La comunicación gráfica de la arquitectura. Por Jorge Contreras Cárdenas

En arquitectura la expresión gráfica es el medio cotidiano de trabajo, reflexión y comunicación: croquis, planos, maquetas, “renders”, etc. son elementos de un lenguaje común a los estudiantes y profesionales  de  la arquitectura, de las ingenierías, y de otros diseños relacionados con ésta, así como a los constructores. En éste ámbito el lenguaje es técnico y especializado, y se puede comunicar fácilmente porque se hace entre personas capacitadas para ello. Sin embargo, la necesidad de comunicar en arquitectura, no termina con el diseño o la prefiguración de una obra arquitectónica, por lo general tenemos que presentar los proyectos a otras personas, en ocasiones no especializadas, a clientes, promotores, inversionistas, comunidades, jurados de algún concurso, profesores universitarios, etc. Y en cada caso la presentación debe responder a un auditorio en particular.


Alumnos de arquitectura de la UAM-X

Elaborar la presentación de los proyectos de arquitectura es un problema de comunicación, que tiene como fin hacer comprensibles las características y cualidades de un proyecto, y persuadir a las personas interesadas de que les proponemos un proyecto que cumple con su requerimiento, necesidades y expectativas.No se trata del ejercicio cotidiano de la elaboración y del intercambio de las ideas de proyecto. Se trata de obtener la aprobación de nuestro proyecto: para ser bien calificado, para ser seleccionado en un concurso, o aceptado para llevar a cabo su construcción, nada menos.

Abordar éste como un problema de comunicación gráfica, nos permitirá sistematizar adecuadamente la elaboración de nuestras presentaciones, teniendo siempre presente las cuestiones fundamentales de nuestro objetivo, el ¿qué?, ¿para quién? Y el ¿cómo?, es decir, cuáles deben ser los mejores argumentos para convencer a un público en específico: de que le ofrecemos la mejor solución a su solicitud y cuál es la forma más adecuada de presentar estos argumentos para que sean comprendidos claramente.

En la licenciatura de Diseño de la Comunicación Gráfica, de la Unidad Xochimilco, una de las formas de abordar este tipo de problemas es por medio del Sistema Retórico. Siguiendo al maestro Antonio Rivera en su texto “La Retórica en el Diseño Gráfico”. La retórica es el arte de crear argumentos plausibles, pronunciados de forma elocuente, para convencer y persuadir a auditorios particulares. Entendido aquí el arte como una techné:en éste caso, la manera en que adquirimos los conocimientos y la habilidad para solucionar satisfactoriamente los problemas de comunicación gráfica en arquitectura trayendo a la prácticade la elaboración de las presentaciones de proyectos, las teorías pertinentes y reflexionando sobre sus resultados, para adquirir, con el proceso recurrente, el conocimiento del por qué y cómo se obtienen resultados satisfactorios. En el proceso retórico se realizan cuatro operaciones, a saber, Intellectio, Inventio, Dispositio y Elocutio.

LaIntellectio, dice el maestro Rivera, siguiendo a Heinrich Lausberg, es un proceso de recepción y comprensión, que consiste precisamente en comprender las ideas y pensamientos sobre la cuestión. El caso que nos ocupa tiene la particularidad de tratarse de un diseño arquitectónico ya resuelto, del cual tenemos muy claro cuáles fueron los requerimiento y las condiciones para su resolución, así como las características del demandante y de los usuarios, a esto debemos sumar las expectativas de la o las personas a quienes vamos a presentar el proyecto, su conocimiento sobre el lenguaje gráfico de arquitectura, sus acuerdos previos o tópicos sobre el proyecto en específico, etc. Esta operación es muy importante porque aquí definiremos el contenido de nuestro discurso gráfico, respondiendo a las preguntas sobre quién presenta el proyecto, a quién y en qué circunstancia. La Inventio busca hallar los argumentos, pero no cualquier argumento, sino fundamentalmente, aquellos que son adecuados a la situación, esto es, qué es pertinente argumentarle a ese auditorio. Es decir, sabemos cuáles son las soluciones que hemos dado a cada uno de los requerimientos del proyecto, algunas directamente relacionadas con la solicitud de nuestros demandantes, por ejemplo: cumplir con un programa, restringirse a un presupuesto, darle cierto carácter, etc. y otras de requerimientos técnicos, éticos o filosóficos, que surgen de nuestra ejercicio como arquitectos, y que en principio pueden estar fuera de las expectativas de los clientes o usuarios, pero que al mostrarlos también pueden ser determinantes para que se tomen decisiones. Por ejemplo: proponer la integración al contexto, consideraciones de diseño sustentable, aspectos de calidad de vida urbana, etc. Todos estos son nuestros argumentos, y de estos tendremos que seleccionar cuáles son los más relevantes y pertinentes para para ser presentados.La Dispositio consiste en ordenar, componer, disponer. Componer, por ejemplo, por medio de una retícula como base para establecer la disposición de los elementos de la presentación, tanto textos como imágenes, estableciendo la importancia jerárquica, o la estructura narrativa de los argumentos por medio de su ubicación y de su escala.  La Elocutio es una operación que consiste en la expresión lingüística de los pensamientos. El leguaje arquitectónico y el lenguaje gráfico no sólo denotan los argumentos o las razones, es decir el Logos.El Ethos y el Pathos juegan un papel importante como aspectos persuasivos: mostrarnos como como profesionales capaces, formales, confiables, etc., y lograr que las personas a quienes queremos persuadir, se emocionen y entusiasmen por nuestra propuesta, son propósitos que también podemos lograr  metaforizando nuestras capacidades y las cualidades del proyecto por medio del lenguaje gráfico: con la tipografía, el color, la composición, las imágenes, etc.

El proceso proyectual en arquitectura es sumamente complejo, son múltiples las variables que determinan las decisiones sobre un proyecto: el espacio físico, el espacio social, el cliente, los usuarios, el presupuesto, los sistemas constructivos, los reglamentos, etc. Todos están siempre presentes durante el proceso. Pero es común que a la elaboración de nuestra presentación, para quienes tomarán la decisión sobre su viabilidad, le demos muy poco tiempo y poca atención; que nos limitemos a componer una lámina con el material que generamos durante el proyecto, o que produzcamos un “render” muy vistoso, una maqueta, etc. Un croquis hecho a mano puede ser tan eficiente como un “render” muy elaborado, o no: las técnicas de representación, por sí solas, no aseguran una adecuada comunicación en arquitectura. Definir claramente los argumentos, que respondan a la expectativa de nuestro público, disponerlos y presentarlos de tal manera que llamen su atención, que permitan su fácil lectura, que sean convincentes, que emocionen, que sean persuasivos es lo que mejorará la eficiencia en la presentación de nuestros diseños o proyectos. 

Septiembre, 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario