Procesos y Contradicciones. Reseña de una plática con el arquitecto Luis Aldrete.

 

Aldo Alberto Ordaz Salas*

 

Como parte de la serie de charlas semanales que organiza el despacho E+A arquitectura, el pasado jueves 3 de diciembre fue el turno del arquitecto Luis Aldrete de Guadalajara, quien abordó el tema de los procesos y las diversas dificultades que se han llegado a presentar durante su labor profesional. Ahí mencionó que la decisión del tema tuvo mucho que ver con la crisis sanitaria de SARS-CoV-2 la cual calificó como una gran tragedia a nivel mundial. A partir de ello y a manera de metáfora, el arquitecto propuso que revisemos y aprendamos a superar las contradicciones que enfrentamos en el trabajo diario, ya que las dificultades son constantes que se suelen encontrar en el lugar y el momento menos esperado.

En un principio, el arquitecto jalisciense contó un poco sobre los inicios de su labor profesional en Mallorca, lugar donde realizó sus prácticas profesionales, resaltando que su primera impresión de las islas españolas fue un fuerte choque visual debido a que él venía de un ambiente más bien urbano. La arquitectura vernácula del lugar le resultó muy pragmática, entendida más como un oficio donde se tenían que resolver problemáticas evidentes y vitales. Por otro lado, el arquitecto mencionó la influencia que ha tenido en él la pareja con quien vive dedicada a la ilustración. Gracias al trabajo y las intervenciones que esta persona ha desarrollado en el espacio público, Aldrete ha logrado una práctica más orgánica y totalmente alejada de la rigidez que suele caracterizar a la arquitectura, además de haber llegado a la conclusión de que los procesos son un camino de ida y vuelta, donde las rutas posibles pueden llegar a ser infinitas.  

A partir de esa idea, el arquitecto abordó el tema de la memoria gráfica, la cual definió como el cumulo de información que se va adquiriendo a lo largo de los años y por lo tanto es clave para el desarrollo de proyectos arquitectónicos ya que puede abarcar escalas, proporciones, materiales y paisajes, entre otros factores. La memoria gráfica llevó a Aldrete a exponer su metodología para alcanzar el concepto y esta se compone de 3 elementos: programa, contexto, y línea personal de búsqueda. Con respecto al programa, este se limita a lo que el proyecto demanda y lo que se tiene que resolver. Por el lado del contexto, este se refiere a las condicionantes del lugar y las particularidades que lo acompañan. Por último, la línea personal de búsqueda no es nada más que la memoria gráfica y los intereses personales que lleva consigo el proyectista.

En el caso personal de Aldrete, mencionó que su memoria gráfica se compone de tres diferentes variantes de la arquitectura. Por un lado, la arquitectura prehispánica lo remite al poder de la geometría, los patrones que la acompañan y los volúmenes que se generan. En segundo lugar, la arquitectura clásica evoca en él, el rigor y la disciplina, la pureza del oficio y el entendimiento de las repeticiones. Por último, la arquitectura vernácula a partir de su experiencia en Mallorca, lo llevó a entender materialidades y procesos y artesanales. Una vez que definió su proceso para alcanzar el concepto y su interpretación de la memoria gráfica, el arquitecto hizo un recorrido a partir de algunos de los proyectos más representativos que ha realizado su despacho y son ejemplo de sus fundamentos.

Ruta del Peregrino (2011) fue un proyecto colaborativo donde se intervino la procesión de la Virgen del Rosario que corre de Ameca a Talpa de Allende, en el Estado de Jalisco. La intención principal fue generar diferentes puntos de estación con lugares de descanso para los peregrinos, generando recursos de sombra y viento, respetando la paleta de colores de la zona y trabajando una arquitectura sin detalle, más despreocupada, pero que cubriera las necesidades fundamentales.

Otro ejemplo es el del Concurso Pabellón Eco 2012. Consistió básicamente en colocar un muro diagonal dentro del patio del museo diseñado por Mathias Goeritz, para contener un muro amarillo a partir de espejos que generaron repetición y sencillez. El lenguaje de la arquitectura se volvió duro, pero claro. El proyecto Miluum dentro de la reserva Sian Kaan resultó interesante debido a su condición impuesta de no haber tenido planeación arquitectónica; todas las decisiones se tomaron in situ junto a los artesanos, teniendo resultados accidentados e imperfecciones que generaron bellezas particulares y atmosferas diferentes.

Finalmente, el arquitecto Aldrete expuso proyectos con diferentes escalas para ejemplificar mejor su planteamiento de contradicciones y resoluciones, a partir de metodologías y procesos. Complejo Residencial RM (2017) es un ejemplo de cómo resolver contradicciones a partir del planteamiento de un proceso. Está definido sobre una topografía complicada y para este proyecto era muy importante conservar la belleza natural de la barranca, por lo que se procedió a reforestar y reconfigurar el sitio. En cuanto al emplazamiento, este se fue deconstruyendo hasta lograr una concordancia con el terreno en cuestión para lograr los cerca de 45,000 m² de construcción. En cuanto a los materiales, estos fueron utilizados para generar sensaciones de repetición, textura y experimentación además de que los volúmenes y recorridos lograron un anonimato acompañado de clasicismo puro.



COMPLEJO RESIDECIAL M, FOTOGRAFÍA: ONNIS LUQUE, 2017, LUISALDRETE.COM


Por otro lado, Chacaj (por construir, 2021) es un proyecto que se pretende edificar contradictoriamente dentro de la selva de Tulum. El reto es generar el menor daño ambiental posible y por lo tanto se han seleccionado áreas que permitan conservar la mayor cantidad de árboles para evitar así un probable ecocidio. Se han desarrollado diferentes tipologías hasta llegar a una definición que plasme el concepto corbusiano central del proyecto: la vivienda debe estar en un primer nivel, para que así la planta baja tenga la libertad de generar recorridos que interactúen con todo su contexto y la selva.


COMPLEJO RESIDECIAL CHACAJ, TULUM, LUIS ALDRETE, 2017, LUISALDRETE.COM


Como conclusión a partir de este diálogo, me parece que es urgente que a pesar de las circunstancias, logremos encontrar procesos que nos lleven buscar nuevos caminos en la arquitectura, tanto en el ámbito académico, como en el profesional. Debemos seguir nuestros instintos y no perder nunca el interés, alimentar nuestro saber y nuestra memoria gráfica para ampliar nuestro cumulo de información. Solo así podremos encontrar los mejores caminos para resolver las problemáticas del presente y del futuro, y así cuando sea el momento de regresar a nuestros sitios de trabajo y de estudio, podamos hacerlo de un modo en el que tengamos una conciencia renovada, y una mente abierta para trabajar con las nuevas modalidades que nos va exigiendo nuestro tiempo.

Diciembre 2020

 

*Estudiante de arquitectura de la UAM Xochimilco


 


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