Después de estar casi cuatro meses en una cuarentena extendida que se ha vuelto la “nueva normalidad” en la vida de la población mundial, surgen nuevos paradigmas y necesidades en nuestra vida cotidiana que nos hacen repensar la importancia de la vivienda, la cual ya no se puede entender solo como la concepción simplificada de espacios delimitados para sala, comedor, cocina y dormitorios. El cambio en las dinámicas de funcionamiento y nuevas actividades que tenemos que realizar en nuestros hogares, tanto por parte de los protocolos de sanidad, como la adaptación de espacios para educación y trabajo, implicaron ajustes en la manera de llevar nuestros días. Fue una actividad común en nuestros hogares al inicio de la cuarentena, la conversión de espacios antes destinados a otras funciones, a generar otros para trabajar, ya que las limitaciones de movilidad que esta pandemia trajo, han permitido el auge de una tendencia creciente que ahora parece será cada vez más común ver: el trabajar y vivir en el mismo espacio.