Zaha Hadid, una visión privilegiada de los espacios. Por Luis Antonio García


La exposición que se encuentra en el MUAC, Diseño como segunda naturaleza… es la primera muestra en Latinoamérica sobre los proyectos de la arquitecta Zaha Hadid. Con maquetas, materiales audiovisuales, pinturas y fotografías, se aborda el proceso creativo de su práctica, y evidencia la importancia y complejidad del diseño como eje articulador de formas y procesos constructivos en su obra. Arquitectura, paisaje y geología, han sido las bases de su trabajo, siempre con un personalísimo enfoque en el que el empleo de las nuevas tecnologías en muchos de sus proyectos ha derivado en inesperadas y dinámicas formas arquitectónicas. "Los edificios deben implicar, integrar y adaptar procesos complejos, de modo que asimilen los aspectos de trabajo, educación, ocio, habitabilidad y transporte", dice la arquitecta.

Dada las condiciones de vida de Zaha Hadid, el entorno principal de sus diseños, el capital con que se contó para la realización de sus proyectos, y sobre todo, tomando en cuenta que el principal eje conductor o alma de sus obras se encuentra en las formas orgánicas y por ende en los materiales. Se puede plantear la pregunta: ¿puede la arquitectura de Zaha Hadid contribuir directamente a los diseños de vivienda, urbanización y mobiliario en países subdesarrollados?, ¿en específico de México?

En sus primeros trabajos, Zaha Hadid visualizó sus proyectos a través de pinturas de apariencia modernista abstracta. Ella manifestaba que “hay 360 grados, así que ¿por qué quedarse con uno?”. Dentro de la sala de exposición se puede percibir la esencia del diseño orgánico, tanto en algunas de las estructuras de la sala como en los recorridos. Se muestra en un inicio una introducción a su pensamiento de diseño, así como la base fundamental de su pensamiento. Existen también prototipos y bocetos de proyectos que no se llegaron a realizar.

La exposición incluye algunas de las primeras pinturas de Hadid, como Malevich’s Tektonik (1976-1977), las cuales, además de evidenciar la influencia del constructivismo y el suprematismo rusos en su plástica, se presentan como herramienta de exploración para el diseño arquitectónico y como entes autónomos. Hay también piezas de diferentes disciplinas: objetos y prendas ejemplos de su voluntad por difuminar fronteras en su práctica.
La exposición incluye algunas de las primeras pinturas de Hadid, como Malevich’s Tektonik (1976-1977), las cuales, además de evidenciar la influencia del constructivismo y el suprematismo rusos en su plástica, se presentan como herramienta de exploración para el diseño arquitectónico y como entes autónomos. Hay también piezas de diferentes disciplinas: objetos y prendas ejemplos de su voluntad por difuminar fronteras en su práctica.

Para Zaha Hadid Architects (ZHA), el diseño debe ser, más allá de su función práctica, un proceso de innovación de materiales y estructuras. El estudio ha concebido el parametricismo, una herramienta digital inspirada en la simulación científica y la animación fílmica, con la que busca incrementar las capacidades creativas y las posibilidades de la lógica del diseño, y hacerlo expresivo e imaginativo, evocador del dinamismo de la vida urbana contemporánea. Además, hay una sección dedicada a los proyectos arquitectónicos que el estudio desarrolló para Latinoamérica, como la propuesta para el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, en colaboración con el estudio de Francisco Serrano, o el centro JVC en Guadalajara.

En su afán de experimentación, el laboratorio ZHCode Research ha realizado investigaciones sobre membranas y estudios de curvas y conchas, también incluidos en esta muestra. En paralelo, el patio del MUAC alberga una pieza hecha ex profeso por este laboratorio en colaboración con Block Research Group, ETH Zurich (BRG)  y Architecture Extrapolated (R-Ex). El museo  también alberga una estructura experimental que rinde homenaje al arquitecto e ingeniero mexicano Félix Candela. En la cual muestran algunas similitudes en cuanto al uso de formas orgánicas y una breve explicación del proceso constructivo que el arquitecto utilizo en algunas de sus construcciones, destacando principalmente el restaurante Los Manantiales ubicado en medio de los canales de Xochimilco.

Las obras de ZHA están pensadas dentro de un diseño urbano complejo, en su mayoría en países desarrollados, salvo algunos de los proyectos realizados en América Latina. El diseño bioclimático natural queda descartado en la mayoría de sus obras, ya que los mismos materiales y tecnologías nuevas permiten que los interiores de los edificios gocen de una temperatura y luz adecuadas.
Más allá de las diferentes tipologías de edificios, la exposición pretende mostrar las sinergias de trabajo de ZHA, sus propuestas para habitar un mundo común y el vínculo de la naturaleza con los procesos creativos que configuran un diseño orgánico para el futuro. Creo que si algo puede aportar la arquitectura de ZHA a la arquitectura Mexicana y de América Latina, es el privilegio sobre todo del espacio. Aunque podemos utilizar otros sistemas constructivos y diseños más económicos, su legado de espacio es la mejor premisa de diseño que podemos destacar de su trabajo.

Enero de 2019.



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