Este sexenio (2006-2012) está por llegar a su fin, y solo nos resta hacer el recuento de las obras públicas federales y locales realizadas en ese tiempo.
Por parte del gobierno federal, se realizaron obras que causaron controversia como la Estela de Luz del arquitecto César Pérez Becerril, desde que se da a conocer al proyecto ganador en aquel polémico concurso para el “Arco del Bicentenario”, hasta principios de año que se inauguro, triplicando el presupuesto original. Otra obra por demás discutida fue la remodelación de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, donde se gastaron también mucho más de lo previsto, además de enfrentar una fuerte crítica al considerar que la intervención no fue la adecuada. También, para el encuentro de jefes de estado del G20, apenas realizado en Los Cabos, Baja California Sur en junio pasado, se realizó un Centro de Convenciones del cual se sabe muy poco. La rehabilitación del Palacio de Lecumberri, fue otra de las obras emprendidas; sede actual del Archivo General de la Nación, proyecto a cargo de los arquitectos Julio Amezcua y Francisco Pardo, At103 y Hugo Sánchez.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), llevo a cabo varios proyectos, como la remodelación del Centro Nacional de las Artes (CNA), y donde tanto alumnos como profesores exigen una rendición de cuentas, al no ver mayores cambios y seguir con las mismas carencias, puesto que al parecer solo hicieron algunas reparaciones superficiales. Otra obra aún en curso es la renovación de la Biblioteca de México en la Ciudadela, intervenida hace una década por el arquitecto Abraham Zabludovsky. Ahora se desarrolla un plan general a cargo de los arquitectos Bernardo Gómez Pimienta y Alejandro Sánchez para la inserción de fondos personales, como los de José Luis Martínez y Carlos Monsiváis entre otros. También, se están llevando a cabo la ampliación y renovación de la Cineteca Nacional, con proyecto de Michel Rojkind y un nuevo edificio en los Estudios Churubusco, proyectado por Arquitectura 911-José Castillo y Saideg Sringall.
Con respecto a las múltiples obras del gobierno capitalino, se realizaron obras viales y de transporte público, como el Tren Suburbano que conecta al Distrito Federal con el Estado de México, las líneas 2, 3 y 4 del Metrobús, la Línea 12 del Metro que va de Mixcoac a Tláhuac, la rehabilitación del Circuito Bicentenario, autopistas urbanas, segundos pisos, distribuidores viales y ciclovías, entre otras. También se habilitaron vialidades peatonales en el Centro Histórico de la Ciudad, como las calles Madero y Regina, y se recupero la Plaza de la Revolución con el polémico elevador del Monumento a la Revolución.
Esperemos que muchas de estas obras en proceso, se terminen e inauguren antes de que los gobernantes federal y local pasen la estafeta, sin que eso signifique que queden a medias, o con una calidad constructiva deficiente. Lo que nosotros esperamos como ciudadanos, para el sexenio que iniciarán los nuevos gobernantes, es que los proyectos dados a conocer en sus campañas puedan llegar a ser una realidad, y no quedarse simplemente como propuestas de campaña. Veremos que nos espera, estimado lector, en los próximos seis años.
Julio, 2012.
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