Distribuidor Vial La Concordia: ¿Falló el diseño, la construcción, la planeación o…?

Humberto Felipe Aguilar García.

El distribuidor vial Zaragoza-Texcoco “La Concordia”, conecta al Distrito Federal con el Estado de México, la construcción tiene una longitud de 3 mil 747 metros y se ubica al oriente de la Ciudad de México. Foto: Jair Cabrera Torres/AZTLANphoto

La Zona Metropolitana del Valle de México ha visto en los últimos años la realización de innumerables obras de infraestructura y de servicios, de las cuales en muchos casos no se cumplen los objetivos planteados en su concepción. A partir de esto, es importante realizar un análisis con la intención de encontrar algún aspecto que nos ayude a comprender las causantes de este fenómeno y, sobre todo, reflexionar sobre como podemos prevenir el fracaso de los proyectos de vialidades y transporte.

A finales del año 2007 Marcelo Ebrard y Enrique Peña Nieto, jefe de Gobierno del Distrito Federal y Gobernador del Estado de México respectivamente en aquel entonces, inauguraron el distribuidor vial “La Concordia”, una obra localizada en la confluencia de la Calzada Ignacio Zaragoza y Ermita Iztapalapa, al oriente de la ciudad. Una de las motivaciones del proyecto fue conectar dos de las principales vías de acceso a la capital con la autopista México-Puebla y la Carretera México-Texcoco, brindando una capacidad máxima de hasta mil seiscientos vehículos por hora. Sin embargo, con el pasar de los años ha sido evidente la obsolescencia del proyecto debido a los altos índices de tráfico que se registran diariamente en la zona, además de generar indirectamente diversos tipos de problemáticas de carácter social, además de influir en contradictoriamente en el deterioro de la seguridad y movilidad en la zona.

En el aspecto técnico, el funcionamiento se ha mantenido de acorde a su planeación, sin embargo, una de las principales razones por lo que la problemática vial prevalece se debe a los hundimientos que se presentan en la carpeta asfáltica desde el último tramo de la Calzada Ignacio Zaragoza, además de la reducción de carriles que genera un cuello de botella, provocando el retraso de la circulación automotriz. En relación con el sentido vial que conduce hacia la carretera federal México-Texcoco, se produce el mayor del congestionamiento vial aún fuera de las horas pico, situación que es ocasionada por la actividad de ascenso y descenso de pasajeros del transporte público. Si a estos aspectos le sumamos las inundaciones en época de lluvias, tenemos como resultado un colapso total del flujo de movilidad, llegando a paralizar los sistemas de transporte público y los carriles vehiculares, convirtiéndose en el estacionamiento más grande de la zona oriente principalmente durante la mañana y tarde.

Fotografía: @IxtapalucaAntes


En la cuestión de la seguridad, la planeación del distribuidor pareciera que solo consideró el factor vehicular, dejando de lado los trayectos peatonales que se tuvieron que modificar y en la mayoría de los casos, ampliar. Muestra de ello es la gran cantidad de puentes peatonales que se construyeron para la conexión y el cruce de usuarios de los diversos sistemas de transporte colectivo disponibles en la zona, y que en la mayoría del día representan un desafío debido a la gran cantidad de asaltos a mano armada producto de la falta de vigilancia y planeación. Por otro lado, en 2015 La Concordia fue testigo de una de las primeras apariciones de un cadáver colgado en una de sus ballenas, hecho que conmovió a la ciudad por la novedad del suceso en la capital y que reflejó sin duda la ola de violencia e inseguridad que se vive en México desde hace más de 10 años y sobre todo, la falta de vigilancia en la zona.

Un cadáver colgado en el puente de La Concordia (Jair Cabrera /AP)



Los aspectos descritos anteriormente han causado durante los últimos años la molestia e inconformidad de los habitantes de las zonas aledañas como lo son Los Reyes, Santa Martha Acatitla, Santiago Acahualtepec, Emiliano Zapata, entre otras. Además, La Concordia tiene una deuda vigente con la gente que utiliza esta obra para llegar a sus casas más allá de la ciudad, en zonas como Ixtapaluca, Texcoco, y Puebla por citar algunos ejemplos, poniendo en evidencia que la reducción en los tiempos de traslado solo fue una promesa política que se quedó en el tintero, la utopía y la mala ingeniería del transporte.

La opinión pública ha señalado a diferentes responsables, además de evidenciar factores externos al diseño, como los son la planeación y construcción, aspectos que recaen principalmente en las manos de las autoridades responsables del proyecto. Por lo tanto y teniendo todavía muy fresco en el pensamiento colectivo la catástrofe del colapso de la línea 12 del metro el pasado 3 de mayo en Tláhuac, solo queda decir y reflexionar sobre la importancia de las funciones de cada sector involucrado en las grandes obras públicas, ya que el éxito de un proyecto de este nivel solo se puede alcanzar si instituciones, gobierno y constructores actúan de manera ética y responsable en beneficio de los usuarios, la infraestructura y sobre todo la periferia de nuestra ciudad.

Referencias:

México, h. e. (16 de marzo de 2021). hereraldo. Recuperado el 25 de julio de 2021, de https://hgrupoeditorial.com/insuficiente-distribuidor-vial-la-concordia-para-automovilistas-de-zona-oriente-del-edo-mex/

notimex. (16 de 12 de 2007). conica.com.mx. Recuperado el 15 de julio de 2021, de https://www.cronica.com.mx/notas/2007/338093.html

Agosto 2021

*Pasante de la Licenciatura en Arquitectura, UAM Xochimilco.

 Arquitectura Vernácula en México: habitaciones populares de México. La vivienda vernácula, enseñanza para la arquitectura contemporánea. Reseña crítica.

 

Guadalupe Morales Fonseca*

 

En un reconocido esfuerzo la galería de arte Terreno Baldío en colaboración con la Fundación Javier Marín, presentan esta exposición montada en la Plaza Luis Cabrera de la Colonia Roma, donde reúnen 22 ejemplos de tipología de vivienda que denominan vernácula, representativa de 16 estados de la república mexicana. Es común que en algunos estados exista más de un modelo distintivo o variantes del mismo debido a que la extensión de su territorio posee diferentes características geográficas que a su vez conforman diferentes condiciones culturales.   

Vemos esta relación con la geografía y la cultura que aunque no se hace explicita se refleja en la denominación que se asigna a cada lámina, como cabaña de troncos, casa de palos y zacate, cabaña de piedra, casa de adobe, casa de madera, casa de pencas de maguey; o como casa Maya, casa Purépecha o Tarasca, casa Mazateca, casa Huasteca, casa Nahua, casa Chamula, casa Huichola, casa Seri y casa Kikapú. Características de una cultura que desarrolla aspectos particulares que rebasan la relación con el contexto geográfico (material) e incluyen elementos de configuración formal, especialización del sistema constructivo, condición simbólica y de uso y función de la casa (desafortunadamente los dos últimos aspectos no se desarrollan en la exposición).

