El primer Pritzker a un africano

José Ángel Campos Salgado*

 

El trabajo de Diébédo Francis Kéré en su tierra natal comienza a difundirse alrededor de 2004 cuando recibe el Premio Aga Khan de Arquitectura, que es un reconocimiento a los principales proyectos del mundo musulmán, instituido desde 1977. Entonces, se premió al edificio de la Escuela Primaria de Gando, Burkina Faso, población en la cual nació este arquitecto y comenzó a proyectar desde que estaba estudiando la carrera de arquitectura en Alemania, a donde fue becado por su país, Es a partir de este trabajo que mantiene una constante: su tarea es retribuir a su comunidad el desarrollo que va logrando en su vida profesional. Un propósito que no obedece a la intención de ganar reconocimientos o tener un mayor ingreso económico por su trabajo sino brindar, sin demagogias, mejores condiciones a sus coterráneos para su educación y su vida cotidiana. Una acción de servicio comprometido socialmente, en el entendido de que su país es muy pobre y ha surgido al mundo actual después de un largo periodo colonial ejercido por Francia de la que se independiza hasta 1960. Una inestabilidad política siguió a este acontecimiento cuando era conocido el país como Alto Volta, y que cambia desde 1984 por Burkina Faso que quiere decir “patria de hombres íntegros” en su idioma original; más allá de estos acontecimientos Diébédo ha mantenido su compromiso realizando múltiples obras en Gando a lo largo de todo lo que va del siglo XXI, desde viviendas para profesores hasta varias otras escuelas, un centro de salud, la biblioteca de Gando, el Centro de Mujeres Songtaaba, una clínica quirúrgica, un orfanato y a partir de estas experiencias su obra se extiende a otros países de África: Mali, Kenia, Mozambique, Sudan y más recientemente culmina el Instituto Goethe en Dakar, Senegal.

A partir del premio Pritzker se ha popularizado su trabajo y cabe destacar que se ha puesto la mirada en una arquitectura de modesta realización, en oposición a las arquitecturas espectaculares que todos los días se construyen en el mundo, lo cual implica un cambio radical en el enfoque crítico de apreciación de la arquitectura. Para la enseñanza de la arquitectura de la UAM Xochimilco este premio empata con los objetivos de atención a las necesidades más urgentes de la población pobre de nuestro país, sólo que hay que ir más allá en el conocimiento de los trabajos de este arquitecto, pues en cada obra da muestra de su sólida formación como profesional de nuestra disciplina. Su obra prueba que existe la buena arquitectura y que esta exige un recorrido riguroso por las características que dan integridad a su conformación en el sitio donde se ubican. Este es el primer aspecto por destacar, son obras para un lugar específico, con su clima, su suelo y su vegetación. También para unos usuarios conocidos, los jóvenes de Gando, y para una actividad educativa y sus acciones complementarias. Un aspecto más es el uso de materiales que se producen en el lugar, sin descartar otros que serán traídos del centro urbano más cercano y cuya utilización se ha hecho estudiando cuidadosamente las posibilidades de participación de los habitantes. Un aspecto que sobresale es que se ha trabajado a detalle la forma en que se utilizarán de cada uno de ellos, los tradicionales y los contemporáneos. Y en este punto cabe hacer énfasis en la disposición de Kéré para lograr el efecto deseado: esta acción es lo que llamamos diseño, o sea, una previsualización cuidadosa de lo que será el resultado de cada una de las decisiones tomadas. Detrás de ello está un objetivo implícito, generar belleza, impactar con una estética que no necesita adjetivos, solamente disposición a gozarla. Una estética que tiene su raíz en la cultura material del lugar. Para los estudiantes de nuestra carrera esa debe ser la lección. Sin dominio de todo esto no hay diseño, sino solamente construcción.

Opéra village Africa

Gando primary school

 

*Doctor en Arquitectura y profesor investigador de la UAM Xochimilco.

Agosto 2022.

 

 

 

 

Imágenes tomadas de:

https://ecohabitar.org/articulos/construccion-con-tierra-cruda/

https://www.experimenta.es/noticias/arquitectura/escuela-primaria-en-gando-burkina-faso-de-francis-kere-architecture-3724/amp/

 

 

Hacer ciudad desde lo preexistente, Reurbano.

Manuel Dublán 46.

Por Iván Hinojosa Medrano*

 

El tema de la sustentabilidad en todos los ámbitos de nuestras vidas se empieza a convertir en algo común, es por eso que, en nuestro quehacer como arquitectos, nos preguntamos ¿cuál es la responsabilidad que tenemos al ejercer la práctica de la arquitectura, al construir y vivir la ciudad en donde habitamos?

Desde hace unos años, algunos arquitectos se han preocupado por la manera en que construimos nuestras ciudades, y por lo tanto buscan soluciones más sostenibles para redensificar la ciudad. No es un tema nuevo que hace tiempo han surgido estrategias que nos permiten contrarrestar los efectos negativos de la elaboración de materiales de construcción, la urbanización acelerada en las periferias de las ciudades, así como disminuir los efectos negativos que deja construir desde cero una obra.

Oficinas de arquitectura como; Inca Hernández, JSa, BAAQ, COOP entre otros, se han preocupado por realizar una práctica más consciente del sector inmobiliario, así como hacer ciudad sobre lo preexistente. Varios factores son los detonantes de esta reutilización, por ejemplo; poder redensificar y crecer verticalmente las ciudades; la valoración del patrimonio edilicio; cuidar el medio ambiente por medio de la reutilización; económicamente la construcción cuesta menos y a su vez el precio de venta por metro cuadrado es más elevado por encontrarse en buenas ubicaciones.

Ubicación Manuel Dublán 46.

 

Ubicación Manuel Dublán 46.

Lo anterior viene al caso a la hora de acercarnos a valorar la obra de Reurbano, un desarrollador inmobiliario que nació hace más de una década en la ciudad de México, siendo pioneros en la regeneración urbana por medio de la reutilización de edificios, algunos de ellos patrimoniales. Esta oficina cuenta con más de 12 edificios reutilizados, y más de 10 premios nacionales e internacionales. Se distingue por la colaboración de diferentes oficinas de arquitectura que los apoyan con el proyecto arquitectónico, tales como; at103, Cadaval & Solà-Morales, y Productora, este último realizo recientemente la propuesta para la reutilización del edificio ubicado en Manuel Dublán 46.

Estado original de Manuel Dublán 46.

Para hacer algunos comentarios en relación al trabajo profesional de Reurbano, nos vamos a referir específicamente a una de sus obras; el edificio de departamentos conocido como Dublán 46, del año 2021, ubicado en la calle de Manuel Dublán No. 46, colonia Tacubaya, en la delegación Miguel Hidalgo, en la ciudad de México.

El entorno urbano donde se ubica está obra está constituido predominantemente por construcciones de uno a dos niveles, que, salvo contadas excepciones son de poco valor arquitectónico. Está destinado principalmente a viviendas con algunos servicios y comercios de barrio, entorno que se ha ido modificando al pasar de los años con la aparición de edificios de densidades de entre tres y cuatro niveles; calles muy angostas; alto tránsito vehicular y peatonal ocasionado por el metro Tacubaya, el Hospital Escandón y el Mercado Ing. Gonzalo Peña Manterola. En cuanto a infraestructura, se tiene resuelto lo que tiene que ver con agua potable, drenaje y energía eléctrica.

Sobre un terreno a espaldas del Hospital Escandón; de geometría rectangular; con una superficie aproximada de 360 metros cuadrados y un frente de 13 metros, el proyecto de reutilización se ordena a partir de proporciones simples y regulares, manteniendo una configuración de “L” que es la distribución original. Se conservo el patio original definiendo con claridad las circulaciones verticales y horizontales, remetiendo solo un poco el volumen nuevo que se encuentra sobre la casa, teniendo algunos departamentos orientación norte-sur y otros al este, cumpliendo con la iluminación y ventilación natural requeridas.

