El diseño gráfico en México antes de llamarse diseño gráfico tuvo una escuela (de acuerdo con Carlos Monsivais) llamada “Universidad Vicente Rojo”. Vicente Rojo Diseño Gráfico, El Colegio Nacional / Universidad de las Américas Puebla / Ediciones Era, Tercera Edición, México D.F. 2007 pág. 9.
Vicente Rojo nacido en Cataluña en 1932 llega a México en 1949 para reunirse con su padre. En enero de 1950 entra a trabajar como asistente de Miguel Prieto en la Oficina de Ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes y tiempo después en México en la Cultura. Prieto, también emigrante de España, pintor y tipógrafo, recibió el encargo de dar personalidad propia a las publicaciones del Departamento de Artes Plásticas del INBA, por parte de Fernando Gamboa, subdirector y jefe del departamento. Sobre estos encargos, Rojo asentó sobre su experiencia con el maestro Miguel Prieto: “Manejaba las letras, los colores, los distintos papeles y las imágenes con gran elegancia y sencillez y sabía darle el mismo valor a cada publicación que diseñaba, lo mismo si se trataba de un importante libro de arte que de un simple boleto de entrada al Palacio de Bellas Artes, es decir, que practicaba una especie de democracia visual.” ibíd. Pág. 30.
¿Qué sería del diseño gráfico en México sin Vicente Rojo?, es más, ¿sin aquellos que vieron la necesidad de una nueva forma de comunicar? A los veintiún años ya era encargado de la Oficina de Ediciones del INBA, y para 1954 se encontraba trabajando en Imprenta Madero, buscando mayores posibilidades expresivas: “utilización -moderna- de grabados, viñetas, marcos, orlas, plecas y otros elementos tipográficos tradicionales, como las manitas indicadoras y los asteriscos, los barridos de color, el recurso de presentar obras de artistas famosos, las fotografías en alto contraste […], así como complicados troqueles o suajes y dobleces de papel…” ibíd. Pág. 46.
Leo en el libro que conseguí en los puestos de libros usados de Balderas:
“Esta edición conmemorativa de La Oveja negra y demás fábulas de Augusto Monterroso se terminó de imprimir el 24 de agosto de 1991 los talleres gráficos de Imprenta Madero y Ediciones Multiarte en la ciudad de México y según el diseño de Vicente Rojo y Rafael López Castro. La composición tipográfica fue realizada en tipos Baskerville de 11 a 40 puntos…” La Oveja Negra y Demás Fábulas, Augusto Monterroso, Primera Edición (Joaquín Mortiz), 1969, Primera Edición (FCE, CNCA) 1991, México D.F. 1991.
Como lector que aprecia una buena lectura y más como diseñador que valora las enseñanzas de aquellos que sentaron las bases de la profesión, tener cualquier objeto diseñado por ellos se vuelve una especie de retribución a su trabajo; se convierte en un punto de referencia, en algún momento de duda al no saber por donde abordar un problema de diseño.
“El pintor tiene -dones-, el diseñador tiene habilidades” dice David Huerta al hablar de Vicente Rojo como poseedor de ambos oficios. Óp. Cit. Pág. 17.
Las referencias de lo que se hizo antes, tal vez con otras tecnologías, pero con gran calidad sirven de alimento a los ojos de aquellos que se dedican a la comunicación gráfica. Vivimos en una época donde podría decirse que ya se ha hecho todo, sin embargo no se trata de inventar nada nuevo, se trata de reinterpretar aquello que ya se hizo y aplicarlo nuevamente a problemas presentes.
Que este texto sirva de invitación para interesarse en la obra de Vicente Rojo, democracia visual, en todo aquello que se diseñe, dándole el mismo valor.
Junio, 2012.
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