En la descripción de las láminas se incluyen las características formales y materiales de las viviendas principalmente, concretando la vivienda al espacio cerrado. En cambio, no se resaltan del todo los sistemas constructivos desarrollados en los distintos contextos y que han llevado a su reconocimiento y en algunos casos permanencia (aunque no sea con el fin de habitarlos); el tema que definitivamente quedó ausente, como desafortunadamente es común cuando se habla de estas viviendas, es la correspondencia con la manera de habitar.

En las características formales resaltan las plantas de forma cuadrada y rectangular principalmente, y algunas muy específicas como la planta circular “común en las costas de Oaxaca y Guerrero” y la planta ovalada maya, ambas de origen prehispánico. Se resaltan también los techos de dos y cuatro aguas con aleros volados como el común y otros característicos como el techo piramidal de los altos de Chiapas “hasta tres veces más alto que los muros”, el techo cúpula de la casa Kikapú en Coahuila, la tradicional cubierta de la casa maya, o el techo plano en el norte y centro del país.

En las características materiales se mencionan los muros de varas o palos amarrados y otate que algunas veces se cubren con lodo, muros de bajareque, estructuras de horcones con muros libres (en la costa o en la casa de verano Kikapú), los muros de tierra colada, tapia, de adobe o piedra hacia el norte; los muros de fuertes maderos que se ensamblan, en las regiones boscosas; y casos sobresalientes como el de la troje Purépecha con su especialización en el uso de la madera “troncos de sección cuadrada o rectangular, sabiamente ensamblados con cortes, lo cual permite desensamblar y transportar”. También resalta en esta casa “la cubierta de tejamanil y las tallas en las columnas del pórtico como verdaderas obras de arte”.

En la estructura de la techumbre se mencionan desde las complejas armaduras de otate de diferentes diámetros cubiertas con fibras vegetales o zacate y el uso de la palma que “tiene excelentes propiedades de impermeabilidad y larga duración. Es de gran tamaño y abunda en las costas del pacifico, especialmente en las zonas de influencia nahua”. Las cubiertas de corteza de árbol en las zonas boscosas y nuevamente el caso de Michoacán con el tejamanil. En Oaxaca resaltan “los techos cónicos, rematados con un cántaro invertido, de nueve capas de palma”, también sobresale el caso de Hidalgo con la casa de cubierta de pencas de maguey.

Se menciona que por sus características la vivienda vernácula se incorpora al paisaje, más que decir que se incorporan se diría que nacen de él, se forman de él. El aspecto a distinguirse son los recursos desarrollados para enfrentar las condiciones del clima, desde los “huecos entre los palos y los troncos de los muros que contribuyen a la ventilación e iluminación del interior de la vivienda”; los gruesos muros de adobe “con pequeñas ventanas que protegen del fuerte sol de verano y permiten guardar el calor en invierno”; “la planta circular cuyos muros presentan un mínimo de superficie perpendicular a los rayos del sol, por lo que los interiores se calientan poco”; “la orientación perpendicular a los vientos dominantes”; “las puertas y las ventanas en muros opuestos para lograr una ventilación cruzada” y “los altos techos que hacen que el aire caliente suba y que la parte habitable se mantenga fresca”, conocimiento adquirido por la experimentación de generaciones.

Como ya dijimos se trata de un muy valioso esfuerzo resultado, de acuerdo con lo que se menciona, de una investigación realizada por los arquitectos Jorge González Claverán y Arturo Mier y Terán en los años 60; sin embargo, consideramos pertinente hacer algunas observaciones que nos han resultado comunes cuando se hace referencia a la vivienda rural tradicional de nuestro país y de las que esta exposición no es la excepción.  

Resalta que la definición de vivienda vernácula sea tomada de wikipedia “arquitectura que nació entre los pueblos autóctonos de cada región […] como una respuesta a sus necesidades de hábitat” características “su adaptación al medio y que están realizadas por el mismo usuario, apoyado en la comunidad y el conocimiento de sistemas heredados ancestralmente” en la que se dejan de lado aspectos importantes como no hacer relación con la manera de habitar correspondiente a un contexto histórico-social particular.

En segundo lugar, aunque sí se menciona que “cuando hablamos de arquitectura vernácula en México, hablamos de tipos de construcción que nacen en los pueblos del México prehispánico […] que con el encuentro cultural […] (de la península Ibérica, otras regiones europeas y de todo el mundo) a lo largo de los años, resultan en edificaciones que se caracterizan por contar con materiales locales y formas de construcción autónomas”, en el recorrido se tratan por igual la vivienda rural que la indígena (nosotros entendemos la primera como el resultado de este sincretismo) y que ambas tienen características particulares.

En tercer lugar, notamos que no se hace mención de la evolución de las estructuras (podría ser el caso del paso de vivienda indígena a rural) cuando se reemplazan las estructuras preexistentes por otras que se consideran de mayor utilidad (es el caso del altiplano en Querétaro documentado por la autora), y que apoya las menciones de diferentes autores que enuncian que estos cambios se deben a la transformación de las formas de vida, a la disponibilidad técnica y al contexto socio-cultural. Así la vivienda se transforma, evoluciona y se complejiza. “Del apilamiento de materiales como envoltura protectora, se llega a una racionalidad equilibrada entre las necesidades vitales, los materiales locales y la forma eficaz” (Guzmán, 2013). Estos cambios construyen y modifican continuamente la noción de habitabilidad.

Otros autores refieren que las características del hábitat “se mantendrán siempre y cuando la tradición y cultura sea conservada por el grupo social” (Rapoport, 1972) y que “el progresivo desmembramiento de los límites de las comunidades, es lo que conduce al agotamiento de la identidad local” (López, 1993) y por tanto a la transformación. En el caso de Sonora se menciona que la tipología presentada es el resultado de “la arquitectura de tierras indígenas e hispanas que se mezclaron aquí y dieron como resultado viviendas prácticas en que se logra un excelente confort térmico”. También se menciona el caso de Baja California Sur, donde “mineros franceses introdujeron en el siglo XIX esta casa sobre pilotes y la desarrollaron ampliamente […]” pero no se va más allá al decir que la tipología de vivienda rural desarrollada en este sincretismo “planta rectangular, cimentación de piedra, muros de adobe y techo de teja apoyado en una estructura de madera [que mencionan como] tradicional de las sierras altas de Jalisco y Michoacán” se extendió en uso por su utilidad como sistema constructivo a todo el territorio, hasta la costa de Oaxaca por ejemplo (caso documentado por la autora). Lo que refuerza la idea de evolución de las formas de habitar.

El cuarto aspecto que queda pendiente y el más importante es que no se resaltó como ya dijimos el uso-función de la casa para el contexto histórico, “la vivienda cumple la función de ser un refugio y se desarrollan en torno a ella otra serie de actividades que la complementan” (Ayala 1996). La vivienda es una Unidad Productiva. “Las actividades más importantes para la vida doméstica se realizaban durante el día y tenían lugar en los exteriores, reservándose los espacios cubiertos al cobijo nocturno y a funciones tales como el guardado de objetos” (Ayala 1996). En la exposición se mencionan los espacios cerrados principalmente, que se complementan con un pórtico (que puede estar contiguo o separado), pero no se aclara que tiene una función tan importante o más que el espacio cerrado, lo mismo que otros espacios que componen la unidad productiva como los corrales, las huertas y los graneros. De estos últimos son de los únicos que se hace mención en la exposición, “enormes conos de adobe y piedra en Zacatecas, con escalones adosados que permiten efectuar los trabajos de mantenimiento”, “granero, cuezcomatl o cuxcomate, de origen prehispánico en Tlaxcala, Guerrero y Morelos” que por sus características materiales y formales ha tenido un amplio reconocimiento. En el mismo sentido se menciona el horno para hacer pan Coahuila, separado de lo que en la exposición se denomina la vivienda (que se concreta al espacio cerrado), los demás espacios de la unidad productiva quedan ausentes.

Con estas observaciones nos preguntamos ¿en qué consiste esa enseñanza para la arquitectura contemporánea que se menciona en el título de la exposición? ¿cómo la hacemos cercana a nuestro tiempo y espacio? Sin poner por delante la condición humana parece algo incomprensible. Esta vivienda, pero sobre todo este modo de vida que nos presentan, contempla condiciones lejanas a nuestra condición contemporánea de habitar. Podríamos decir que en esta exposición está presente la relación espacial-geográfica que da como resultado una materialidad característica; pero queda ausente la noción temporal-modo de vida correspondiente a un contexto histórico cultural particular.

 

Si es cierto que la comunidad campesina puede renacer en la actualidad,

en función de exigencias modernas y sobre bases modernas,

nada más interesante que este renacimiento; quizá de él pueda surgir un sentido nuevo de la Tierra.

 

HENRI  LEFEBVRE

 

Sin embargo, no puede dejarse de lado la condición humana, solo así podremos entender que son

Los habitantes del espacio arquitectónico, con sus comportamientos, intenciones y capacidades,

su lenguaje y su propio proceso de existencia, quienes dan la verdadera utilización a las formas, comprenderán su significado o le asignarán alguno propio y especial.  

 

SALDARIAGA 

 

Queda abierto el debate en cuanto a la conservación o transformación de la vivienda rural tradicional en nuestro país. Pero sobre todo el debate de pretender hacer cercano a la condición humana contemporánea un habitar y un hábitat que corresponden a otra condición existencial.



 


Fotografías de la autora.

Agosto 2021

*Arquitecta y Maestra en Ciencias y Artes para el Diseño egresada de la UAM Xochimilco.      





 Primer Edificio Moderno en México

 

Francisco Juarez Gervacio * 



¿Qué es la modernidad? ¿Cuándo empezó? ¿Quién fue el impulsor de la modernidad en nuestro país? Estas son algunas de las incógnitas que se abordaron durante la presentación de El primer edificio moderno en México, escrito de Juan Manuel Heredia y una de las más recientes publicaciones de la Revista Internacional de Arquitectura y Diseño Arquine. Como parte de las sesiones #LaHoraArquine, el pasado 22 de abril se desarrolló una mesa de dialogo en donde participaron Eric Mayoraz, Embajador de Suiza en México; Bettina Cetto, Maestra en Economía por la New School for Social Research de Nueva York y además hija del arquitecto Max Cetto; Xavier Guzmán, Licenciado en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México con estudios de Arquitectura en la Universidad Autónoma Metropolitana y finalmente como moderador, Miquel Adria, director general de Arquine.


El encargado de abrir la discusión fue el Dr. Xavier Guzmán, quien retomó su reseña publicada en La Jornada el 4 de abril de 2021 titulada A la sombra de Juan O’Gorman, o cuando la novedad flota en el ambiente, donde a manera de introducción definió los aspectos sustanciales de la publicación de Heredia. Según Guzmán, regularmente en la historiografía de la arquitectura nacional, el funcionalismo radical de O’Gorman siempre se ha presentado como el episodio más importante en la Genesis de la arquitectura moderna del país, sin embargo, El primer edificio moderno en México pretende corregir esa concepción, dándole enfoque al edificio construido por los arquitectos suizos Paul Artaria y Hans Schmidt, proyectado años antes de lo realizado por el arquitecto mexicano en San Ángel. 

Guzmán habló de algunos aspectos técnicos de la obra que se localizaba en la esquina de San Borja y Miguel Mancera. Se trataba de una casa solicitada por una pareja de inmigrantes suizos que tuvo un costo total de 30,000 pesos en 1929, nunca fue visitada por la dupla de diseñadores extranjeros, a lo largo de los años se le fueron haciendo modificaciones hasta que finalmente fueron demolidas para construir una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social, quedando así sepultadas en el tiempo y dejando vacante su lugar en la historia de la modernidad nacional.

Guzmán concluye en su opinión, que el libro posee un carácter revelador que nos invita a repensar nuestra historia con base en el fresco desafío de Heredia, quien afirma tajantemente que O’Gorman se inspiró en la obra de Artaria y Schmidt.  En respuesta, Miquel Adriá hizo una comparativa de lo que sucede en varios países de Latinoamérica al momento de santificar figuras y no tener una visión objetiva de los datos y la historia.



En contraparte, Bettina Cetto abordó también dicha controversia, basándose principalmente en la personalidad de O’Gorman, quien se caracterizaba por ser una persona culta y lector asiduo de revistas extranjeras de los años 20 como Architecture Record o la nacional Revista Cemento, que contó con un tiraje de 30,000 ejemplares y que publicaba la vanguardia europea de manera regular en nuestro país. Cetto mencionó también la importancia de Vers Une Architecture, escrito de Le Corbusier que llegó a México en 1926 y que fue seguramente leído por O’Gorman cientos de veces según Cetto, por su carácter ilustrativo de lo que era el funcionalismo. 

Bettina Cetto continuó respaldando la originalidad de la obra de O’Gorman trayendo a la conversación la anécdota de cuando una agencia de viajes le solicitó al arquitecto mexicano guiar un tour por Europa en los años 60’s, hecho que lo llevase por primera vez a pisar el viejo continente. Según se cuenta, O’Gorman pudo cumplir su tarea de manera exitosa, reconociendo la arquitectura, imágenes y en especial, el arte renacentista, gracias a todo lo que había visto en libros previamente. De esta manera, Cetto concluyó reforzado la idea de que las casas de Juan O’Gorman en San Ángel construidas para su padre Cecil O’Gorman y posteriormente las casas estudio de Frida Kahlo y Diego Rivera con justicia tienen su lugar en la historia de la modernidad mexicana, dejando de lado una posible influencia de Artiana y Schmidt.

 

 

Juan O’Gorman en el tapanco del estudio de Diego Rivera, ca. 1932. Fotografía: Arquine

A continuación, Miquel Adriá respaldó la tesis de Cetto con base en su libro de 2016 La Sombra del Cuervo. En esta publicación que aborda la influencia del arquitecto suizo en 10 de los más grandes arquitectos mexicanos del siglo XX, Adriá tocó la personalidad de cada uno, y en el caso de O‘Gorman bien se menciona que devoraba libros, especialmente los que tuvieran que ver con arquitectura y Le Corbusier. Se dice que, gracias a su introspectiva actividad autodidacta, es que pudo diseñar varios espacios que marcaron la historia de la arquitectura funcionalista mexicana. 

A continuación, fue el turno del autor Juan Manuel Heredia para dar sus aproximaciones sobre el propósito de su publicación. Comentó que el libro se iba a llamar originalmente La primera casa moderna de México, pero con un afán de ser más provocador se decidió por El primer Edificio Moderno de México. Heredia explicó que se basó en el concepto más convencional que es el de Smithson porque acota lo que se considera modernidad de manera hacerosa o fragmentaria. Según el autor, la modernidad es más como un espíritu del tiempo, en donde el control de los arquitectos no es sólido ya que depende de los fenómenos sociales que hacen que actúen de otra manera. 

Posteriormente Cetto retomó la palabra, diciendo que nosotros como arquitectos nunca podremos llegar a un acuerdo de lo que es la modernidad. Basándose en su formación social, Bettina mencionó que ella tiene un punto de vista distinto, ya que la modernidad en la arquitectura, pintura y escultura es totalmente independiente de la verdadera modernidad, que para ella ocurrió con la revolución industrial en Inglaterra durante el siglo XIX. Según Cetto, es en este periodo en el que se produjeron materiales industriales en abundancia, y en cuanto a la construcción la forma no obedecía a la función. A excepción de las iglesias, todas las demás construcciones eran modulaciones sencillas, pero a partir de la revolución industrial lo primero que surgen son espacios diferenciados, como por ejemplo la fábrica, un modelo innovador completamente distinto con una función muy determinada.

Juan Manuel Heredia continuó la plática introduciéndonos de manera más técnica en lo que, para él, fue primer edificio moderno de México. Explicó como era el habitar de esa casa, como fue su diseño y construcción. Explicó que las casas fueron diseñadas en 1929 por Artaria y Schmidt, concluyéndose durante la primera mitad de 1930. Las casas eran dos volúmenes dando frente hacia San Borja, con elementos Corbusianos en la entrada. Hacia el sur con vistas al Ajusco había una terraza en donde se enmarcaba el volcán y hacia las fachadas laterales existían dos aperturas que enmarcaban los volcanes. En la parte inferior de la planta baja existían barandas muy agradables para el diseño, y también se tiene certeza de que el diseño arquitectónico fue muy riguroso debido a su modulación  de 4*4m. Las recamaras se encontraban en la parte superior, con vista hacia el jardín y hacia sur.

Una parte importante del proyecto fue el jardín, ya que, en la tradición del reformismo inglés, alemán y suizo, este debía estar subdivido en áreas, en donde existían habitaciones al aire libre, independientes de las destinadas al recreo y trabajo. En esta área había hortalizas, un establo, un jardín de flores y otra cantidad de espacios que duplicaban el interior de la casa.

Heredia destacó dos aspectos muy importantes en su libro, las cuales son el recorrido que hace por la historiografía de las casas y cuando aparecieron por primera vez publicadas. También señaló que poco después de su construcción el propio Haness Meyer hizo una reseña de las casas en donde las calificó como “un modelo de compenetración de las tradiciones suizas y el paisaje mexicano”.

Fotografía: Hannes Meyer


Respaldando las descripciones de Heredia, a continuación, Bettina Cetto contó su experiencia personal como usuaria de las casas de Artaria y Schmidt, ya que mencionó que asistía mucho a estas debido a que su mamá era de origen suizo y mantenía y una relación muy cercana con los dueños, acudiendo a varias actividades que se realizaban de manera cotidiana. Cetto relató algunas anécdotas que vivió en estos espacios, comentando a su vez que la vida en estas casa se desarrollaba principalmente al aire libre en las terrazas, partiendo quizás de la premisa de que los europeos amaban el clima de esta ciudad, limitándose a usar los sistemas de calefacción solo cuando las condiciones atmosféricas no lo permitieran.

 

Fotografía: Hannes Meyer


Finalmente, Xavier Guzmán añadió que el rescate documental que realizó Heredia es muy notable. No solo porque retomó el tema, sino que lo documentó de diversas formas, y al término del libro señaló que pese a todo hace falta realizar más investigaciones para esclarecer un poco más la información que se aborda en su libro. 

En resumen, a partir de esta mesa de dialogo, podemos conocer diferentes puntos de vista, el de un arquitecto, un historiador y una economista, en donde se reúne bastante información acerca de lo que se define como modernidad en concepto y temporalidad. Como lo comentaba Bettina Cetto, en diferentes puntos y en diferentes opiniones, existen muchas vertientes de cuándo y cómo fue que ocurrió este movimiento.

Es grato saber que arquitectos como Juan Manuel Heredia han trabajado en la investigación de estas edificaciones, ya que de alguna manera nos motivan a querer ser parte de este tipo de proyectos, utilizando la mínima expresión investigativa o simplemente para referencias de diseño en nuestros próximos proyectos a futuro.

Es importante también mencionar la relevancia espacial y de clima que tiene nuestro país para los europeos, factor que se mencionó de manera regular durante la mesa, y que les permite gozar de actividades al aire libre a diferencia de sus lugares de procedencia. Como lo comentó el Dr. Xavier Guzmán, es notable que gracias a este libro podamos tener un documento donde se analice en cuanto al diseño cada espacio de estas casas gemelas, y en un futuro poder esclarecer quien fue realmente el impulsor del modernismo en México.


Fotografía: Hannes Meyer


Julio de 2021

 

*Pasante de Arquitectura de la UAM Xochimilco 



Preservación y Rescate: Propuesta del Proyecto de Restauración de los Primeros Baños Judíos en América.

Preservación y Rescate: Propuesta del Proyecto de Restauración de los Primeros Baños Judíos en América.

Preservación y Rescate: Propuesta del Proyecto de Restauración de los Primeros Baños Judíos en América.

