En
todas las épocas han existido personajes capaces de señalar con su trabajo a la
sociedad los caminos por los que es posible avanzar hacia formas más dignas de
vida. Con frecuencia, su obra orienta las ideas y las acciones de muchas otras
personas y aún proponérselo conscientemente propician movimientos políticos,
intelectuales o artísticos. Eduardo Galeano, fecundo escritor uruguayo
recientemente fallecido, ha sido uno de estos influyentes personajes. Su obra,
durante la segunda mitad del siglo XX, marcó una ruta a varias generaciones de
estudiantes y profesionales en América Latina.
Dos ecos del maestro. Homenaje a Carlos Mijares (in memoriam). Por Pablo Quintero Valladares
Es
claro que como universidad no nos explicaríamos sin la docencia. Sin embargo,
vale tener presentes algunas otras maneras en que aprendemos. Y es desde ahí donde
deseo compartir, en relación con Carlos Mijares, dos modos en que encuentro que
él está presente dentro de nuestra comunidad académica.
Carlos Mijares. La arquitectura como poesía. Por Rodolfo Santa María
Mi
obra, y mi pensamiento, no son tan sólo lo que yo he producido,
son
también lo que he visto, lo que me ha atraído y lo que he rechazado.
Son
todos mis maestros, todos mis discípulos y todos mis amigos.
Ayer,
19 de marzo de 2015, falleció Carlos Mijares. Nació y murió en esta ciudad de
México que tanto quiso. A pesar de sus
84 años, muy bien vividos, su partida nos llena de tristeza y no deja de darnos
bronca.
Frei Otto, Pritzker 2015. Por Fernando Minaya Hernández
La
fundación Hyatt en este año decidió otorgar el premio Pritzker número 40, en su
trigésimo séptima edición desde 1979, al arquitecto e ingeniero alemán Frei
Otto (31/5/1925-9/3/2015) a sus 89 años de edad. El arquitecto galardonado murió
a tan solo dos semanas después de haberse enterado de la distinción.
Oaxaca para un estudiante de arquitectura. Por Irving Sánchez García.
Si algo he
aprendido en poco más de dos años en la carrera de arquitectura en la
UAM-Xochimilco es que todos necesitamos experimentar distintas emociones que
nos nutran, que nos conmuevan, que nos ayuden a transitar por la vida. Cuando
uno va adentrándose en la carrera comprende que el quehacer del arquitecto es
crear espacios dignos, que cumplan con los requisitos propios de la actividad a
realizar (el programa) y que a su vez sea un lugar, un espacio, digno de ser
vivido.
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