Humberto Aguilar
García*
Antes de presentar cualquier argumentación, habría que
tener presente el verdadero motivo por el cual se han cambiado las clases
presenciales a en línea. La determinación obedece a la alerta sanitaria mundial
ocasionada por la propagación del virus covid 19, afirmando lo siguiente: “la
decisión de clases en línea no tiene un origen político, académico, imposición
personal, sindical y ni ningún otro significado”.
Empezará a describir mi propia experiencia. El diseño de
los métodos de enseñanza para las clases en línea, nacieron como una solución
urgente para no perder los proyectos académicos y personales, por lo que no
existió un estudio previo que permitiera un análisis para tomar las decisiones
adecuadas con un mayor tiempo de razonamiento.. El sistema de clases en línea
me parece, tiene deficiencias en su aplicación a nivel masivo como ha sucedido
en los últimos meses, aunque antes ya se venían aplicando este tipo de prácticas
en algunas áreas de la enseñanza. Sin embargo, en el caso de la licenciatura de
arquitectura de la UAM Xochimilco, en la cual estoy inscrito, encuentro en este
modalidad más libertad de desarrollar actividades personales, se puede trabajar
y obtener una entrada de dinero que ayuda a solventar diversos gastos, se
aprovechan las horas de traslado a la universidad, para realizar las tareas
académicas, y se ahorran recursos que se invertían en el transporte.
En el aspecto académico encuentro una sola limitación, la
falta de revisión personal de los proyectos con los maestros, por lo demás en
relación a la búsqueda de datos e información se pueden conseguir con la ayuda
de los diversos medios informáticos. Aunque cabe decir que se extraña la
convivencia personal y el desarrollo de actividades culturales y deportivas en
grupo.
En cuanto a la Universidad como
institución, ahorra recursos utilizados en el funcionamiento de las instalaciones,
y a nivel de la ciudad, si tomamos en cuenta que no hay desplazamientos de
estudiantes y profesores, se reducen las actividades del transporte público y
la utilización de automóviles, aminorando el tránsito vehicular y la
contaminación. Por otra parte, la utilización de artículos de papel quedo al
mínimo, por lo que se redujo el uso de materias primas como la madera.
Finalmente, cuando las autoridades lo determinen, las
clases en línea terminaran, volveremos a las instalaciones como lo hicimos
hasta marzo de este año y quizás las estructura académica no tenga cambios
sustanciales. Sin embargo, nosotros no seremos los mismos, después de haber
vivido esta experiencia inédita, y ojalá sea para mejorar.
*Estudiante de arquitectura de la UAM Xochimilco
Diciembre 2020
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