Que una revista de
arquitectura logre mantenerse por 20 años es un logro significativo, y más en
estos tiempos donde las plataformas digitales parecen ganar la batalla sobre
las impresas. Sin embargo, Arquine lo ha conseguido y lo festeja con su número
80, y una periodicidad trimestral ininterrumpida, que la ha convertido en la
mejor revista de su especialidad en México, según mi perspectiva. Fundada por
Miquel Adrià, arquitecto catalán que llegó al país a mediados de los años
noventa, y después de coeditar con Enrique Norten y Alberto Kalach los últimos
números de la revista “A”, crea Arquine en 1997. Medio independiente a
cualquier institución académica o gremial, nace con un perfil comercial que ha
logrado ganar patrocinadores y por lo tanto, garantizar su permanencia.
Desde sus inicios, el
cuidado editorial ha sido notable por lo que su diseño denota calidad y
equilibrio. Sus secciones, que poco han variado sus nombres; Actualidad
(noticias, reseñas, críticas), Arquitectura (obras nacionales e internacionales
con una breve descripción, planos e imágenes), Análisis (diversos textos
teóricos) y Escuela (proyectos de estudiantes o de los concursos convocados por
la revista). Cada número tiene una temática, acompañada por una editorial del
director y entre la publicidad se anuncian muchos de los productos de Arquine.
Precisamente en ese sentido, el proyecto de publicación periódica que llega a
80 números en este verano, ha crecido de manera meteórica para convertirse en
toda una empresa editorial, con más de 130 libros aparecidos hasta la fecha y
muchos por venir. De un congreso anual, que invitaba a grandes arquitectos
internacionales y locales, a un verdadero festival, Mextropoli, que convoca a
miles de asistentes de todo el país, y que ha ganado espacios y foros en la
ciudad, con apoyos significativos de la iniciativa privada y autoridades de
Gobierno local y federal. La expansión por supuesto también incluye las redes,
un programa en Radio Arquitectura y la producción con Canal 22 de una serie
sobre arquitectos mexicanos. Y por si fuera poco, Arquine en sociedad con la
Universidad Politécnica de Cataluña ofrece un posgrado en Espacios Efímeros.
La cobertura de esta empresa
de difusión de la arquitectura, tiene presencia latinoamericana, en España y
algunas zonas de Estados Unidos, con premios en las bienales de arquitectura y
referente de lo producido en nuestro país. Tal capacidad de proyección y
crecimiento son innegables. Sin embargo, esa presencia, apabullante hay que
reconocer, parecería borrar otras voces, igual de autorizadas para ubicar y
analizar la arquitectura mexicana contemporánea. Arquine por ser tan visible y
estar en todos lados acapara opiniones, entrevistas y consultas sobre la ciudad
y su arquitectura. No negamos que se han ganado esa voz, son un referente
importante, pero no el único. Hacen su trabajo y lo hacen bien, para tener más
y más espacios, lo que debe hacernos reflexionar que tanto hacemos el resto
para también hacernos visibles. En el mundo académico de la arquitectura,
sobran investigadores con capacidad plena para hablar de arquitectura, lo hacen
en sus seminarios y revistas científicas, y no pocos desdeñan abrirse a foros
de difusión y reflexión de mayor alcance, esa es su limitante. Los académicos,
pero también otros profesionales del diseño, más allá del grupo Arquine,
tendríamos que abrir espacios y foros, alternos al de ese medio dominante,
mucho tenemos que decir.
Una última reflexión, como
todo medio de comunicación, se reserva sus criterios editoriales con todo
derecho. Sin embargo, Arquine no deja de mostrar una línea de arquitectura
relacionada con las tendencias internacionales, y deja fuera a despachos y autores,
como algunos de Oaxaca con obra significativa y relevante, y otros
protagonistas de la arquitectura mexicana de las últimas décadas, como Sánchez
Arquitectos. Y otra carencia, que a pesar de tener colaboradores de capacidad
reflexiva, la crítica de arquitectura apenas se ve en textos breves, y no en
las obras que engalanan sus números, problema no sólo de Arquine, sino de casi
todas las revistas de arquitectura.
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