La metáfora es una figura de la retórica clásica, cuya función es la de sustituir un concepto por otro que comparten uno o más semas, esto es, los elementos que conforman un concepto o idea. En términos aristotélicos todo concepto se compone de dos nociones: la comprehensión y la extensión. Los semas se ubican en el plano de la comprehensión de un concepto o idea, por ejemplo el concepto “niño” está compuesto por los semas: ser vivo, racional, humano, poca edad, sexo masculino, etc. A la comprehensión también se le llama campo semántico. Mientras que la extensión se vincula al número que compone dicha idea; en este caso, el concepto “niño” se extiende a todos los niños. La intersección de un campo semántico perteneciente a un concepto o idea con otro es lo que llamamos metáfora. Para que una metáfora funcione es necesario que el o los semas comunes sean de los más característicos o los más representativos en los conceptos que intervienen en esta llamada sustitución, tanto del concepto sustituido como del concepto sustituyente.
Tanto la metáfora como el signo operan bajo una dinámica de sustitución, esto es aludir a algo por medio de otro. Por un lado, para Lakoff y Johnson (1980) en nuestra mente existe un sistema conceptual, que incide en como pensamos y actuamos. Dicho sistema conceptual se conforma por estructuras o conceptos, de los cuales un gran número son de carácter metafórico. En este sentido la metáfora se convierte en una estructura cognitiva y deja de ser un artificio retórico y limitado al ámbito poético, porque se basa en la experiencia física y cultural. Por otro lado para Peirce (1987) ocurre algo parecido con el signo pues deja de ser un elemento limitado al lenguaje y se extiende a una noción signo como un acto del conocer. Ambas posturas apuestan a una mediación necesaria para conocer, la primera es mediante las metáforas y la segunda mediante los signos, aquí debo aclarar que para Peirce la metáfora es un tipo de signo. La ventaja que encuentran los diseñadores gráficos en las metáforas icónicas es que aportan más información que una imagen que podamos considerar como real, ya que éstas obligan al intérprete a identificar cuál es la relación que existe entre un elemento y otro de la imagen y por lo tanto a qué se refiere dicha imagen. Por ejemplo el cartel titulado NO del canadiense Frédéric Cloutier, (fig.1) al sustituir la letra “O” por un árbol cortado visto desde arriba. Establecemos una relación de similitud por la redondez en la forma de ambos y además interpretamos, esto es que conformamos un mensaje por la comparación entre estas dos imágenes la “N” y el tronco cortado como sustituto de la letra “O”. Aisladas una imagen de otra sólo se quedarían en un nivel representativo, mientras que relacionados pasan a un nivel interpretativo. El mirar una imagen como ésta, demanda un significado intencional que se adecua a la situación de un cartel en contra de la tala de árboles. En un sentido literal no nos dice explícitamente “alto a la tala de árboles” o “no cortes arboles”. El mensaje está implícito en la metáfora icónica. La imagen conjuga los símbolos lingüísticos de la palabra NO y el signo icónico de un árbol cortado, el cual reconocemos porque guarda una relación de semejanza, más que con una imagen de la realidad o perceptible, con la imagen mental que nosotros tenemos que correspondería a un árbol cortado. En este sentido funciona el icono metáfora al sustituir la letra O por un árbol cortado visto desde arriba, es decir, reconocemos e interpretamos a que se refiere esta imagen fantasiosa. Por lo tanto el NO representado en esta forma nos dice más que un NO cualquiera. “Un enunciado es metafórico porque su autor quiere que lo sea, no por razones internas a la estructura de la enciclopedia.” (Eco, 169)
Los signos convencionales son en parte naturales y en parte culturales, la metáfora icónica no establece su relación se semejanza con lo natural, ni con lo cultural, sino con la intersección entre estas dos, es decir, la semejanza en la metáfora icónica es con la convención de una imagen.
Noviembre, 2009
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