Los festejos del Bicentenario, una mina de oro. Por Ma. Pamela Vicke Sánchez

Hace 100 años, Porfirio Díaz conmemoró la independencia de una manera única con la inauguración del Ángel de la Independencia, la Escuela Normal Superior, el Hospital de la Castañeda y obras para la dotación de agua potable y salidas para el drenaje de la ciudad, entre otras. Cien años después se repite la misma historia, comenzando por la creación de la Coordinación de la Comisión organizadora en la Conmemoración del Bicentenario del Inicio del Movimiento de Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana. Primero el ex presidente Vicente Fox nombró a Cuauhtémoc Cárdenas como responsable de la misma, quién pronto terminaría declinando.  Después ya con el presidente Felipe Calderón nombró al ahora ex presidente del CONACULTA Sergio Vela, quien tras varios escándalos por gastar excesivamente en viajes internacionales no pudo con el encargo.

Otros personajes que estuvieron involucrados en el mismo puesto fueron el presidente del Teletón Fernando Landeros, el ex presidente de CONACULTA Rafael Tovar y de Teresa y Bernardo de la Garza, todos ellos despedidos o con renuncias sin mayor explicación. Otro integrante fue el historiador José Manuel Villalpando señalado por el mal manejo de los recursos destinados a los festejos, y actualmente el secretario de la SEP Alonso Lujambio es el nuevo vocero de las fiestas conmemorativas, quien anunció que la construcción del Monumento Bicentenario, el gran símbolo de los festejos,  no estaría terminado sino hasta 2011.

Con todo lo anterior me pregunto ¿En realidad que se celebró el 15 y 16 de septiembre y qué se celebrará el 20 de noviembre?, si las autoridades dan cualquier pretexto para justificarse por las construcciones, remodelaciones y demás obras relacionadas, las cuales no quedaron listas para las conmemoraciones sino hasta quien sabe cuando exactamente, y ello no por falta de recursos, ya que se ha destinado una buena cantidad del presupuesto a varias dependencias del Gobierno Federal.

La situación en general del país no parece invitarnos a celebrar nada, el alza de precios en la canasta básica, la gasolina, el gas LP, así como también la sorpresiva aparición el año pasado del virus de la influenza AH1N1, y los desastres naturales como los inundaciones que vivimos ahora en varios estados del país, son un reto enorme para todos. En lo económico-social, mucha gente se ha quedado sin empleo y el que llegan a encontrar es de manera temporal, si no se tienen que ganar la vida por medio del comercio informal o en casos extremos forman parte de la delincuencia organizada, narcotráfico, secuestros, etc.  Por si fuera poco el caos vial que se generó unos días antes del grito con el cierre de las principales calles alrededor de la Plaza de la Constitución, Monumento a la Revolución y Paseo de la Reforma con motivo de los montajes para el desfile del 15 de septiembre fue impresionante. Cabe decir que tal desfile fue organizado por un extranjero, quiero pensar que es una muestra de que no existen  mexicanos capaces de organizar algo de ese nivel de complejidad.

En vez de celebrar 200 años de Independencia y 100 años de la Revolución, cada uno de nosotros deberíamos de reflexionar y hacer un balance si en 200 años hemos avanzado o retrocedido..., se los dejo a su criterio.

Septiembre, 2010.

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