“La
arquitectura está presente en todos los ámbitos en los que habita el ser
humano”
Josep Maria Montaner
El pasado
20 de abril del presente año se celebró en la biblioteca de la Facultad de
Arquitectura de la UNAM, en el ciclo de pláticas denominado “Hablemos de
Libros” la presentación del arquitecto catalán
Josep María Montaner. El objetivo principal de dicho ciclo planteaba dos
grandes preguntas, que surgen precisamente de la actividad del arquitecto: ¿por
qué un arquitecto escribe? y ¿escribir de arquitectura es hacer arquitectura?
Uno
de los presentadores de este arquitecto y escritor fue el Dr. Juan Ignacio del Cueto, quien en
su intervención expresó su personal admiración hacia su mentor y amigo, ya que
fue quien le dirigió en algún momento su tesis doctoral en Barcelona. Agregaría
también entre otras cuestiones, el hecho de que el maestro Montaner ha sido un
escritor fértil al publicar numerosos libros a lo largo de 30 años, y al mismo
tiempo un crítico destacado de la arquitectura contemporánea. Durante la plática,
Montaner expresó que un arquitecto al escribir requiere de una metodología en
la que la investigación es un requisito indispensable, donde diversas
disciplinas sociales le dan las herramientas necesarias para ir delimitando el
objeto de estudio. De igual forma, el arquitecto ante todo debe apoyarse de la
filosofía ya que es un instrumento necesario para conocer si la investigación
que se realiza al escribir, cubre aquello que es necesario para lograr un
objetivo claro y preciso: la función social de la arquitectura. Disciplinas
como la historia, la antropología y la sociología entre otras, son necesarias para poder
escribir en torno a la arquitectura, pero la filosofía otorga los elementos
necesarios para que el arquitecto convertido en escritor pueda expresarse de
manera clara y precisa.
La
investigación implica un compromiso, una entrega, es la búsqueda de aquello que
en principio se ha establecido como objeto de estudio, pero que conforme la
investigación avanza, puede ir modificando sus alcances, delimitándolos e
incluso incrementándolos. Esto redunda en un gran esfuerzo intelectual que
enriquece desde luego tanto al que realiza el estudio, como el objeto
estudiado. Para este arquitecto escribir es un proceso articulado, es comunicar,
es lograr que el que lee vaya paulatinamente descubriendo diversas maneras de
observar y analizar un fenómeno.
El arquitecto
Montaner también manifiesto ser crítico al escribir, porque pretende con ello
establecer que la arquitectura este siempre en función de la sociedad y del
individuo, pero no como un ente particular sino como una parte de un todo. Agregó
que su interés se ubica en la arquitectura moderna y contemporánea más que en
otras épocas, por la complejidad del momento actual, con todas y cada una de
las limitaciones y problemáticas geopolíticas que prevalecen alrededor del
mundo.
El
escribir sobre arquitectura es hacer arquitectura, ya que al ser crítico
permite que la arquitectura no pierda la función social para la que se debe.
Durante la ronda de preguntas le cuestionaron su posición respecto a los museos
contemporáneos, uno de sus grandes objetos de estudio, respondiendo que deben realizarse
en torno al visitante, donde pueda contemplar las obras en un ambiente que le
genere comodidad e interés. Escribir sobre la arquitectura de épocas remotas o
recientes debe informar, pero al final consideró como fundamental, que la Historia
sea un arma para explicar el presente y nada más. La Historia es una más de las
herramientas que el arquitecto tiene para entender la función social de la obra
a realizar, para identificar las necesidades de la sociedad requiere. El arquitecto
debe tener una gran cultura, conocimientos técnicos, y también ser crítico, como
bases obligadas para cumplir con el papel que le toca desempeñar.
Al
final, ante una concurrencia masiva apiñada en la biblioteca de la facultad, el
crítico catalán comentó su experiencia como concejal urbanístico en la Alcaldía
de Barcelona, una labor política como arquitecto que con todo y sus retos
decidió asumir. Las actuales problemáticas geopolíticas del mundo moderno
exigen que el arquitecto se redefina de tal modo que pueda adecuarse a los
nuevos modelos de auto-organización y autogestión de la sociedad, y donde la
oportunidad de tener un puesto de decisión política, pueda contribuir a
construir ciudades más justas.
El
valor que tiene la crítica al estar conectada con la arquitectura nos hace
percibir si la sociedad ha adaptado los proyectos a su vida y no al revés, como
lo habla Montaner, puesto que la arquitectura debe estar preparada para los
cambios que pasan día con día. Podemos entender que no estamos alejados de
tener errores que suceden en ciudades del otro lado del mundo y que esos
conocimientos pueden legar a nosotros a través de los científicos, críticos y
compañeros que durante los comentarios y anécdotas que realizan conocemos la historia
de vivir la arquitectura.
Queda
de la plática y de los comentarios que realizaron durante ella los asistentes,
la idea de que como estudiantes, cualquiera que fuese la carrera en que estemos,
tener la inquietud por conocer y trabajar en distintos sectores, y la importancia
que tienen los libros en la vida de la gente, como vehículo para conocer
situaciones paralelas en otros países. La crítica arquitectónica, cuya
importancia es generar ideas que nos ayuden a entender más sobre una obra,
mostrarnos aciertos y errores y así,
mejorar como profesionistas. Un evento como “Hablemos de libros” con
Montaner como su ponente estrella, plantea la idea de ser multidisciplinarios,
que sólo con la experiencia podremos pulirnos como profesionistas y qué en
nuestro caso, los que nos hemos formado a partir del sistema modular en la UAM
Xochimilco, debemos apoyarnos en las distintas ramas de conocimiento, para
poder realizar proyectos socialmente relevantes, y que, como afirmo Montaner,
aquella persona que se limite a su disciplina, no es de confianza por el simple
hecho de no conocer lo que sucede fuera de ella.
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