Este primero
de diciembre se cumplió un año de la toma de posesión del nuevo gobierno. Doce
meses sin tiempo de reflexión sobre los acontecimientos sucedidos en este
periodo. Así, lo menos que podemos hacer es observar lo concerniente a nuestra
vida académica ¿Qué se ha planteado sobre el tema? ¿Qué se ha llevado a cabo
dentro de este ámbito?
La vida dentro de nuestra institución parece igual que siempre, salvo los tres meses perdidos en una huelga que todavía no puede explicarse. Y sin embargo algo puede estar cambiando: los gobiernos, tanto de la ciudad como de la república, no mostraron mayor interés en la solución del conflicto. La Secretaría de Educación Pública se mantuvo al margen, a pesar de que el Subsecretario de Educación Superior es un miembro importante dentro del personal académico de UAM Xochimilco. Si bien nuestra universidad mantiene el principio de autonomía en otras ocasiones no han faltado declaraciones o comentarios extraoficiales al respecto. Ahora fue otra la actitud. Ello puede anunciar una visión diferente de nuestro trabajo, observado desde la esfera gubernamental.
Mi
planteamiento es que, si el actual gobierno se auto asume como la 4ª
Trasformación de México, esto incluye el tema de la educación y si se trata de
encontrar respuestas realmente nuevas dentro de la vida académica a las nuevas
condiciones de la vida social y política del país, las universidades públicas
no pueden mantenerse sin cambios importantes.
Así, tenemos
que aceptar que han pasado muchos años sin una discusión profunda sobre el
sentido de nuestra institución. La propuesta innovadora de una universidad
metropolitana con diversos campus dentro de la ciudad, organizada en
departamentos y no en escuelas e institutos, con profesores investigadores que
a su vez imparten docencia, y que tiene como objetivo primario la atención a
los problemas sociales más relevantes, ha devenido en un espacio donde
simplemente se reproducen las mecánicas de capacitación de personal que se
inserta en el mercado capitalista de trabajo. De tal modo que, si las
transformaciones están en camino, es preciso dentro de nuestro espacio y
nuestra disciplina integrase urgentemente a estos procesos.
Y además hay
que tener presente uno de los propósitos más importantes del actual gobierno:
el combate a la corrupción. Este aspecto no puede quedar al margen dentro de
las instituciones de educación superior. En el manejo de los recursos todo está
controlado por medio de auditorías externas, pero, en el caso del cumplimento
de las tareas estamos en una situación que hay que revisar. Los trabajadores
administrativos han logrado prerrogativas que les permiten reducir
desconsideradamente sus tareas, pero si observamos nuestro caso como docentes,
también es un hecho que no cumplimos cabalmente con los tiempos de nuestra contratación,
no nos actualizamos cotidianamente y que en general no cumplimos con todas las
actividades que se señalan en los reglamentos, y esta actitud se contagia a los
alumnos que a su vez no cumplen con todos sus deberes, pues además en estos
tiempos, no tienen claro cuál será su futuro una vez habiendo egresado de la
universidad.
Finalmente,
hay que tener presente que nuestro sistema modular señala como base de las
Unidades de Enseñanza Aprendizaje: el Objeto de Transformación. Se supone que
debe abordarse una parte de la realidad; de tal modo que nuestros alumnos
“comprendan el contexto en el que se inserta su hacer y los problemas que
surgen de las necesidades socialmente relevantes”. Pero hoy hay que preguntarse
si esto es suficiente, si estamos generando en nuestros alumnos una conciencia
clara de esta realidad y si no sería necesario más bien formarlos para que sean
capaces no solo de comprender las situaciones que enfrentan sino de llevar a
cabo acciones para transformar esa realidad en beneficio integral de la
sociedad; con la idea de alcanzar un mundo más justo, solidario, equitativo,
hermanado, consciente de su historia y del medio ambiente en que vivimos y
debemos proteger. La tarea es urgente para estar en consonancia con una
verdadera transformación nacional.
Diciembre de 2019.
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