En
años recientes, la construcción de autopistas urbanas dentro y en los
alrededores al Distrito Federal ha permitido una mejoría en la movilidad de los
habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México, pero ello ha
conllevado costos de uso y de otras opciones de transportes.
En
el D. F. se inauguro, a finales de 2012, el primer tramo de la Autopista Urbana
Norte que va desde Cuatro Caminos hasta San Antonio, el cual se complementa con
el tramo, construido años atrás, en el Estado de México, Cuatro Caminos hasta
la autopista México-Querétaro. A partir de estas obras se han erigido más
autopistas urbanas en tiempo record, ya que son financiadas desde su diseño
hasta la operación por títulos de concesión a empresas privadas; en este
sentido, el peaje es uno de los principales objetos de crítica para la
movilidad del siglo XXI, además de los problemas de incorporación con las vías
existentes de la ciudad y un aumento en el uso del automóvil.
Autopistas
como Ecatepec-Naucalpan, San
Antonio-Cuemanco, Santa Fe-San Jerónimo son parte de proyectos integrales de
mejora vial en tiempos de recorrido, reducción de contaminantes, ampliación de
la red de transporte, entre otros. Estas obras pretenden liberar zonas de la
ciudad que se encontraban con congestionamientos de transporte de carga y desviar
la circulación vehicular de los centros de ciudad. Estos esfuerzos, en general
poco ayudan a la ciudad en el largo plazo, ya que por un lado el cobro permite
la elección de rutas sin costo, además de la privatización de la vialidad ante
los problemas de deficiencia y ausencia de transportes públicos masivos como
los sería los autobuses articulados, el Metro o nuevos sistemas ferroviarios
para desincentivar el uso del automóvil.
En
los problemas de la ciudad, y en específico de la movilidad, los países de
orientales como Japón o Hong Kong han optado por autopistas con sistemas
paralelos de transporte público masivo, para resolver de una manera más
equitativa para quien tiene auto, y en su caso para los que prefieren los
sistemas ferroviarios de transporte. En cuanto Europa, las soluciones se han
encaminado a reforzar y mejorar las vías de trenes existentes con nuevos
sistemas de alta velocidad para la conexión las zonas conurbadas de sus
metrópolis. Otro fenómeno importante es la imagen urbana de los segundos pisos,
ya que al no existir espacio en la traza, se sobre pone la autopista en trazos
de arterias existentes, creando así problemas de diseño entre los edificios y
las partes bajas de las nuevas vialidades.
Autopista Urbana Sur. Fuente: http://www.obras.df.gob.mx
Si
bien las autopistas urbanas son una opción, esta no debería ser la única, el
planteamiento está condicionado a que fuese un plan integral, que contemple a
todas los estratos sociales y las diversas posibilidades de transporte para una
ciudad con millones de habitantes desplazándose de diferentes formas y en
horarios diversos.
Enero, 2014
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