La casa original del sigo XlX, cuenta con dos niveles, con alturas de entrepiso de entre 4.00 y 5.00 metros, y se agregaron cuatro niveles con un entrepiso de 2.60 metros, alojando diecisiete departamentos de entre 41 y 141 metros cuadrados, así como dos locales comerciales. La estructura está resuelta con marcos rígidos de concreto armado y losas aparentes, no se cuenta con cajones de estacionamiento y en su patio se cuenta con unos grandes árboles.

 

Vista aérea de Manuel Dublán 46.


El acceso al edificio es muy generoso, se cuenta con estacionamiento para bicicletas y se mantuvieron prácticamente todos los detalles estéticos de la casa original. Se agregó una escalera escultórica, que estéticamente es muy impresionante, sin embargo, tendríamos que ver cómo se comporta en un sismo. Es interesante la elección de los acabados; las alturas son adecuadas; la mayoría de los departamentos están bien iluminados y ventilados; así mismo se cuenta con el suficiente número de prototipos para poder elegir uno de acuerdo a las necesidades de cada persona.

Se acertó en tomar la decisión de conservar dos locales comerciales y los árboles en la planta baja, esto le regresa de alguna manera su esencia de barrio. Las escaleras son todas metálicas y se sujetan siempre a estructura nueva, así mismo se dejaron varios partes sin acabado para poder ver los muros originales.

        




   

Planta nivel 3 Dublán 46 (proyecto nuevo)

 

 

Planta nivel 1 (pb) Dublán 46 (casa original)

 

 
              

Planta nivel 3 Dublán 46 (proyecto nuevo)



Pienso que la superposición del proyecto nuevo sobre la casa original le resta valor al inmueble y al proyecto. Se entiende que el mundo inmobiliario es un tema de metros cuadrados vendibles, pero esta no era la mejor solución. También me parece que el remetimiento de la fachada principal del nuevo proyecto hacia la calle de Manuel Dublán no es la suficiente,  ya que no respeta la jerarquía de la casa original ni las proporciones de alturas colindantes, por lo que debió de resolverse de manera distinta.

En general los departamentos más grandes están bien resueltos, sin embargo, hay un par que son extremadamente compactos, llegando al punto de tener que acceder a ellos por la recamara. Otros puntos negativos son; que no se logró conservar las losas originales de la casona, sustituyéndolas por losas de concreto armado; que el tema de la privacidad no está bien resuelto pues para entrar a tu departamento tienes que pasar por las ventanas de los vecinos y que el edificio no cuenta con elevador y esto no cumple con el reglamento de construcción, el cual indica que se debe contar con este a partir de 13 metros verticales o más de 4 niveles.  Reurbano resuelve el edificio con departamentos pequeños y sin estacionamiento para gente que trabaja en casa, que usa el transporte público o la bicicleta. 


La movilidad es buena dado a su ubicación y cercanía al metro, sin embargo, se debe pensar también de dotar a la zona de espacios públicos, equipamiento y de mayor seguridad, ya que el incremento en la densidad de población sin cajones de estacionamiento a la larga podría convertirse en un problema. Por lo que pienso que el edificio solo está bien resuelto en su estética, pero no en su proyecto arquitectónico.  Sin duda el construir sobre lo ya edificado tiene sus limitaciones, con todo ello, es una opción viable para el crecimiento vertical de las ciudades. Esta manera de ver y entender la arquitectura será replicándose como una manera natural del crecimiento de estas.

Resulta entonces importante que las nuevas generaciones de arquitectos, refuercen la idea de la reutilización como una manera de abordar los problemas arquitectónicos, especialmente el de la vivienda, que se propongan nuevos materiales y procedimientos constructivos, que den forma a las ciudades que habitamos. Tal es el caso de Reurbano, que, a pesar de las dificultades y errores, son pioneros en la reutilización de edificaciones. Sin duda es una de las oficinas que tendrá que seguir trabajando y explorando nuevas técnicas para tener proyectos de reutilización más viables arquitectónicamente y no solo financieramente. Lo importante es que se siga haciendo ciudad sobre lo preexistente y aseguremos su preservación.

 

*Arquitecto y estudiante de la Maestría en Reutilización del Patrimonio Edificado, UAM. Xochimilco.

 Agosto, 2022.

Fuentes de las imágenes: del autor, Google Maps y Reurbano.

 

 

 

 

Nuevos arquitectos, ¿por qué y para qué?

Hacia el optimismo desde la realidad de la arquitectura

*Mtro. Juan Eduardo Bárcena Barrios.

 

Habiendo superado hasta el momento lo peor que tenía por ofrecer el más reciente percance mundial en salubridad, emprendemos un sinuoso camino como sociedad hacia lo denominado como nueva normalidad, acompañada por recurrentes picos de contagios (afortunadamente no defunciones), y en vísperas de afrontar una serie de situaciones complejas dentro de los escenarios medioambiental, económico y laboral, mismos que, implícitamente, ya prometían formar parte de esa irónicamente llamada nueva normalidad. Ya que estamos en temporada de cambios y reflexiones, me permito compartir este apunte sobre los lugares que, para los más afortunados de la realidad nacional, fungieron como refugio ante lo desconocido y sombrío que significaba la existencia de un patógeno fuera de control, al acecho más allá de la seguridad del hogar y los pedidos de comida a domicilio.

Este ensayo no es para hablar de las dificultades por las que atraviesa la vivienda mexicana, pues sobre ello hay una nada despreciable cantidad de información y rigurosas investigaciones, abordando el tema desde una amplia diversidad de perspectivas y enfoques metodológicos. Empero, como todo en esta vida tiene algo que ver con lo habitable, este comentario es apenas una provocación sobre el papel a cubrir por parte de los arquitectos en el panorama de la vivienda, aquella que compete a cerca del 60% de la población total del país, y cerca del 85% si contamos la de la clase media baja.

Sería injusto cargar toda la responsabilidad a un solo gremio como el arquitectónico respecto de las condiciones paupérrimas de habitabilidad de las que dan fe las viviendas de las clases desfavorecidas, pero tampoco puede dejarse de hacer notar como hay un inmenso campo de incidencia por atender, donde al final, la sabiduría arquitectónica realmente urgente, la que más hizo falta en estos dos años de incertidumbre, no pasa de ser una necesidad al ni siquiera ser imaginada o vislumbrada, dada su localización en el margen de ganancias dentro del mapa económico de la industria de la construcción.

Acaso hace falta mencionar que no es culpa del egresado. No hace falta estar demasiado tiempo afuera para ver en toda su dimensión la magnitud de la realidad, donde resulta por demás complejo pretender vivir del oficio sin experimentar la aspiración por involucrarse en el cúmulo de obras fruto de la especulación inmobiliaria, la recualificación de los cascos urbanos y áreas céntricas para vivienda en altura o, colaborando en algún proyecto de industrialización de las localidades semirrurales, en su metamorfosis a convertirse en pueblos mágicos, o en una suerte distópica de ciudad industrializada, donde lo que conocemos por espacios públicos brillan por su ausencia para dar paso a infinitas plazas comerciales y locales para renta.

¿Y ahora dónde queda el optimismo y la esperanza? La esperanza recae en el hecho de que pensar la arquitectura es pensar en el futuro común, en todas las escalas de impacto posibles. Tomando prestadas las palabras de Carlos González Lobo, “la arquitectura es el albergue espacial de los hechos humanos habitables”, siendo su última consecuencia la ciudad. Afortunadamente, teniendo la oportunidad de ejercer ya sea desde la creación de espacios, o la docencia y difusión, es posible contribuir a ese futuro común planteando las siguientes preguntas: ¿Qué proyecto de ciudad tenemos? ¿A qué se van a enfrentar los arquitectos egresados, una vez salgan de las aulas? ¿Cómo insertar la idea de una ciudad democrática, plural, pública y sustentable ante el fenómeno económico actual?

