Dron. La fotografía aérea en arquitectura. Por Fernando Minaya Hernández

En la arquitectura y el urbanismo se han visto en los últimos años el desarrollo de tecnologías para el proceso del proyecto, que con anterioridad eran muy costosas. Una de ellas se relaciona con el uso de drones, esencialmente en los ámbitos de la fotografía. Hoy en día se ha popularizado por despachos el uso de esta aeronave no tripulada, principalmente para la toma de fotografías desde el aire, brindando así una nueva visión del proyecto y la realidad construida en la arquitectura y la ciudad. Fotografías ortogonales, panorámicas, oblicuas, vistas de planta de conjunto, entre otras, son las posibilidades que se pueden desarrollar y aplicar en las disciplinas del diseño, sumado a ello secuencias de video con calidades y características que alcanzan, y en algunos casos, superan a cualquier cámara de mano de uso comercial ya sea de video o fotográfica.

El conocimiento en tiempo real, que guarda la ciudad y la arquitectura destacan a estas tecnologías, que hasta hace poco la renta de una aeronave para la toma de fotografías, los costos eran realmente elevados e inaccesibles para la mayoría. Con una inversión actual mínima para un equipo básico puede rondar los 10 mil pesos, se podrá conseguir una buena calidad, con un dron de características aceptables para poder operarlo con facilidad y con pocos conocimientos sobre el vuelo y tomas fotográficas. Existe otro rango de precios que van de los 20 a 40 mil pesos, en donde podemos encontrar modelos que nos ofrecen características semi-profesionales con calidad fotográfica hasta con 4K. Existe una gama alta dentro de estos artefactos que superan los 70 mil pesos hasta los umbrales de los 150 mil pesos, los cuales permiten obtener videos y fotografía con calidad cinematográfica, además de funciones excepcionales para este tipo de trabajos.

Para un estudiante promedio de arquitectura puede ser todavía un objeto de alto costo pero no así como herramienta en la enseñanza de la arquitectura desde el proyecto en el aula; el análisis de la historia, la contemporaneidad de la arquitectura y la ciudad; en la construcción con la inspección y supervisión de edificios; en estructuras, el diagnóstico y reconocimiento de las mismas para evaluaciones, en lugares que son, en los general, inaccesibles como puentes, edificios de gran altura y escala, entre otros; la topografía realizada desde estudios fotogramétricos y muchas otras aplicaciones solo por hablar del ámbito arquitectónico y urbanístico. Es importante destacar el sismo del pasado 19 de septiembre, en el cual muchas estructuras resultaron dañadas o colapsadas, y por tanto la toma fotográfica para documentar los hechos, es una herramienta importante para la conservación de inmuebles con valor histórico y artístico, así como en los análisis estructurales de todo aquello, que posteriormente pueda servir para estar mejor protegidos y reduzca la pérdida de vidas ante tales embates naturales.

Finalmente, no son las tecnologías más económicas y mucho menos accesibles dentro del entorno de nuestra realidad, pero seguramente sus costos, por mucho, son inferiores a las aeronaves tripuladas del siglo XX. Arquitectos, como Norman Foster, desarrollan recorridos de sus edificios emblemáticos con drones, los cuales se pueden visualizar en You Tube, entre otros profesionales los emplean para el análisis urbano. El uso de drones implica atender la normatividad que Aeronáutica Civil impone para su adecuado funcionamiento, que en lo general está en el umbral del uso responsable de la unidad, así como su operación dentro del espacio aéreo en México. Cada país tiene sus propias normativas, por ello habrá que atenderlas antes, si desea salir más allá de nuestras fronteras y utilizar su dron para capturar magníficos lugares desde otros ángulos.

Noviembre, 2017




Urbanización periférica. Valle de Bravo. Fuente: Fernando Minaya

Sección del lago del Bosque de Aragón. Fuente: Fernando Minaya

No hay comentarios:

Publicar un comentario