Mi proceso de colocación del
servicio fue como cualquier otro; busqué opciones, asistí a entrevistas, y fue
en una de ellas que escuche; “los errores en el gobierno se pagan baratos o
caros de acuerdo constancias y las críticas siempre se hacen presentes por
medio de periódicos y del público en general, si decides seguir en este medio
tendrás que acostumbrarte”, entendía lo que decía, yo era uno de los muchos que
ejercen esas críticas, pero esta vez estaría del otro lado.
Finalmente, después de todo
el proceso decidí entrar a la Agencia de Gestión Urbana (AGU) de la Ciudad de
México, para mi suerte dentro de ella tuve la oportunidad de trabajar de cerca
en la realización de un proyecto urbano desde sus orígenes; lo dibuje y ayude
en su realización. El “Circuito cultural del centro histórico de la delegación
Cuauhtémoc” era una propuesta ambiciosa de convertir las calles inmediatas al
Museo Templo Mayor en peatonales, con el fin de hacer un recorrido para la conexión
de todos los museos ubicados en la zona. La pieza angular del proyecto era
abrir al público la esquina Licenciado Primo de Verdad y Republica de
Guatemala, espacio cerrado por el Museo Templo Mayor como zona de resguardo
para la zona arqueológica desde hace 40 años; al liberar parte de esta esquina,
se conseguiría reconectar las calles y así lograr el objetivo de la propuesta.
Con esta experiencia, puedo
describir el origen y la construcción de un proyecto de obra pública en tres
palabras; “trabajo en equipo”; en algunos momentos muy edificante y en otros
desgastante, dependiendo de las personas con las que trabajara. La ubicación y
complejidad del proyecto, así como las personas involucradas volvieron este
proceso tortuoso, desde las juntas para determinar aspectos importantes del mismo,
que regularmente terminaban en discusiones retoricas sin llegar a acuerdos,
cuestionándome si se trataba de una lucha por la razón o una simple lucha de
poder que mostraba cada institución. La autonomía que tenía cada uno de ellas
las hacia iguales, como debe funcionar un equipo, pero no había un liderazgo;
nadie regía a nadie, surgiendo la pregunta ¿Cómo trabajar sin ninguna guía?
Esto mostraba la importancia de construcción de diálogos y argumentos sólidos,
sin embargo reconozco que llegar acuerdos es difícil, por no decir imposible.
Al día de hoy, con base en
esta experiencia y siempre manteniendo la objetividad, debo decir que el sector
público es algo complejo y vas más allá de los rumores. Los proyectos criticados
regularmente son producto de los múltiples acuerdos que se generan entre
ciudadanos e instancias gubernamentales, es decir; de un fenómeno holístico de
funciones en la estructura gubernamental, donde no hay fronteras nítidas entre
las facultades de cada uno de los órganos e instituciones en el ámbito urbano,
y la autonomía de ellas, que a veces causa más problemas que soluciones.
Por otro lado, también es
necesario ser críticos con nosotros, desde el 1 de julio en México del año
pasado se pintan nuevos aires en México, una nueva administración que ofertará
otras soluciones, eficaces o no, eso el tiempo no los dirá, pero existe un
interés por cambar y mejorar las situación en la cual nos encontramos. No todo
dependerá del ejecutivo, sino también de nosotros mismos como ciudadanos,
porque, a unos cuantos meses de haber concluido la obra, el mobiliario urbano propuesto
ha sido desplazado para el estacionamiento de automóviles… dejando claro que
todos tenemos que hacer nuestra parte, empezado por respetar el interés común,
más allá del individual.
Julio de 2019.
Julio de 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario