PARO POR LA JUSTICIA.
Florentina Leilani Araujo Quintanar*
"El feminismo no es un capricho, no es una
exageración, no es una moda y mucho menos es resultado de una generación de
"cristal", es una urgencia histórica, es una emergencia social y un
llamado a levantar la voz por todas las injusticias y desigualdades en el
reinado del patriarcado machista y misógino." (Ange Cano, https://www.instagram.com/p/CCKaTf8Ae_V/?igshid=YmMyMTA2M2Y=, 2020)
Lo triste de la situación en la que se
encuentran nuestras casas de estudio, es que una mujer prefirió "No
cortarle las alas" a quien atentó en contra de la compañera. Esto ya no se
trata solo del patriarcado, ¿Por qué proteger a los violadores? Todo es distinto
cuando la situación juega en nuestros zapatos y ahí si queremos que se haga
hasta lo imposible por hacer justicia ¿Y si un familiar de la autoridad hubiera
estado en el lugar de la compañera? Es impresionante como este tipo de
preguntas tan sencillas no son cuestionadas a la hora de atender un delito como
éste.
Por otro lado, fue increíble y honestamente
imperdonable la decisión de suspender un trimestre a las dos compañeras que se
encontraban vendiendo dulces. Muchos estudiantes no cuentan con los recursos suficientes
para pagar la carrera o simplemente es una forma honesta de adquirir dinero
¿Por qué esto si fue sancionado inmediatamente? En realidad hay toda una
controversia con las normativas de la universidad.
Retomando el primer tema, como mujer y estudiante
de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, me resulta difícil
asimilar el proceso en curso. A mi parecer, no es posible que las autoridades
estén tomando tanto tiempo en atender las solicitudes del pliego petitorio que
se entregó por parte de la comunidad feminista; lo único que buscamos es que
nos protejan.
De acuerdo con una encuesta de Enkoll para EL
PAÍS, el 45% de las mexicanas ha sufrido algún tipo de agresión o acoso sexual
en su vida (Suárez, 2023). Sin duda alguna, todas las mujeres con las que me he
rodeado, han sufrido algún tipo de acoso y/o violencia, la mayor parte de
nosotras lo hemos vivido en el transporte público o en la calle.
Resulta lógico que al llegar a casa o en
ocasiones a la escuela, sintamos estos lugares como una zona segura, aunque en
otro sentido, los acosadores suelen estar en todos lados. ¿Cómo sentirse seguro
conviviendo con los acosadores? Muchas de nosotras nos hemos encontrado con
mínimo un acontecimiento de este tipo, no importa como vayas vestida, ni lo que
aparentas, la mentalidad enferma de las personas es la misma.
Me es indignante saber cómo incluso profesores
abusan de su poder para intimidar a guardar silencio, y al momento de querer
hacer algo al respecto, se pidan hasta las piedras de la suerte como evidencia
para que las autoridades puedan actuar, anteponiendo que son maestros con
antigüedad y dejando de lado nuestra seguridad.
He escuchado decir que por qué no hacemos nada
cuando nos encontramos en una situación así, sin embargo, es difícil, el cuerpo
se paraliza, te sientes sucia, te sientes un simple objeto y somos quienes
pagan los platos rotos, porque ellos van por la vida simplemente acumulando
víctimas ¡Ésto tiene que parar!
Pido apoyo en total sororidad la compañera de
Cuajimalpa, pero también, mucha fuerza y valor a todas aquellas amigas,
compañeras y colegas que se encuentran o se encontraron en una situación como
esta. Que su voz sea escuchada y sus solicitudes atendidas.
NO TENDRÁN MÁS NUESTRO SILENCIO.
¡QUEREMOS ESTUDIAR SIN SENTIRNOS ACOSADAS!
¡QUEREMOS SER LIBRES Y SOBERANAS!
*Estudiante de Arquitectura, UAM Xochimilco.