despachos de arquitectura, desde los más consagrados, como Legorreta+Legorreta, Francisco Serrano o Enrique Norten, hasta gente más joven como Javier Sánchez o Central de Arquitectura, todos con innegable oficio e ideas frescas.

Restaurante. Foto: Alejandro Ochoa Vega

Cabe decir, no obstante, que Grupo Habita, como buena empresa negociante, su estudio de mercado los llevo a identificar un usuario de alto ingreso, que puede pagar más de 200 dólares por noche, y con eso hospedarse en un sitio exclusivo, elitista y eso sí, muy creativo. “Hoteles de diseño”, como ellos se identifican, sin lujos “kitsch” muy comunes en la arquitectura e interiorismo de hoteles de gran turismo, y con una apuesta hacia lo contemporáneo.

La propuesta del hotel Downtown en el centro de la capital del país, fue realizada por el despacho Cheram Serrano Arquitectos, a partir de un programa de necesidades complejo, que incluía un hotel boutique con 17 habitaciones, un hostal de 78 camas para “mochileros”, restaurantes, bares y tiendas. Todo, en una vieja casona virreinal del siglo XVII, seguramente ya muy transformada en intervenciones previas, el Palacio de los Condes de Miravalle según asientan las fichas de información del conjunto. Además de lo que quedara de la construcción colonial, el edificio en su escalera tenía un mural del artista mexicano Manuel Rodríguez Lozano, el cual ahora engalana el acceso al hotel.

Terraza. Foto  Alejandro Ochoa Vega                 

Sobre la muy concurrida y ruidosa calle de Isabel la Católica, se accede a un zaguán que lleva al patio principal donde se ubico uno de los restaurantes, en medio de árboles. Desde ahí se va un segundo patio, donde se encuentra otro sitio gastronómico, con una gran pared verde. Al fondo del predio se ubican tanto “Downtown hotel” como el “Downtown beds”, es decir el hotel de lujo y el hostal mochilero, sugerente combinación, que por primera vez para el Grupo Habita se abre a otro tipo de usuario que con 200 pesos puede coexistir con el que paga 10 veces más. Claro, los arquitectos tuvieron a bien separar “sutilmente” dichos ámbitos, no sin evitar que en la práctica, se cuele uno que otro en la terraza, alberca y bar de la azotea. Desde donde por cierto, se puede gozar a una distancia cómoda, los detalles más bellos de los edificios de la Casa Boker y el Casino Español, además de la Iglesia de la Profesa, un poco más distante.

Muro verde. Foto  Alejandro Ochoa Vega  

En los niveles intermedios, y rodeando los patios, se desarrollan circulaciones y pasillos donde se pueden encontrar, tanto tiendas de artesanías con productos muy sofisticados y caros, como chocolaterías, mezcalerías y bar de tapas, entre otras posibilidades. Siempre apostando por reconocer materiales y ambientes que desde una inserción muy contemporánea, revalora las proporciones y calidades del espacio original e histórico. Al final, un proyecto que resulta agradable visitar y recorrer, que no le tiene miedo a dejar el concreto rudo, junto a una celosía de ladrillo y un muro de piedra. De las últimas muestras de la mano de un arquitecto joven, con un futuro prometedor, tristemente asesinado un año antes de que el Downtown se abriera, Javier Serrano.

Marzo, 2013

La arquitectura contemporánea, algunas aproximaciones para su estudio. Por Fernando Minaya Hernández



Actualmente, la definición de arquitectura contemporánea ha pasado por diversas corrientes de pensamiento, la cuales han tratado de establecer una variedad de conceptos. Pero ante la problemática de establecer alguna, es preciso encontrar nuevas maneras de investigación o retomar conceptos y metodologías de otras áreas de conocimiento, para establecer y aproximarse a explicaciones alternas de la arquitectura contemporánea.

Existen dos parámetros que actualmente están impactando a la arquitectura. En primer lugar, las cuestiones formales contienen relaciones estrechamente ligadas con la expresión tanto social, como política e ideológica. Las vinculaciones del sujeto con el objeto son materia de estudio a partir de la multidisciplina del conocimiento, la psicología, mercadotecnia, biología, entre otras, nos llevarían a otrasinterpretaciones y significaciones de la arquitectura. En segundo término, se ubican las alternativas que se pueden ofrecer en cuanto a la aproximación metodológica a las nuevas formas analíticas de los objetos de estudio.