 

 

Aldo Alberto Ordaz Salas*

Abarban el, Farías o Pinedo,

arrojados de España por limpia

persecución, conservan todavía

la llave de una casa de Toledo.

 

 

Libres ahora de esperanza y miedo,

miran la llave al declinar el día;

en el bronce hay ayeres, lejanía,

cansado brillo y sufrimiento quedo.

 

 

Hoy que su puerta es polvo, el instrumento

es cifra de la diáspora y del viento,

afín a esa otra llave del santuario

 

 

que alguien lanzó al azul cuando el romano

acometió con fuego temerario,

y que en el cielo recibió una mano.

 

 

Una llave de Salónica | Jorge Luis Borges




¿Qué tanto sabemos de la historia posterior a la conquista que esconden nuestros pueblos? ¿Qué tanta de esa historia se encuentra diluida en el tiempo? ¿Ese tiempo siempre suele ser el factor determinante para la pérdida de la memoria colectiva, o existen otras razones que influyen para que un relato, un fragmento o un objeto caigan en el olvido dentro de una sociedad? Estas son algunas de las interrogantes que nos plantemos de inicio los alumnos del grupo AK51-A para comenzar nuestro proyecto colectivo de investigación, correspondiente al Módulo XI: Desarrollo de Espacios Arquitectónicos II de la Licenciatura en Arquitectura en el Área de Concentración de Restauración y Reutilización de Inmuebles Históricos Patrimoniales, de la UAM Xochimilco. Nos gustaría compartir con ustedes esta breve semblanza del trabajo que realizamos durante el pasado trimestre 21-I bajo la supervisión de la Mtra. en Urb. Alejandra Morales Canales y de nueva cuenta con el apoyo del Arq. Francisco Javier García Santoveña, Representante del Área de Monumentos Históricos del Centro INAH Guerrero, en la Zona Norte del Estado) y el Arq. Francisco Javier Román Román, Comisionado por el H. Ayuntamiento Municipal de Taxco de Alarcón, Gro. acerca de la propuesta de rehabilitación de seis elementos ceremoniales judíos conocidos como Mikves, las cuales se ubican en la localidad de Juliantla dentro del Municipio de Taxco de Alarcón y que presumen ser las primeras de su tipo, ya que aún no se ha encontrado la suficiente evidencia, que permita avalar que en efecto representan los primeros baños judíos en el continente edificados a mediados del siglo XVI.





Una llave de Salónica es el breve soneto de Jorge Luis Borges escrito en 1964, donde narra la expulsión de los judíos en 1492, tomando como elemento central las llaves que llevaron consigo los hebreos de sus antiguas casas y negocios, adquiriendo con el paso del tiempo un carácter simbólico de añoranza y anhelo de la patria arrebatada. Una vez citado a Borges, creo importante hacer un salto cronológico hacia los últimos años del siglo XV en Castilla, con la intención de generar un contexto que nos permita expandir nuestro entendimiento sobre el éxodo que trajo a los judíos a América por primera vez. Después del dominio árabe en la península ibérica por más de 8 siglos, llego la consecuente victoria de los reyes católicos en 1492, lo cual desembocó la unión de los reinos castellanos[1] y la expulsión del gobierno de al-Ándalus a partir de la conquista de Granada. Fue entonces que se empezó a considerar la implementación de políticas y decretos que previnieran una segunda ocupación musulmana, además de establecer las bases de una sociedad donde el europeo promedio católico tuviera una ventaja sistémica frente a todo aquel practicante de alguna otra religión. Estás políticas fueron conocidas como pragmáticas[2], podían ser dictadas por figuras ajenas a la nobleza (como militares o miembros del clero) y se estuvieron implementando desde finales del siglo XV, donde las primeras minorías en ser condicionadas a convertirse al catolicismo o ser expulsadas del reino fueron los judíos.



Como se puede verificar en el decreto de Alhambra de 1492, toda aquella persona que se resistiese a dichos decretos y que decidiera permanecer por voluntad propia en el territorio castellano, estaba expuesta a la confiscación de bienes, tierras, el encarcelamiento y en la mayoría de los casos, la pena de muerte. Por lo tanto, muchos practicantes del judaísmo y otras religiones vieron la oportunidad de preservar sus costumbres, salvaguardar la vida y al mismo tiempo prosperar, en las expediciones hacia el Nuevo Mundo y la posterior época colonial de América.

 

Bajo identidades falsas o un juramento apócrifo donde se prometía la conversión al catolicismo, llegaron a la Nueva España moriscos, árabes y judíos que plasmaron su influencia y costumbres en la gastronomía, cultura, sociedad, moda, idioma y arquitectura[1]a partir de sus actividades desempeñadas durante el virreinato.[2]

 

Después de la caída de Tenochtitlan en 1521 y el posterior establecimiento de los españoles en la zona central del Valle de México, fue natural el comienzo de expediciones hacia el norte, bajío y sur de América Central. El dominio territorial, la evangelización, la búsqueda de minerales para el pago de tributos a la corona y su implementación en actividades económico-militares fueron las principales justificaciones de los conquistadores para la expansión y fundación de las ciudades coloniales.

 

La búsqueda de estaño en la zona noroeste de lo que hoy conocemos como Guerrero originó en 1528 el establecimiento de los primeros campamentos mineros en Tetelcingo, los cuales se fueron transformando con el paso de los años en haciendas extractoras de plata como El Chorrillo, concluida en 1534, o la Hacienda de San Juan Bautista ordenada por el propio Hernán Cortés y finalizada en 1543. Ante la evidente abundancia minera de la zona, se fundó en 1528 Taxco de Alarcón, donde la participación de familias de origen sefardí  fue vital y sobre todo marco el inicio de asentamientos alrededor de la ciudad, donde por algún tiempo la comunidad judía pudo practicar con plena libertad su religión además de llevar a cabo diversas actividades mineras, lo cual se pudo ver reflejado en la estabilidad económica de la región, hasta la llegada de la inquisición durante la segunda mitad del siglo XVI.

 

La participación de la comunidad judía en el proceso de la conquista es sumamente importante. Junto a Cortés, llegaron un gran número de familias practicantes del judaísmo en secreto o convertidos al catolicismo como los Fonseca, López, Astudillo y Quezada de Figueroa, a quienes se les conocía como cripto-judíos o coloquialmente marranos. Como se ha mencionado, este contingente migratorio buscaba una alternativa de vida ante las pragmáticas promulgadas en los Reinos de Castilla, donde los principales motivantes eran el practicar su religión y al mismo tiempo buscar una actividad económica que les permitiera prosperar a través de la explotación de vetas. La mayoría de estas familias cripto judías provenían de lo que hoy es Portugal, y se fueron estableciendo durante la colonia y posterior etapa del México independiente en la Ciudad de México, Michoacán, Monterrey, Jalisco, Hidalgo, Veracruz, Zacatecas y Guerrero. A mediados del siglo XVI, cerca de la zona de Taxco de Alarcón, diversos colonos de origen judío encabezados por Miguel Hernández encontraron un asentamiento cerca de la zona minera de Tlalpujahua al que llamaron Juliantla, donde decidieron establecerse ya que las posibilidades de vivir, prosperar y practicar el Torá sin limitaciones eran altas.

 

Existe una versión acerca del nombre de la localidad, la cual menciona que la palabra ‘Judianea significa en sefardí “Tierra de Dios”, lo cual nos da una aproximación del origen etimológico del nombre a partir de las características religiosas de sus fundadores. Por otra parte, hay quienes señalan que el nombre proviene de la combinación de la palabra Judianea y el vocablo náhuatl tla, que se traduce como tierra de. Además, ambos argumentos adquieren fuerza ante el descubrimiento de los primeros baños judíos en América[3] conocidos como Mikves en la explanada principal de la localidad y el aparente pasado de la iglesia, la cual evidencia haber sido una sinagoga originalmente debido a sus características morfológicas, constructivas y de orientación.



Uno de los casos más marcados en la historia judía mexicana es el de Luis Carvajal “El Viejo”, a quien se le encomendó la fundación del reino de Nuevo León. Una vez descubierta su naturaleza judía por parte de la administración inquisidora virreinal, Carvajal y su familia terminaron huyendo hacia el sur en 1596, sin embargo, al ser capturados fueron despojados de sus pertenencias, juzgados y algunos quemados en la hoguera. Tras este acontecimiento y ante la mano dura que aplicaba la inquisición, quien tenía un bastión importante en Taxco de Alarcón, la comunidad judía decidió esconder sus prácticas y costumbres, convirtiéndose la mayoría al catolicismo, enterrando vestigios y centros ceremoniales durante casi todo el periodo colonial.


Según la etimología, las tres últimas letras de la palabra mikve (kuv,vav,hey) en hebreo significan “esperanza”, mientras que la silaba mem proviene de la palabra makom que se traduce como “lugar”. Mikve podría entenderse como “lugar en donde la esperanza” sin embargo, al momento de reordenar las letras se forma la palabra koma que literalmente se traduce como “pararse” o “estatura completa”, lo cual hace referencia a la principal actividad del elemento, que parte básicamente del sumergirse por completo, en búsqueda de renovación espiritual y el retorno a la esencia interna.[1]

El uso de las Mikve se remonta a los primeros versículos del Genesis, donde se habla de Miriam, hermana de Moisés. Al sufrir la enfermedad de la lepra, Miriam fue desterrada y a los siete días de morir se convirtió en un pozo milagroso que dio de beber a los judíos durante su travesía a través del desierto después de huir de la esclavización egipcia.[2] A partir de este relato bíblico, la comunidad judía adoptó la costumbre de sumergirse en pozos como el acto simbólico de purificación y limpieza.

La Mikve de Besalú es el elemento más antiguo del que se tiene registro, ya que data de finales del siglo XII. Se encuentra ubicado bajo los restos de una antigua sinagoga junto al Río Fluviá, en Cataluña. La escalera para acceder está formada por treinta y seis escalones y cuenta con una pequeña cámara de 5.5*4.5m, donde se encuentra la piscina de 2.5*1.5m. En Europa existen unas trecientos cincuenta y cuatro Mikves, de las cuales Francia posee más de setenta y solo en París hay más de cincuenta. En España se encuentran seis y dos en Portugal. En América del Norte se registran trecientas setenta y cinco, en América Central aproximadamente cien. Por si parte, en África existen veinte y finalmente en Oceanía dieciséis.[3]


Las Mikves cuentan con una serie determinada de escalones de los cuales, los siete últimos llevan a un estanque de agua que debe provenir únicamente de algún arrollo fresco o alguna fuente natural que se encuentre en constante movimiento. En este elemento se sumerge por completo al usuario, la profundidad no necesariamente debe ser muy alta, ya que hay Mikves antiguos (véase el ejemplo del Mikve de Bayona, Francia), donde una persona en cuclillas se puede sumergirse completamente).

 

El ritual de purificación consiste en bajar los últimos siete escalones y sumergirse tres veces para lograr el objetivo espiritual. El acto se debe hacer despojado de toda vestimenta u objeto. Es obligatorio para aquellas personas que se encuentran en un proceso de conversión al judaísmo, la purificación de mujeres judías antes de contraer nupcias y la limpieza de utensilios de cocina comprados a no judíos.[4]

 

Puede ser utilizado por ambos sexos, aunque a la fecha las mujeres practicantes del judaísmo ortodoxo tienen la obligación de utilizar la Mikve cada siete días y después de cada ciclo menstrual. En otros casos el baño se hace durante embarazos o tras el parto. En algunas comunidades son los hombres quienes también se sumergen antes de casarse como símbolo de renovación, además de ser utilizados por practicantes sumamente devotos antes del Sabat.

Dentro de Juliantla se localizan tres Mikves; Una que presume ser de mujeres, otra de hombres y una tercera de trastes y utensilios. El elemento femenino cuenta con 3 escalones característicos de la tipología tradicional a desnivel y está cubierta por una bóveda de media naranja a base de mampostería con diámetro de exterior de 3. 40 metros y una altura de 2.40 sobre el nivel de la plaza principal.  Mientras que la Mikve masculina posee una dimensión sumamente mayor, además de no contar con la cubierta convencional ya que, según antecedentes históricos analizados, no necesariamente deben estar cubiertas. Con respecto al elemento que corresponde al de utensilios, este se encuentra modificado en cuanto a su estado original debido a la traza urbana del lugar, conservando únicamente un 60% de su proporción real.

Poco antes de la caída de la Nueva España, cuando las leyes inquisidoras se encontraban más relajadas y el gobierno imperial se encontraba enfocado en las guerras disputadas en Europa, es quizás el momento donde las Mikves se volvieron utilizar después de siglos de olvido por los grupos de cripto judíos que seguían practicando su religión en secreto. Sin embargo, se cree que fue en el año 1813 que se dejaron al abandono de nueva cuenta después de la llegada de Morelos a Taxco, quién dio la orden de apresar a todo practicante no católico. Esto detonó que los pobladores, así como en la época virreinal, ocultaran sus prácticas, rituales y costumbres. En tanto, la crónica ha pasado de generación en generación al menos dentro de poblado, y hoy en día los habitantes están conscientes de la historia e importancia internacional de lo que resguarda su explanada.