Como todo lo que vale la pena, no hay respuestas simples o sencillas, menos pragmáticas, a lo que resulta esencial apelar a los esfuerzos académicos y de investigación, por encima de voluntades políticas que se afianzan según se den las tendencias electorales y se enquistan según la duración de las administraciones. El noreste del país hoy brinda testimonio de lo que puede afrontar el país, al no prestar atención desde la sociedad y sus instituciones a cuestiones tan evidentes como el impacto de no regular el consumo y acceso que tienen las empresas sobre los recursos naturales, o cómo solventar el crecimiento poblacional, fruto de la centralización de la industria en territorios que han negado el criterio de la sustentabilidad como posible vía de desarrollo. No es que hagan falta ideas; lo que hace falta es compartirlas, discutirlas y llevarlas a la praxis.

Imagen 1 Tomada de: https://www.mural.com.mx/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?__rval=1&urlredirect=https://www.mural.com.mx/toleran-casas-en-barranca/ar1623615?referer=--7d616165662f3a3a6262623b727a7a7279703b767a783a--

Julio de 2022


*Arquitecto egresado de la UAM Xochimilco y docente del Instituto Tecnológico de Reynosa

 

En memoria de Aurelio Nuño (1949-2022)


Alfonso Maldonado Gómez*

Estudió arquitectura en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, al egresar en 1973 tuvo la certeza de colaborar con notables arquitectos que le influyeron, Rodolfo Barragán Schwarz, Carlos Mijares Bracho y Teodoro González de León. En 1984 junto a dos de sus compañeros de la universidad, entendieron que para dar mejores soluciones a los proyectos, era necesario el trabajo colectivo y deciden dar el gran paso de crear una sociedad y fundar, Nuño - Mac Gregor - de Buen Arquitectos¹. Diversas sedes del Colegio Alemán, estaciones de Metro, el corporativo IBM Santa Fe, el Poliforum León, la biblioteca de la Facultad de Medicina de la UNAM, o sus propios hogares son algunos ejemplos de la calidad de su trabajo que ha sido reconocido y distinguido en diversas ocasiones.

La primera impresión que se podía percibir de Aurelio era de alguien sereno, discreto y racional, pero como arquitecto era riguroso en su trabajo, apasionado de su profesión; notabas que trabajaba hasta en días de asueto, llegaba a la oficina con una serie de apuntes y dibujos en los que había trabajado el fin de semana. Siempre trazando a mano en papel y en últimos meses en su iPad, lo observabas en su escritorio dibujando durante horas analizando un proyecto, estudiando una fachada o resolviendo el mínimo detalle de herrería o carpintería. Sus croquis eran muy precisos, al pasar la información a la computadora te sorprendía la noción que tenia del espacio y la escala.

Siempre pendiente de todo, cuando no se encontraba en la oficina era por que regularmente estaba en una junta o visitando la obra para supervisar que todo marchara de forma correcta, siempre observador, podía detectar el más leve error, pero lejos de buscar culpables, buscaba una solución. Un profesional respetuoso con clientes y trabajadores por igual. Como jefe estaba dispuesto a escuchar, enseñar y compartir. Exigente cuando era necesario, a veces podías sentir cierta presión por una entrega, pero conocía las capacidades de cada uno y nunca te pedía nada que no pudieras realizar a tiempo. El trabajo en equipo era indispensable y solía reunir a todos los involucrados para explicar el proyecto, lograr entenderlo y poder trabajar en sintonía. Te generaba la confianza de poder preguntar cualquier duda, reconocía tu trabajo y agradecía el esfuerzo, eso te motivaba a realizar cada vez mejor tu labor. Cuando suele haber límites entre la vida laboral y personal, aun así, siempre estuvo dispuesto ayudar cuando alguien lo necesitaba.

Aurelio se despidió como cualquier otro día en la oficina, afinando detalles del proyecto en curso, teniendo una pequeña charla y dando las buenas noches a quienes aún se encontraban. Ha trascendido pero permanecerá en la memorias de colegas y amigos, su legado se preservara  en las obras que realizó junto a sus socios, su esposa Clara, su amigo Carlos y todo el equipo de Nuño, Mac Gregor y de Buen.

Aurelio Nuño Morales un excelente arquitecto y una extraordinaria persona, que deja huella en la vida de quienes tuvimos la oportunidad de trabajar y aprender de él.

q.e.p.d


Actividad académica y reconocimiento de Aurelio Nuño.

  •       Entre 1973 y 1979 fue profesor del taller de proyectos en la Licenciatura de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México.
  •       Fue becario artístico, del Sistema Nacional de Creadores de 1993 a 1996 y miembro de la comisión consultiva del FONCA en el área de arquitectura en diversas ocasiones. 
  •       Miembro de número de la Academia Nacional de Arquitectura desde 1998.
  •       Miembro vitalicio del consejo de Selección de la beca Marcelo Zambrano.
  •      Junto con sus socios, tuvo a su cargo en el año 2003 la Cátedra Extraordinaria Federico E. Mariscal de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México.
  •    Dictó la Cátedra Enrique Manero Peón 2006, en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Marista de Mérida, Yucatán.
  •      Reconocido y premiado en diversas ocasiones de manera individual y junto con sus socios.

Abril de 2022

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¹ http://ngb-arquitectos.com/

*Arquitecto egresado de la UAM Xochimilco y colaborador de Nuño, MacGregor y de Buen.

 

EL AEROPUERTO INTERNACIONAL FELIPE ÁNGELES ¿UNA “CENTRAL AVIONERA”?

José Ángel Campos Salgado*

 

Independientemente de las expresiones generadas por la lucha que está establecida entre el gobierno actual de México y quienes no están de acuerdo con sus políticas y sus propuestas, es necesario considerar los calificativos que se han dado sobre la obra recientemente inaugurada, el aeropuerto Felipe Ángeles. La polémica está presente desde el inicio del mandato obtenido en las urnas por este presidente, pues fue una promesa de campaña detener la construcción del aeropuerto que estaba en proceso. Hay que recordar que la idea tuvo su origen en el gobierno de Vicente Fox en 2001, que luego retomó Felipe Calderón compartiendo acciones con el gobierno del Estado de México que encabezaba Enrique Peña Nieto, y que se detuvo cuando este último reprimió violentamente las protestas de los habitantes de la región, que veían como una amenaza a sus vidas la construcción de aquella propuesta. La última fase de esta secuencia la encabezó el mismo Peña Nieto siendo presidente de la República.

Imagen 1: Interior aeropuerto Felipe Angeles AIFA. Tomada por: José Ángel Campos Salgado

En 2002 se inició la obra de una segunda terminal dentro del área del aeropuerto existente y seis años después esta resultó insuficiente para satisfacer la demanda. Por ese motivo se relanzó el proyecto del aeropuerto de Texcoco en 2013 y se decidió invitar a ocho despachos de arquitectos mexicanos a presentar sus propuestas, cada uno asociado con un arquitecto extranjero. El seleccionado fue Fernando Romero asociado con Foster and Partness, despacho inglés que ya había realizado otros proyectos similares. Se puede considerar que en este concurso estaba representada la elite de la arquitectura de México y por ello, tendría calidad internacional. Las obras se iniciaron en 2015 con el plan de terminar la primera fase en 2019, sin embargo, siendo ya presidente electo Andrés Manuel López Obrador, se impulsó una consulta popular en 2018 y en enero de 2019 se anunció la suspensión de este proyecto y el inició de uno nuevo para ubicarse en Santa Lucía, donde existe una base militar, convocando en este caso a la Secretaría de la Defensa Nacional para hacerse cargo de la obra, y con la idea de terminarla el 21 de marzo de 2022. Y así se ha cumplido.

