“El
dibujo, a pesar de la ventaja que significa su disponibilidad inmediata y su
rápida respuesta a la espontaneidad de las ideas súbitas, representa el espacio
arquitectónico de una manera ‘abstracta’ que a menudo es difícil de percibir.
Por el contrario, la maqueta, y sobre todo la maqueta conceptual, es la
traducción inmediata de nuestras ideas sobre el espacio a una realidad concreta
mediante elementos tectónicos.”[1]
Si
alguien se puede atribuir edificios icónicos en México es Teodoro González de
León (TGL). Con cerca de 70 años de experiencia profesional TGL ha edificado
gran cantidad de proyectos en el territorio nacional así como en distintos
países del extranjero, siendo la Ciudad de México donde se encuentran sus
proyectos más significativos. Con el paso del tiempo varias de sus construcciones
se han convertido en referentes de la ciudad; Reforma 222, el conjunto Arcos
Bosques, la remodelación del Auditorio Nacional, entre muchos otros. Juegos volumétricos,
exploraciones plásticas y concreto martelinado son el sello del prolífico autor,
quien tal vez sea hoy en día el único arquitecto mexicano activo, de la segunda
mitad del siglo XX a la fecha.
Como
parte del festival de arquitectura y urbanismo Mextrópoli 2016, organizado
anualmente por Arquine, se rinde homenaje a este icónico arquitecto, con la
muestra de 55 maquetas de distintos proyectos desarrollados por su oficina a lo
largo de toda su carrera. En el material expuesto encontramos modelos de
proyectos edificados, pero también, de otros que se quedaron en el papel, o en
este caso, en maqueta. Acompañando a la muestra se encuentra una selección de
textos sobre la obra del arquitecto así como algunos de sus escritos. Como
parte de la curaduría y museografía, que estuvo a cargo de TGL y Miquel Adrià,
se realizó una instalación a base de perfiles tubulares y tensores diseñada por
el propio arquitecto.
Es
difícil imaginarse al arquitecto González de León trabajando con madera, trovicel,
acrílicos, pegamentos, pinturas, exactos y demás herramientas necesarias para
la elaboración de maquetas. Durante una entrevista[2] realizada por ArchDaily a
TGL, mencionaba: “No tengo tiempo… yo
ahorita compro tiempo”. En la misma entrevista destaca su decantación por
los libros y los viajes y llama la atención, que no menciona la realización de
maquetas de presentación, como una práctica común en su despacho. Cualquier
persona que en algún momento haya tenido que realizar una maqueta, sea de
presentación o como parte del proceso de diseño, sabe lo complejo que resulta su
elaboración. Elegir el material, la forma de representación, cortes exactos,
cortadas en las manos, cuidar no ensuciar el material, las dimensiones y la
rigidez del bastidor, entre otras cosas, son parte del ritual para su
realización.
Si
bien Teodoro no realizo con sus manos todas y cada una de las maquetas
expuestas, si lo hicieron así los maquetistas de su equipo de trabajo, los
nombres se encuentran a la entrada de la exposición justo atrás del cartel de
la exposición. Durante la inauguración el propio TGL comento: “…de repente en el fondo de mi cerebro
surge una imagen tridimensional que pesco de inmediato y hago una pequeña nota.
Es importantísimo tratar esa imagen, no dejar que se borre, hacer una maqueta
chica, en cartón, con las manos. Comenzar a jugar su tridimensionalidad y ver
si respondió a todas las pruebas, cualquier cosa que falle, otra vez, otra
maqueta sobre la misma. Así empieza un proceso de creaciones de prueba y error,
largo, penoso, hasta que se logra una maqueta que cumple con todo”.
Posteriormente menciono: “No sé si la
imaginación que he mencionado es un dote, pero sí sé que hay que seguirla
educando. La imaginación tridimensional es lo que más debemos cuidar para un
arquitecto”.[3]
Me
parece que todos los arquitectos aceptarían que la realización de maquetas
durante el proceso de diseño, optimiza los resultados finales, porque nos permiten
entender a la arquitectura en tres dimensiones, explorar la volumetría, la
composición y la plástica de una edificación antes de ser construida. De la
misma manera, una maqueta para presentación es una herramienta bastante útil a
la hora de exponer y explicar un proyecto al cliente. En la actualidad, el
abuso de los recursos tecnológicos está logrando que los Render’s, o imágenes
fotorrealistas, sustituyan a la elaboración de maquetas. Muchos alumnos, me
incluyo, caemos en la “pornográfica” tentación de pasar horas frente al
ordenador modelando y retocando imágenes que, a pesar de su gran realismo, no
dejan de ser imágenes bidimensionales que nunca sustituirán a la materialidad
de los objetos en sus tres dimensiones.
Al
final, la exposición de estas maquetas de proyectos emblemáticos del arquitecto
Teodoro González, nos permite, tanto ver de otra manera la obra de su creador,
como asimilar la importancia de ese recurso de prefiguración, para el
desarrollo de un proyecto, sin dejar de lado, que quedan como referencia única
en los casos de proyectos no realizados. La exposición se presenta en el Museo
de la Ciudad de México hasta el 3 de julio, los días miércoles la entrada es
gratuita.
[1] Wolfgang
Knoll, M. H. (1992). Maquetas de arquitectura, técnicas y construcción.
Barcelona: G. Gili.
[2] Entrevista disponible en: https://vimeo.com/64095438.
[3] http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/03/06/inauguran-la-muestra-teodoro-gonzalez-de-leon-en-el-mcm-1033.html
Fotografía tomada del FB del Museo de la Ciudad de México. |
Mayo de 2016
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