Realidad virtual en arquitectura. Por Fernando Minaya

Uno de los principales trabajos que realiza el arquitecto como parte de su disciplina, es la representación grafica de sus proyectos arquitectónicos. Esta práctica es antiquísima, desde aquellas perspectivas bidimensionales realizadas por los egipcios para ejemplificar la idea del espacio hasta las utilizadas en nuestros días como la perspectiva axonométrica. Estos métodos implican un trabajo a mano y habilidad artística con el objetivo de representar en la realidad, a través de un dibujo, el espacio y las formas geométricas.

En los últimos años, con la utilización de programas computacionales podemos crear modelos tridimensionales de propuestas arquitectónicas, entre otros diseños, y que cada vez son más recurrentes y usados en concursos de arquitectura y, sobre todo, en los trabajos académicos en la formación de arquitectos; por ello, es relevante la enseñanza de estas tecnologías en la universidad, esencialmente en la formación de arquitectos y diseñadores.

Las herramientas computacionales para generar modelos virtuales de los proyectos son variadas, desde los programas basados en las plataformas CAD (Computer Aided Desing) y BIM (Building Information Modeling), hasta los más avanzados como Digital Proyect de Gehry Tecnologies, 3D MAX y MAYA, ambos de Autodesk. Estos programas son ayudados en muchas ocasiones por plugins (sub-herramientas que mejoraran la calidad visual de los gráficos 3D) y están dedicados a mejorar radicalmente la luz, la sombra, los materiales, las formas en las superficies, entre otras. Los ejemplos de estas sub-herramientas pueden ser V-ray para Max o RenderMan de Pixar (productora de películas animadas y también de programas para modelado por computadora) para Maya.
De lo anterior surge la necesidad de enseñar y aplicar estas nuevas herramientas (ni tan nuevas pero sí con grandes innovaciones en los últimos años) desde la formación de arquitectos. La educación sobre estos paquetes computacionales debe partir de un enfoque utilitario, ya que sólo son instrumentos para incrementar las capacidades expresivas y de representación de las propuestas de los proyectos arquitectónicos o de alguna otra disciplina del diseño. Por ejemplo, Digital Proyect de Gehry Tecnologies es un programa basado en el BIM, la cual es una plataforma que puede establecer las primeras ideas de un proyecto, a través del dibujo tradicional 2D de planos, y a su vez conforma el modelo 3D y, con ello, podemos extraer los cortes del proyecto y, lo mejor de todo, cuantifica el volumen y áreas de los principales materiales, así como el cálculo de los costos directos de un proyecto arquitectónico. También, realiza perspectivas 3D, planos conceptuales, maquetación, entre otros productos necesarios para la compresión y promoción del diseño. Otro software, es el RenderMan de Pixar que ayuda en gran medida, a la realización de perspectivas y animaciones hiperrealistas en las propuestas en arquitectura, como si fuesen fotos o secuencias reales de los proyectos, mostrando sus posibilidades espaciales y formales, tal y como lo podemos ver en la película de El Origen de Christopher Nolan (2010).

Pero a todo esto surge la pregunta: ¿y para qué?, pues son herramientas de gran ayuda en el proceso proyectual y en la actualidad, todo arquitecto o diseñador que sea parte de esta nueva generación de programas, lo utiliza en su trabajo y le permite competir ante los despachos más importantes a nivel nacional e internacional. Aún con esa exigencia del mercado laboral y los altos costos en software aplicado al diseño, esas herramientas las podemos encontrar desde versiones gratuitas hasta precios por debajo de los reales para estudiantes acreditados. Por ello, es importante que las universidades en México aborden estos temas, ya que implican diferentes alternativas para producir, no mejores proyectos, ya que estos solo serán producto del conocimiento, capacidad y habilidad del diseñador, sino de poder lograr mayor eficiencia y presentación de los proyectos en arquitectura, con énfasis en lo visual. Por ello, se concluye que la enseñanza de herramientas computacionales para el diseño, es necesaria para enfrentar el mercado laboral en la actualidad, si no se quiere tener alcances limitados comparados con los estándares internacionales, y dejar en desventaja al profesional del diseño ante nuestra realidad global.

Junio, 2012.

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