INDIGNACIÓN. Por Rodolfo Santa María González

Indignación es lo que nos produce la exposición en el MUAC, de la UNAM!!!!!!!!, del diamante  realizado por Jill Magid con cenizas de Luis Barragán y montado en un anillo.

Un acto innoble, que ha causado el enojo y las protestas de muchos arquitectos, artistas, intelectuales y admiradores de Luis Barragán. Las “razones” de la artista se han difundido ampliamente y no pienso repetirlas, porque me parecen tramposas, banales y cursis. Ocultan un proyecto de lucimiento personal, que lamentablemente ha llevado a Jill Magid a las primeras planas, tanto por quienes la apoyan, como por quienes han criticado fuertemente la iniciativa.

Es indignante también saber que entre quienes han suscrito este proyecto, aparecen nombres de familiares de Barragán, de arquitectos jaliscienses, del curador del MUAC, y en consecuencia, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Luis Barragán es uno de los arquitectos más importantes de la historia reciente de nuestro país y su obra es admirada y reconocida en todo el mundo y es por demás injusto e indignante el trato que se le está dando en nuestro país.

Como integrante de una institución pública que se dedica a formar futuros arquitectos, me siento obligado a hacer pública mi indignación y mi protesta ante un acto que da un mensaje equivocado a nuestros estudiantes y al mundo de la arquitectura.

Abril de 2017


Fuente de imagen: http://www.arquimagazine.com/5469/luis-barragan/

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