 

Juliantla es una comunidad que forma parte del municipio de Taxco de Alarcón y se considera como poblado tradicional que basa su estructura de gobernanza en un sistema de usos y costumbres regido por comisarías.[5] De norte a sur cruza el Circuito Ignacio Figueroa conectando así a la cabecera municipal y al pueblo de Tlamacazapa. La configuración del suelo presenta tres tipos de relieve, zonas accidentadas, semi planas y planas. Debido a los 1500 msnm a los que se localiza Juliantla, se considera como zona accidentada lo cual se evidencia en su topografía.[6]

Para nuestro caso de estudio se desarrollaron estudios de composición del perfil urbano, análisis de morfología y movilidad urbana, que abarcaron el ámbito de transporte, vialidades, tipos de pavimento y sistemas de conducción de agua. También se analizó la red de infraestructura hidráulica, sanitaria y eléctrica, además de los espacios de movilidad vehicular y peatonal en un sentido horizontal y vertical. La imagen urbana también fue un asunto a revisar, principalmente la distribución territorial de las construcciones, la traza urbana, fachadas y paleta de colores. Todo esto con el único objetivo de que la propuesta de restauración se adaptara a las condiciones regionales y gozara de un carácter vernáculo, que no fuera discordante en tanto a lo histórico y sobre todo a lo estético.

Los vestigios localizados en Juliantla se encuentran bien conservados, aunque han sido recubiertos por un nuevo piso propio del que conforma el resto de la explanada y quiosco de la localidad. Dentro de esta área se encuentran el resto de los elementos ceremoniales, así como el lavabo de utensilios a cielo abierto que conduce a un cuerpo de agua conjunto de pequeños estanques subterráneos que se alimentan mediante un proceso sedimentario natural.

 

Para poder realizar una propuesta de restauración adecuada, fue necesario hacer una descripción de los materiales constructivos, conocido como levantamiento de fábricas, abarcando desde un nivel general en cuanto al conjunto y posteriormente analizar cada elemento en particular.

Con respecto al conjunto en general, la cimentación de los muros perimetrales se determinó que es de mampostería de piedra ígnea, con juntas a base de cal y arena, anchos de hasta 1.0 m y alturas de hasta 4.0 m. En muros perimetrales predomina la mampostería labrada a base de rocas ígneas extrusivas y rocas sedimentarias, aunque también fue posible observar algunos casos de tabique rojo recocido de 0.27*0.12*0.05 m y alturas de hasta 1.20 m. Por su parte, el piso está constituido por mampostería junteada a base de cal área. El elemento del quiosco cuenta con un entrepiso de firme de concreto de 0.12 m de espesor además de una techumbre a base de vigas de madera de encino. La vegetación que predomina en los alrededores son el ficus benjamina, cedro enebro, arbusto trueno, adelfa, durazno y plátano. Existe equipamiento urbano como luminarias, placas informativas, andadores primarios y secundarios además de áreas verdes y un mirador.

Plano de conjunto realizado por: Arq. Francisco J. Román y Arq. Néstor I. López (capacitados por el programa JÓVENES CONSTRUYENDO EL FUTURO), bajo la tutoría del Arq. Francisco J. García Santoveña.


En el levantamiento de fábricas de los elementos ceremoniales fueron evidentes las similitudes, aunque también se pudieron observar divergencias propias de los periodos constructivos. La cimentación se vuelve a presentar de mampostería en su constitución, aunque las alturas no sobrepasan el metro de altura. Los muros perimetrales son de igual manera a base de rocas ígneas extrusivas, aunque existen diversos espesores que van de los 0.30 a los 0.50 m, cuentan con acabados aparentes y repellados de argamasa. El material base de los pisos originales sigue siendo de piedras ígneas, aunque en este caso también se localizó dolomita asentada y junteada con mortero a base de cemento-cal-arena. En el caso de los pisos que fueron intervenidos estos cuentan con un firme de concreto de aproximadamente 8 cm de espesor y acabado aparente. Las techumbres por su parte fueron elaboradas por mampostería semiesférica a base de toba volcánica gris, caliza y piedra laja mientras que su acabado es aparente con un ligero repello de mezcla de cal y arena. Por último, también fue perceptible la presencia de protecciones de herrería con marcos a base de ángulos de acero de 1” soldados a 45°, fijados a muro con soleras de acero y acabado en pintura de esmalte alquídico.


Después de tener el registro de los elementos constructivos, procedimos a identificar los daños en cada uno de ellos en un compendio integrado por planos y fichas al que denominamos levantamiento de deterioros. Presencia de humedades, fisuras, piezas faltantes, flora y fauna nociva además de oxidaciones en elementos de hierro, derrumbes y elementos perdidos, fueron las características más evidentes.


Una vez teniendo conocimiento del estado actual de los elementos, la siguiente y última etapa consistió en la elaboración del proyecto de recuperación de los baños ceremoniales a través de una serie de propuestas de intervención en las que el equipo de asesores del INAH determinó las especificaciones de limpieza, consolidación y acabados finales a partir de estrategias de conservación y mejoramiento urbano arquitectónico.

En cuanto al conjunto en general, se realizó una propuesta de vegetación en la que sugerimos la inserción de arbolado endémico como acacia coulteri (copal santo), annona aquamosa (anón) y acalosúchil plumeria (rubra). También se indicio la inserción de especies que pudieran influir de manera positiva en el paisaje inmediato como la yucca filifera (yuca) o la bellis perennis (margarita). Por último, también se indicó el uso de yzygium paniculatum (eugenia) y monstera deliciosa (piñanona) para la decoración de muros y pisos (vegetación propuesta y aprobada por: Blgo. Edgardo Mendoza Contreras (CEPE UNAM Taxco), Arq. Francisco J. Román Román (H. Ayuntamiento de Taxco de Alarcón) y Arq. Francisco J. García Santoveña (Representante del INAH, en la Zona Norte del Estado de Guerrero), así como por alumnos de la UAM-XOCH.


Con respecto a los elementos ceremoniales, en el apartado de muros y techumbres se propusieron protocolos de limpieza y eliminación de flora y fauna nociva, además de la restauración de piezas faltantes en derrumbes y fisuras con sus respectivos procesos de protección ante intemperie y humedades, tomando en cuenta siempre las características físicas de la piedra ígnea. Por el lado de las herrerías se indicó un procedimiento de restauración efectuado directamente por especialistas, donde destaca el retiro de los elementos para su tratamiento in situ además de la aplicación de químicos que promuevan su conservación y estética. Los entrepisos deberán ser sometidos a un proceso de recuperación de elementos perdidos en el que, a partir de calas realizadas por excavación, se determinará el trazo original del conjunto, cuestión que permitirá posteriormente la nivelación de los elementos y sobre todo, obtener un mayor conocimiento de los acabados que complementen la propuesta final de restauración a partir de los resultados arqueológico-arquitectónicos que arrojen las muestras.


