El pasado 3 y 4 de octubre
se llevó a cabo el Segundo Encuentro De Investigación Y Crítica De La
Arquitectura Reciente En México, en las instalaciones de CyAD, UAM-X. En
este encuentro, se dieron cita diversos investigadores del interior del país,
que, de la mano con los docentes de la UAM-X, entablaron un diálogo respecto de
los hechos urbano-arquitectónicos más trascendentales que toman lugar en
diferentes regiones de México. Citando 3 casos representativos de los expuestos
a lo largo del encuentro, hablaré sobre las ponencias de Aurora García
(Ensenada), Andrea Argüello (Chiapas) y Manuel I. Ruz (Acapulco).
Sobre lo último, algo
parecido acontece en Chiapas, donde a través de la revitalización del espacio
público y la realización de proyectos de vivienda mediante tecnologías
constructivas locales y gestos formales de la arquitectura vernácula, se ha
hecho un importante esfuerzo por rescatar poblaciones sub habitadas, así como
dotar de tipologías de vivienda que sean económicas e idóneas para el sector
poblacional más desfavorecido. De nuevo, con gran atribución del sector
académico, a través de docentes y estudiantes.
En cuanto al caso
Acapulco, Manuel I. Ruz hizo uso de un concepto atribuido a Rem Koolhas -la
ciudad genérica, empleado para explicar el fenómeno del desarrollo y
crecimiento de las ciudades, soslayando el contexto y el pasado histórico como
principal discurso ideológico- para ejemplificar el gran desarrollo
urbano por el que atraviesa la ciudad, y en particular la llamada zona
Diamante. Llama la atención, la decisión por parte del gobierno de ubicar una
de sus sedes (el Centro de atención ciudadana del Estado de Guerrero, de TEN
arquitectos), en una de las avenidas comerciales más transitadas de la ciudad,
dejando entrever una lectura de cambio de centralidad por parte del poder
político, donde se ha dejado de lado el centro histórico y cívico, para
enclavarse en el corazón del pujante sector económico.
Si se toma en cuenta la
formación de los estudiantes de arquitectura en las universidades públicas -en
donde mayoritariamente se ha hecho un esfuerzo por instruir sobre el peso de
ciertas decisiones en la dimensión social, económica y urbana- bien podría
hacerse un cuestionamiento sobre la evidente ausencia de dicho discurso (como
en el caso de Acapulco), lo que es evidente en la imagen urbana (lo perceptible
a simple vista), escalando consecuentemente a problemáticas ambientales,
sociales y de infraestructura.
Es deducible que, donde
haya un gran impulso de inversión privada, atribuido y encausado hacia el
potencial turístico, difícilmente se pedirá la opinión de urbanistas y
arquitectos con vocación social o enfoque multidisciplinario. Por lo general,
los arquitectos que toman parte en grandes proyectos solo deberían de
preocuparse en concretar la labor explícitamente encomendada, así como de
entregarla en tiempo. Otra cosa son los elementos y recursos técnicos y
formales con los que hábilmente / o no, se lleve a cabo el proyecto.
Curiosamente, este último factor es el que más se critica, atribuyéndoles a los
arquitectos los problemas que trascienden desde la exclusión, la imposición de
fronteras sociales, la infraestructura ineficiente, y un largo etc.
Sin dejar de atesorar esos
valores estéticos (que son y siempre serán parte sustancial en la creación de
nuestra cultura construida), en un ejercicio de no quedarnos atascados
teóricamente con una abstracción de los valores constructivos del siglo I a.C.[1] bien se podría hacer
el esfuerzo por dotar de una visión crítica a los que se formen en arquitectura
y carreras afines a la construcción y gestión de las ciudades, desde un enfoque
menos cuantitativo de lo que significa desarrollo, y en la búsqueda de no
limitar la vocación como soporte técnico, formado para cumplir con elocuentes
encomiendas. Así quizás, se suscite de forma más recurrente, el que los
arquitectos que lleguen a estar detrás de grandes proyectos logren plasmar la
visión académica resultante de los preciados diálogos e intercambios como el
que se ha llevado a cabo en el encuentro que aquí se ha reseñado de manera muy
breve.
[1] Hay buena cantidad
de arquitectos que aún hacen alusión al aporte de Vitrubio en su venustas – firmitas – utilitas para
acreditar la solución formal de su proyecto.
Octubre de 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario