Arquitectura Olímpica MX68, 50 Años. Por Diego A. Coutiño Ocampo


Como parte de la celebración del quincuagésimo aniversario de la justa olímpica realizada en nuestro país, el Museo Nacional de Arquitectura, presentó recientemente la exposición “Arquitectura Olímpica MX68, 50 Aniversario”; una muestra que integra videos con cortometrajes de la inauguración, desarrollo y clausura de los juegos, planos, maquetas, gráficas e imágenes históricas sobre los procesos constructivos de los diversos espacios deportivos edificados para dicho evento.

Para dirigir y coordinar el proyecto monumental que representaba la realización de los XIX Juegos Olímpicos en la Ciudad de México, se eligió al prolífico arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, un profesional que contaba con un amplio bagaje cultural sobre nuestro país, una capacidad asombrosa de organización y planeación gran escala, y sobre todo, un gran sentido del diseño. Tomando como antecedente el profundo conocimiento de la cultura mexicana, Ramírez Vázquez no cedió al clásico capricho a favor de lo extranjero, sino que centro su labor en mostrar al mundo lo mejor de nuestra riqueza cultural, desde sus orígenes hasta nuestros días. Sin embargo, no fue una tarea sencilla y para lograr tal hazaña, conformó un equipo  con los mejores arquitectos de la época, entre los que destacan Vladimir Kaspé, Juan José Díaz Infante, Carlos González Lobo, Francisco Serrano, Alberto González Pozo, Augusto Pérez Palacios y Félix Candela, entre otros.  

El diseño de las instalaciones deportivas edificadas, tales como la Alberca Olímpica “Francisco Márquez”, el Gimnasio Olímpico “Juan de la Barrera”, el emblemático Palacio de los Deportes; así como las intervenciones realizadas a las explanadas y vestidores del Estadio Olímpico Universitario proyectado por Augusto Pérez Palacios y construido en los años 50´s, representan un icono de la transformación cultural de una generación de arquitectos, constructores y diseñadores que lograron plasmar el sentimiento de toda una época. Lo mismo sucedió en materia de urbanismo con la notable propuesta de la Ruta de la Amistad con sus 19 esculturas monumentales sobre el Anillo Periférico; y que hoy en día, forman parte del legado artístico internacional; que afortunadamente, aunque con algunos cambios, puede visualizarse en el panorama actual de la Ciudad de México.

Sin duda alguna los años 60’s representaron a nivel mundial, una época marcada por movimientos sociales y avances tecnológicos, donde los ideales de libertad y la lucha hacia una vida moderna acompañaron las expresiones del arte y la cultura, desde la música y la literatura hasta el cine y la fotografía, dando origen a los símbolos de toda una generación. En nuestro país, no fue la excepción y la celebración de los Juegos Olímpicos, que por primera vez llegaban a Latinoamérica, fue el mejor escaparate para mostrar los rostros de una ciudad diversa y cosmopolita, que abría las puertas al futuro sin olvidar el esplendor de su pasado. Bajo ese precepto, la arquitectura desempeño un papel muy importante, utilizando técnicas, formas y materiales innovadores para dotar a la capital de espacios funcionales y eficientes, pero también atractivos y perdurables, destinados a convertirse en referencias urbanas.

Es evidente que los ideales y expresiones artísticas que se tenían hace 50 años, no son los mismos que ahora tenemos. Sin embargo, esos ideales permanecen de alguna manera a través del tiempo y se siguen viendo reflejados en esas imponentes construcciones, que hasta el día de hoy continúan en funcionamiento. Cinco décadas después, podemos observar, apreciar, reconocer, y al mismo tiempo, darles un valor más significativo a cada uno de esos edificios; al renovar nuestra mirada sobre lo que implicó para México la contienda deportiva y su vinculación con la arquitectura y la cultura. En ese sentido, la exposición “Arquitectura Olímpica MX68 50 años”, resultó muy oportuna para las nuevas generaciones que no vivieron de cerca el evento deportivo; pero que ahora podrán ver con otra mirada esos edificios emblemáticos de nuestra ciudad.

Enero de 2019.


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