A
tan solo unos meses de haber concluido la carrera de arquitectura en la
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco; puedo expresar una
visión con respecto al papel que desempeño en el ámbito profesional, así como
las inquietudes y problemáticas con las que a diario debo enfrentarme.
Uno
de los motivos más importantes que me inspiro a estudiar arquitectura, definitivamente fue el hecho de ya laborar en
una pequeña constructora en donde solo tenía oportunidad de cumplir funciones
muy limitadas. En esta retrospectiva reconozco mi afán pleno de lograr en un
principio mi estabilidad laboral, que al mismo tiempo permitiera colocarme en
el área de diseño, y donde existiera la posibilidad de asumir y tomar decisiones. Supongo que cuando no se tiene
ese panorama que solo este tipo de universidad puede abrir, uno queda limitado
a una lógica globalizada de producción y mercado. Afortunadamente la UAM te
recibe con un claro objetivo que fundamenta y da sentido, a esa nueva
oportunidad y responsabilidad que uno adquiere. Me refiero a los alcances del
Plan de Estudios con principios como la
“autonomía”, “casa abierta al tiempo” y más aun en lo particular de los
objetivos generales de la carrera, puntualizando para una singular
interpretación los siguientes; “profesionales”, “diseñadores”, “contexto”,
“necesidades sociales”, “enfoque critico”, “visión”, “soluciones”, “teoría”,
“técnica”, “metodología”, “equipo”, “interdisciplinas”, “lenguaje especifico” y
“servicio a la comunidad”. Pienso que este conjunto de propósitos forman una
guía en la complejidad de la arquitectura como enseñanza.
Honestamente
solo puedo recordar algunos docentes con los que me sentí satisfecho por su
conocimiento transmitido, pero aun más
importante es la trascendencia que lograron fuera de la escuela y que han
quedado como mis referentes a seguir. Me viene a la mente el primer día de
clases con el Maestro Horacio Sánchez, un teórico objetivo, de quien aprendí
las premisas de la arquitectura funcional con un sentido claro y lógico. Del
arquitecto José María Buendía pude ver una cara tan distinta de la
arquitectura, desde una perspectiva poética, de vivencias y hazañas, que me transportaban
inmediatamente en cada clase a sus orígenes culturales. También fue en esa
etapa inicial de mi aprendizaje cuando tuve la oportunidad de ser alumno del
Doctor Alejandro Ochoa Vega, quien cambio por completo un concepto errado de lo
que para mi significaba tomar una clase de historia, creo que hoy en día
despertar el interés en esa práctica es un verdadero reto, ya que solo escuchar
el titulo de la metería me remontaba a una carga con la que había que cumplir.
Posteriormente fue un alivio el saber
que el Dr. Ochoa impartiría el último año de la carrera, apegándose al plan de
estudios y abordando en el último trimestre la critica arquitectónica, algo que
desconocía, y en todo caso tenía un prejuicio por el simple peso de la palabra.
Pero el contenido, el método didáctico con que abordó el modulo, así como por
su experiencia y trayectoria, que no solo queda en el salón de clases, dejó
claro el sentido y la responsabilidad del análisis crítico, que nos corresponde
también a nosotros practicar. Por otra parte profesores como el Maestro Carlos
Mercado y la arquitecta Beatriz García,
develaron en mi la capacidad de valorar nuestros espacios patrimoniales, no
solo con la intención de conservarlos sino también intervenirlos, en coherencia
con nuestro tiempo y contexto.
Considero
que otros aspectos aprendidos en la carrera son también importantes, pero se
quedaron en muchas ocasiones fuera de la realidad concreta; en el mejor de los
casos en los aspectos técnicos, que finalmente solo a través de la experiencia
en el campo, habría que reforzarlos.
Definitivamente
lo que me deja mi paso por la Universidad, son las lecciones de mis buenos
maestros, para que tarde o temprano pueda concretarlas en mi vida profesional,
con una visión integral, de búsqueda social, comprendiendo el contexto y siempre con un enfoque crítico. Sin dejar de
lado, la posibilidad de que en algún momento pueda integrarme a la estructura
docente de mi casa de estudios, en la
cual hoy observo una mala coordinación, un discurso burocrático, contradictorio
y un protagonismo en ocasiones tan presuntuoso, que solo confunde apartando al
alumno y desalentando al egresado.
1.-
Entrega de Diplomas Mtro. Carlos Mercado y Ernesto Hernández.
2.-
Ejecución de obra Promotora Habitacional Milán
3.-
2Do Simposium de Arquitectura Mtro.
Horacio Sánchez.
4.-
Coloquio la casa mexicana IIE.UNAM. Dr. Alejandro Ochoa.
Enero, 2014
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