Reseñar
en pocos renglones uno de los eventos más importantes de arquitectura a nivel
mundial, implica un compromiso, pero hacerlo de la Bienal de Venecia, lo hace aún
más complejo, debido a la carga histórica y características físicas, arquitectónicas
y patrimoniales de la ciudad sede, en el norte de Italia. Haremos el intento.
En
esta 14a Muestra Internacional de Arquitectura, el curador principal fue el holandés
Rem Koolhaas y la denomino “Fundamentals”, con tres componentes: absorbiendo la
modernidad 1914-2014 mostrando 66 países sus traumas y avances durante ese
periodo, destrucciones, divisiones o invasiones donde a pesar de todo han
sobrevivido. Elementos de arquitectura, es una invitación a replantearse y
releer esas partes que en conjunto definen a la arquitectura, entre otros:
pisos, puertas, muros o baños, en una interpretación abierta y reveladora.
Monditalia, finalmente convoca a cineastas, coreógrafos, teatreros y músicos
italianos para que desde sus producciones recuperen y revisen a su propio país
como un espejo del mundo contemporáneo, y lo vinculen con la ciudad y la
arquitectura. Al final, el conjunto de estos 3 componentes, las
exposiciones y espectáculos, parten de las preguntas, ¿qué tenemos?, ¿qué
conseguimos?, ¿qué podemos hacer y a dónde vamos?
Desde
estas premisas, El Arsenal, viejo recinto de la ciudad depósito de armas de
aquella Venecia punto de enlace entre oriente y occidente es sede de las
propuestas del primero y tercer componente, los Jardines del segundo y algunos
pabellones de países, que también se disgregan
fuera de estas sedes. Por lo que una bienal en esta ciudad, implica “tomarla”
en buena medida, permitiendo que el interesado la recorra, descubra y disfrute en todos sus rincones,
plazas, callejones y canales. Esa Venecia invadida irremediablemente por un
turismo masivo y voraz, que la va destruyendo de a poco, y donde eventos como
las bienales, atraen a un público sensible donde la ciudad no es el escenario
romántico e idílico, sino una oportunidad para que la ruina de muchos de sus
edificios, adquiera una connotación poética y crítica.
De
los pabellones en particular, hay los que linealmente resumen 100 años de
arquitectura, como el de México, República Dominicana, hasta los que se hacen
preguntas, Luxemburgo, Francia, plantean hipótesis, Argentina, Brasil, o
proponen una idea abstracta y con los mínimos elementos, Alemania, Tailandia.
Entre los que nos contaron la historia de su arquitectura, pero con un diseño
creativo están Estados Unidos y Japón, y los que aprovecharon para sugerir
alguna crítica política, como Perú y Chile. Hay los interactivos, como Cyprus y
Arabia Saudita, los de carácter social, Hungría o Holanda con su homenaje a
Bakema, o los de títulos sugerentes, “monumentos potenciales de futuros no
realizados” Albania, o “la capital de los deseos” Armenia.
El
segundo componente propuesto para la muestra, Elementos de la Arquitectura,
montado en el Pabellón Central de los Jardines, es una recreación histórica,
lúdica y critica de todos los elementos base en una construcción, como, pisos,
escaleras, ventanas, corredores, puertas, vistos a través del objeto mismo, o
desde dibujos, maquetas 1:1, o filmes, como el muy provocativo que recuperaba
los baños públicos de los años setenta, donde se daban los encuentros de
homosexuales. Y el tercer componente, Monditalia, en el Arsenal, desde
películas, proyectos arquitectónicos, documentos, revistas de época,
conferencias, foros, obras de arte, entre otros, proponen una lectura
interdisciplinaria del mundo moderno y contemporáneo.
Bienal de Arquitectura de Venecia. Foto: Alejandro Ochoa Vega
Bienal de Arquitectura de Venecia. Foto: Alejandro Ochoa Vega
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Octubre 2014.
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