Venecia... y la Bienal de Arquitectura. Por Alejandro Ochoa Vega.

Reseñar en pocos renglones uno de los eventos más importantes de arquitectura a nivel mundial, implica un compromiso, pero hacerlo de la Bienal de Venecia, lo hace aún más complejo, debido a la carga histórica y características físicas, arquitectónicas y patrimoniales de la ciudad sede, en el norte de Italia. Haremos el intento.

En esta 14a Muestra Internacional de Arquitectura, el curador principal fue el holandés Rem Koolhaas y la denomino “Fundamentals”, con tres componentes: absorbiendo la modernidad 1914-2014 mostrando 66 países sus traumas y avances durante ese periodo, destrucciones, divisiones o invasiones donde a pesar de todo han sobrevivido. Elementos de arquitectura, es una invitación a replantearse y releer esas partes que en conjunto definen a la arquitectura, entre otros: pisos, puertas, muros o baños, en una interpretación abierta y reveladora. Monditalia, finalmente convoca a cineastas, coreógrafos, teatreros y músicos italianos para que desde sus producciones recuperen y revisen a su propio país como un espejo del mundo contemporáneo, y lo vinculen con la ciudad y la arquitectura. Al final, el conjunto de estos 3 componentes, las exposiciones y espectáculos, parten de las preguntas, ¿qué tenemos?, ¿qué conseguimos?, ¿qué podemos hacer y a dónde vamos?

Desde estas premisas, El Arsenal, viejo recinto de la ciudad depósito de armas de aquella Venecia punto de enlace entre oriente y occidente es sede de las propuestas del primero y tercer componente, los Jardines del segundo y algunos pabellones de países, que también  se disgregan fuera de estas sedes. Por lo que una bienal en esta ciudad, implica “tomarla” en buena medida, permitiendo que el interesado la recorra,  descubra y disfrute en todos sus rincones, plazas, callejones y canales. Esa Venecia invadida irremediablemente por un turismo masivo y voraz, que la va destruyendo de a poco, y donde eventos como las bienales, atraen a un público sensible donde la ciudad no es el escenario romántico e idílico, sino una oportunidad para que la ruina de muchos de sus edificios, adquiera una connotación poética y crítica. 

De los pabellones en particular, hay los que linealmente resumen 100 años de arquitectura, como el de México, República Dominicana, hasta los que se hacen preguntas, Luxemburgo, Francia, plantean hipótesis, Argentina, Brasil, o proponen una idea abstracta y con los mínimos elementos, Alemania, Tailandia. Entre los que nos contaron la historia de su arquitectura, pero con un diseño creativo están Estados Unidos y Japón, y los que aprovecharon para sugerir alguna crítica política, como Perú y Chile. Hay los interactivos, como Cyprus y Arabia Saudita, los de carácter social, Hungría o Holanda con su homenaje a Bakema, o los de títulos sugerentes, “monumentos potenciales de futuros no realizados” Albania, o “la capital de los deseos” Armenia.

El segundo componente propuesto para la muestra, Elementos de la Arquitectura, montado en el Pabellón Central de los Jardines, es una recreación histórica, lúdica y critica de todos los elementos base en una construcción, como, pisos, escaleras, ventanas, corredores, puertas, vistos a través del objeto mismo, o desde dibujos, maquetas 1:1, o filmes, como el muy provocativo que recuperaba los baños públicos de los años setenta, donde se daban los encuentros de homosexuales. Y el tercer componente, Monditalia, en el Arsenal, desde películas, proyectos arquitectónicos, documentos, revistas de época, conferencias, foros, obras de arte, entre otros, proponen una lectura interdisciplinaria del mundo moderno y contemporáneo.

Al final, una experiencia extenuante pero a la vez rica en ideas, proyectos y productos. Un evento homenaje y crítica al siglo XX y su modernidad, que apenas cita a uno de sus protagonistas, con la reconstrucción a escala 1:1 de la casa Domi-no de Le Corbusier, o los proyectos sociales de Jaap Bakema en el pabellón holandés. Una oportunidad para poner en discusión tantos temas y retos de la arquitectura contemporánea, en un escenario único, donde la ruina se vuelve atractiva y viva, y con una Venecia decadente y luminosa a la vez, como fondo.

 Bienal de Arquitectura de Venecia. Foto: Alejandro Ochoa Vega

  Bienal de Arquitectura de Venecia.  Foto: Alejandro Ochoa Vega

 Bienal de Arquitectura de Venecia.  Foto: Alejandro Ochoa Vega
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Octubre 2014.

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