Como cada fin de sexenio los presidentes tienen que dejar de manera obligada una huella en lo que se refiere a las obras públicas. En el que transcurre no ha sido la excepción, con el proyecto para construir un monumento con el pretexto de la celebración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución mexicana, como símbolo del “pasado que conmemoramos y del futuro al que aspiramos” según el dicho presidencial. Y así fue, el 27 de enero del 2009 el presidente Felipe Calderón lanzó el concurso nacional para el proyecto de un arco conmemorativo, entre los que participaron se encontraban el arquitecto Isaac Broid que obtuvo el segundo lugar y el tercero fue para el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y LAR Fernando Romero Havaux.
Para el 15 de abril se anunció al ganador, el arquitecto César Pérez Becerril junto con el arquitecto Martín Laureano Gutiérrez y otra colaboradora donde actualmente existe una controversia, pues hay una discusión por la autoría, así como la remuneración económica. Pero el proyecto no fue un arco sino una torre llamada Estela de Luz con una plaza, y a partir de entonces comenzaron las irregularidades por la decisión del jurado. El 6 de septiembre el autor anuncio que la plaza de mármol llamada Plaza del Centenario, ahora sería de granito gris, el 23 del mismo mes el presidente Calderón puso la primera piedra sin tener constructor y dijo que costaría 500 millones de pesos.
Hasta enero del 2010 comenzaron las obras, el 4 de febrero anuncio el coordinador en ese entonces de los festejos José Villalpando que la Estela no concluiría en los tiempos que estaba propuesto y la plaza se haría después. El 4 de mayo de ese mismo año el Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec, denunciaba que existiría un negativo impacto ambiental, y además que no se había otorgado autorización para su construcción. El 13 de agosto el nuevo coordinador de los festejos, el secretario de la SEP Alonso Lujambio advirtió que la Estela no quedaría concluida en 2010 sino hasta finales del 2011 y ponía en duda la construcción de la Plaza del Centenario, además según estudios se decidió aumentar la profundidad de la cimentación de 30 a 50 metros. Para el 27 del mismo mes señala la constructora que la cimentación llevaba un avance del 90%, afirmación aparentemente falsa porque en abril de este año continuaban con las labores y las autoridades no proporcionaban mayores datos de los avances. A esto se ha sumado que las empresas que trabajan en su construcción, no cumplieron con la licitación presentada y hasta hubo quienes invirtieron tiempo y dinero en realizar las pruebas, para que más tarde lo realice otra empresa con instalaciones de menor calidad.
En cuanto a ciertos aspectos constructivos, en el cuarzo, material previsto para el par de torres, hubo un error en cuanto a la marca propuesta por el arquitecto Becerril llamada White Quarz, pues la empresa italiana considerada para proveerlo, decía que no existía, cuestión que el arquitecto negó, e insistió sobre su calidad, comparado al que finalmente se va a aplicar llamado Iceberg White Ice, considerado como elemento de desecho. El pegamento que se aplicaría a los cuarzos, tiene una duración de 5 años, por tanto su mantenimiento sería constante, y en cuanto a las afectaciones por la vibración, todavía no se han realizado los estudios que contempla el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal. Sin embargo, hace unas semanas las autoridades aseguraron que la Estela de Luz se terminará el 31 de diciembre de este año, lo cual francamente dudamos por los retrasos que se han tenido, e incluso hasta por la posibilidad de que se suspenda definitivamente.
Agosto, 2011.
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