Otras líneas
Dr.
José Ángel Campos Salgado.
En el
reciente Encuentro de Investigación y Crítica de la arquitectura reciente en
México, el objetivo era realizar un análisis crítico de “conjuntos mixtos” en
su ciudad de origen. Sin embargo, cada investigador interpretó este concepto de
manera más o menos diferente. Lo que si fue una convergencia fue abordar los
problemas de la arquitectura como marco de la ciudad. Diversas son las
conclusiones que este evento deja. Primero nos permite ganar conciencia de la
enorme dimensión del país que vivimos; se trata de un territorio multicultural
y multiambiental, con regiones francamente contrastantes, y con ciudades que
cada vez más van siendo multicontextuales, es decir, ciudades conformadas con
varias zonas altamente diferenciadas, ciudades de ciudades. Otro aspecto
general es que en estos tiempos tanto la arquitectura como la ciudad se van
construyendo sobre determinadas por el ejercicio del capital inmobiliario
especulativo. Los ejemplos en ese sentido fueron contundentes como en el caso
de Acapulco en Punta Diamante, o como la edificación de una agresiva torre de
mucha más altura que los elementos simbólicos de su entorno en el puerto de
Veracruz, o un hospital en la zona de Angelópolis de Puebla que avanza hacia un
turismo de salud o los Centros Comerciales de Hermosillo que se repiten en otras
ciudades de nuestro país. Salvo casos aislados de edificación gubernamental,
sólo en la ciudad de Aguascalientes se presenta una acción de gran escala para
recuperar las instalaciones ferroviarias abandonadas. Por eso los expositores
presentaron los planes que se elaboran para contener esta forma de desarrollo.
Desde la conferencia magistral se anunció esta tendencia: hay que mirar que la
arquitectura está pasando a un segundo plano de atención para fijar la mirada
en la acción urbana. Un caso resulta destacable de este cambio de intereses: el
expositor de Monterrey decidió abandonar la mirada hacia la arquitectura que
impacta la ciudad pues desde su consideración la imagen que resulta sólo lleva al
lamento; por eso nos presentó lo que avanza un grupo multidisciplinar, una formación
profesional que se dirige hacia otros usuarios, los abandonados de siempre.
Debo asumir aquí que me identifico con esta otra mirada; desde mi tesis de licenciatura
afirmé que la arquitectura que siempre hemos contemplado es la arquitectura del
poder. Trazar caminos hacia otros usuarios lleva a confrotar el uso del diseño
por BIM y la arquitectura fast fashion de marca, experimentando con otras
líneas de trabajo que abren discusiones que hasta ahora hemos retrasado.
Bienvenidos estos encuentros y mantengámonos abiertos a todas las posibilidades
que están presentes en nuestros días.