Imagen 2: Interior aeropuerto Felipe Angeles AIFA. Tomada por: José Ángel Campos Salgado

Lo que está en discusión con el comentario que encabeza este texto es el resultado formal que tienen las instalaciones terminadas. Se trata de un punto de vista que tiene como parámetro algunos aeropuertos del mundo y lo que se pone en observación es la morfología resultante. El aeropuerto es uno de los géneros arquitectónicos nacidos con la modernidad pues la aviación se volvió la tecnología más significativa del siglo XX antes de la aparición de la computadora. Así, los aeropuertos se volvieron la marca de ese avance. Uno de los más celebrados fue la terminal de la TWA en el aeropuerto Kennedy de Nueva York, construido en 1962 y diseñado por el finlandés Eero Saarinen, simulando las alas de un ave gigantesca. El hecho es que cada uno de estos edificios ha dejado de ser importante luego de algunos años, a pesar de su reconocimiento inicial. Hay una competencia continua para ver cual es el mejor y sus innovaciones espectaculares son parte de su valoración. La pregunta es si conviene participar en esta competencia o si es mejor buscar la racionalidad que permita en poco tiempo renovar o ajustar lo construido según se presenten nuevas necesidades. Los calificativos que se expresan sobre el nuevo aeropuerto surgen de esos paradigmas internacionales de competencia mercantil, una expresión globalizada del capitalismo, materializado en la arquitectura.

Imagen 3: Interior aeropuerto Felipe Angeles AIFA. Tomada por: José Ángel Campos Salgado

Lo importante de esta polémica en los lugares de enseñanza de la arquitectura, es el estudio de las líneas de diseño que surgen de las corrientes morfológicas que se difunden en el campo contemporáneo de la arquitectura. Una obra que se sale de estas líneas es calificada con adjetivos que la asocian con obras de menor trascendencia, como una central de autobuses o una central camionera. A lo que se añade una descalificación de aquello que no es generado por arquitectos famosos. No importa la eficiencia sino la imagen, lo que a estos críticos les parece que no corresponde con las líneas de diseño de una elite que se ubica fuera de la realidad de un país como México que tiene una de las más altas tasas de desigualdad en el mundo. Lo que exige esta polémica es descubrir que visiones están detrás de los calificativos y ponerlos en confrontación con el servicio que pretende dar una instalación como la que estamos contemplando. En primer lugar, hay que observar que la adjetivación es sobre el resultado formal; no se está analizando la funcionalidad del conjunto, la racionalidad constructiva y su relación con el costo y las limitaciones económicas existentes, sino la apariencia tanto de los espacios como de los volúmenes y la llamada arquitectura de interiores. Se califica sólo lo que se ve superficialmente y con una mirada que ha sido instruida a partir de modelos que se difunden hoy en redes sociales. Es la de aquellos que buscan estar a la moda en cualquiera de las expresiones de diseño, desde un sillón tipo escandinavo, unos zapatos de diseño italiano, una lámpara de galería neoyorquina, etcétera. Se trata de calificativos que sólo toman en cuenta el lenguaje de diseño utilizado.

El proyecto de este aeropuerto estuvo a cargo de ingenieros militares, aunque el arquitecto Francisco González Pulido (FGP Atelier) reivindica su participación y su intención de que su proyecto fuera la entrada a un México sofisticado. Sin embargo, en el resultado de la composición formal se puede evidenciar una tendencia a utilizar las más tradicionales reglas: la simetría, el centro de la axialidad acentuado por un símbolo o una masa que lo jerarquiza y la recurrencia a referencias históricas casi literalmente trasladadas, representando a la cultura mexicana con mal gusto, dice el arquitecto González Pulido. Todas estas expresiones están lejos de las tendencias de diseño internacionales y no se observa una estilización de los antecedentes históricos, una sofisticación que los lleve a reconocimientos como los aparentemente deseados, como se considera que deben hacerlo los diseñadores. Y esa es la pregunta ¿cómo deben reelaborar los diseñadores sus lenguajes a partir de observar sus antecedentes culturales? ¿Qué bases deben tener para poder realizar esta tarea? Pues no se trata de crear un pueblo mágico que represente el folklor, según dice el citado arquitecto, pues eso es de mal gusto, sentencia. De no reflexionar sobre este tema estaremos aceptando lo que está detrás de estos calificativos: el chovinismo, el clasismo y el racismo que tanto daño hacen a la sociedad mexicana.

Abril 2022

*Arquitecto y profesor investigador de la UAM Xochimilco.