Este proyecto resultó para nosotros un gran reto, pues la historia de este pueblo se encuentra oculta entre la sierra Guerrerense. Existió un grado de complejidad al momento de recabar cierta información, sin embargo, las fuentes documentales confirman cada vez más, el pasado judío de este asentamiento minero que espera a cambio solamente, lograr el reconocimiento internacional de poseer lo que quizá significan los primeros baños judíos en el continente. Por ello, el trabajo en conjunto que se desarrolló bajo la supervisión del Arquitecto Santoveña (INAH GRO.) y la Mtra. Alejandra Morales (UAM-XOCH) se consolido en una propuesta para su “Puesta en Valor” que logra reconocer las principales características arquitectónicas e históricas de estos elementos, así como su carácter de relevancia e importancia para ser conservados y protegerlos, tanto por una sociedad aprecia su valía como para el goce y disfrute de futuras generaciones.

Es importante mencionar y sobre todo agradecer el apoyo y asesoría del personal del INAH Guerrero en nuestras propuestas, además del alojamiento y participación de la comunidad de Juliantla, quienes permitieron que nuestro proyecto de investigación saliera adelante


El siglo XVI fue el campo de cultivo para la conformación de nuestra sociedad novohispana. La compleja identidad del pueblo mexicano tiene sus raíces en los pueblos mesoamericanos, pero así mismo en la historia de finales del medievo de la península ibérica. Nuestra marcada influencia nahua, chichimeca y otomí se encuentra entrelazada con los miles de historias de migración de cartagineses, árabes y hebreos, de quienes no podemos negar su marcada huella en la historia de nuestro país. Octavio Paz dijo alguna vez que la arquitectura es el testigo insobornable de la historia, y las Mikves de Juliantla son sin duda ejemplo de ello, ya que logran dialogar con nosotros, contándonos narrativas de conquistas, migraciones, persecuciones y arraigos que sobreviven a los siglos.

Por último, es importante mencionar y sobre todo agradecer el apoyo y asesoría del personal del INAH Guerrero en nuestras propuestas, además del alojamiento y participación de la comunidad de Juliantla, quienes permitieron que nuestro proyecto de investigación saliera adelante.


Para revisar la propuesta completa del proyecto de restauración, ésta se encuentra disponible para su consulta en: https://www.academia.edu/49062389/Contexto_y_recuperaci%C3%B3n_de_Juliantla_

 

COLABORADORES:

Líder – Coordinador en jefe

Arq. Francisco Javier García Santoveña | Representante del INAH, en la Zona Norte del Estado de Guerrero

Coordinador Segundo

Arq. Francisco Javier Román Román | Comisionado por el H. Ayuntamiento de Taxco de Alarcón

 

JÓVENES CONSTRUYENDO EL FUTURO

Arq. Francisco Javier Román Román | Capacitado

Arq. Néstor Isaac López Gutiérrez | Capacitado

 

CEPE UNAM Campus Taxco

Blgo. Edgardo Mendoza Contreras | Encargado del Jardín Botánico Hernando Ruiz de Alarcón | Asesor

 

Facultad de Artes y Diseño UNAM (FAD)

Mtra. Jocelyn Lizbeth Molina Barradas | responsable del Laboratorio de Diseño e Innovación (LabDI)

Lic. en Arts. Visuales Luis Fernando Ramírez Rodríguez | Dibujante

 

Universidad Autónoma de Guerrero

Escuela Superior de Ciencias de la Tierra

Geogr. Miriam Sandoval Bustos | Prestadora de Servicio Social

Geól. Vicente Elías Ocampo Barrera | Prestador de Servicio Social

Escuela Superior de Diseño y Arquitectura

Arq. Ángel Farid Gama Vergara | Prestador de Servicio Social

 

Universidad Autónoma del Estado de Morelos

Escuela de Estudios Superiores de Mazatepec

Arq. Tifani Lizzet Macedo López | Prestadora de Prácticas Profesionales

 

Grupo AK51A

Aguilar García Humberto Felipe | Díaz Hinojosa Diana Georgina | Fragoso Palma Ricardo Alfonso

Galicia Arrieta Angelica Jhoselin | García Ramírez Gabriela | García Silva Perla

Díaz Hinojosa Diana Georgina | Garrido Munguía Valeria | Hernández Hernández Kathia Jazmín

Hernández Suárez Néstor Eduardo | Juárez Gervacio Francisco | Lara Mancilla Yahir de Jesús

Martínez Rosey Eunice X. | Mejía Apanco Luis Alberto | Mier González Álvaro Javier

Ordaz Salas Aldo Alberto | Palomino López Uriel | Parra Hernández Ricardo

Ramírez Martínez Alfredo Eduardo | Rosas Mata Yerini | Ruiz Boijseauneau Diego

Sánchez Arriaga Fidel | Sánchez De la Cruz Jessica | Sánchez Torrez Irving | Santana Torres Alejandro

Segundo Medina Flor Elizabeth | Tacuba Álvarez Pablo T. | Téllez Álvarez Isabel

Torres de la Rosa Jorge Daniel | Torres Rivera Erick | Vargas Herrera Raúl Einar Yamil

 

Junio, 2021.

*Estudiante de Arquitectura de la UAM Xochimilco.

 



[1] Arieh Trugman, Avraham. (2021). Mikve: el arte de la transición. Jabad.com. Disponible en: https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/1489401/jewish/Mikve-el-arte-de-la-transicin.htm

[2] (La Biblia Latinoamericana, 1972, Números 31: 22-23)

[3] Mikvah. (2020). Mikvah Directory. Mikvah.org. Disponible en: https://www.mikvah.org/directory

[4] (La Biblia Latinoamericana, 1972, Números 31: 22-23)

[5] Municipios mx. Taxco de Alarcón. Municipios mx, México, 2020. Disponible en: http://www.municipios.mx/guerrero/taxco-de-alarcon/

[6] Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México. Taxco de Alarcón.  Ayuntamiento de Taxco de Alarcón, México. 2020. Disponible en: http://www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM12guerrero/municipios/12055

 

 



[1] Toussaint, Manuel (1946); Arte Mudéjar en América, (p. 39 y 40), México, Editorial Porrúa.

[2] López Guzmán, Rafael, (2000); Arquitectura Mudéjar. Del sincretismo medieval a las alternativas hispanoamericanas, (p. 571), Madrid, Cátedra.

[3]  Gojman De Backal, Alice. (2020). ¿Dónde se estableció la primera comunidad judía en América? Una pista: no fue en Brasil. Enlace Judío. Disponible en: https://www.enlacejudio.com/2020/02/05/donde-se-establecio-la-primera-comunidad-judia-en-america-una-pista-no-fue-en-brasil/

 



[1] Epalza, Mikel de, (1992); Los Moriscos Antes y Después de la Expulsión, Madrid, (p. 5), Editorial Mapfre.

[2] Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed.

 

https://eltrazosemanal.blogspot.com/2021/06/preservacion-y-rescate-propuesta-del.html?m=1