La arquitectura contemporánea enfrenta fenómenos como la recuperación del espacio público y reutilizaciónde edificios, entre otros, de los cuales se extraen elementos que conforman grupos o categorías de análisis, a partir de intenciones y posiciones ante el objeto arquitectónico. La continuidad de las formas, los arquetipos y los sistemas racionales, propuestas de Josep Montaner (2008), son pauta de análisis para la arquitectura; en el rubro de posturas ante el objeto de diseño refiere a la experimentación y búsqueda de nuevos conceptos como la fragmentación, dispersión, reciclaje, prótesis, mega-objetos, fractales, rizomas, pliegues, redes y nodos. La intención es develar la complejidad desde la escala arquitectónica hasta la urbana, territorial y regional.[1]

Desde el punto de vista de los sistemas arquitectónicos se trata de explicar y entender a los objetos de diseño como parte de procesos inacabados y en frecuente transformación, con sus diferentes características que conforman el desarrollo de la arquitectura hasta nuestros días.

Otra postura, la referida al sentido de la crítica, como proceso de análisis y juicio ante los objetos arquitectónicos, ha sido utilizada en las últimas décadas para la evaluación y categorización, ante un mundo diverso y modos de vida cambiantes. Así pues, se han dejado en el camino las posturas marxistas, kantianas, pos-estructuralistas, entre las representativas y que en su momento contribuyeron a la conformación de actitudes de pensamiento y en otros, establecieron ideologías que persisten en nuestro tiempo. Ante la pluralidad contemporánea, han surgido nuevos métodos, algunos hasta radicales, que intentan comprender las formas y valores arquitectónicos, relacionados con la estética, la poesía, la sociedad, la sustentabilidad y  la cultura, entre otros.

En Latinoamérica surge la crítica como un nuevo rostro ante el hecho arquitectónico y urbano: México, Brasil, Argentina, Colombia y Chile, como los grandes exponentes[2], se producen textos sobre el quehacer teórico en respuesta a las grandes escuelas europeas y norteamericanas.[3] Por ello la evaluación de la arquitectura, en nuestros días, es una de la principales formas de aproximación al análisis arquitectónico, como lo afirma Kate Nesbitt[4], la arquitectura, actualmente, no se rige con grandes postulados, ya que no existen elementos totalitarios o universales que engloben o generalicen a la arquitectura contemporánea, la cual responde, en mayor medida, a fenómenos, hechos regionales y procesos claramente diferencias por sus modos de vida y formas de producción.

Las aproximaciones en arquitectura, tanto en lo teórico como práctico, se han enriquecido desde la década de 1980 con los SAL (Seminarios de Arquitectura Latinoamericana), sin embargo, ha prevalecido una visión dispersa y poco unitaria de los países participantes; en ese sentido, un esfuerzo más reciente, es el promovido por el Observatorio de Arquitectura Latinoamericana Contemporánea, proyecto de investigación de las universidades de San Pablo, Nacional de Colombia y la UAM-X, a partir de 2009; en donde se establece y se enriquece, a través del trabajo plural, debido a la multiculturalidad, tanto de los países participantes como de los distintos fenómenos arquitectónicos; por lo tanto, los resultados estarán diferenciados de estas aproximaciones.




[1]Montaner, Josep (2008): Sistemas arquitectónicos contemporáneos, Gustavo Gili, España.
[2]Montaner, Josep (1997): La modernidad Superada, Arquitectura, Arte y Pensamiento del Siglo XX, Gustavo Gili, España.
[3] Desde los años setenta y ochenta del siglo pasado autores como Ramón Gutiérrez, Marina Waisman, Silvia Arango, Christian Fernández Cox, Enrique Brown y Antonio Toca entre otros han fortalecido una visión desde Latinoamérica sobre la arquitectura contemporánea.
[4] Nesbitt, Kate (1996): Theorizing a new agenda for architecture: an anthology of architectural theory 1965-1995, Princeton Architectural, EstadosUnidos.

Marzo, 2013