La ciudad del futuro en el cine: ¿posible realidad o ficción? Por Fernando Minaya


Hace algunos meses el crítico de cine Rafael Aviña habló de dos maneras de hacer cine futurista: la primera versa  sobre los escenarios apocalípticos de la humanidad, en donde podemos ver la devastación y destrucción de las ciudades - tal es el caso de películas como Mad Max (1979) de George Miller o The book of Eli (2010) de los hermanos Hughes. Una siguiente refiere a las características de la sociedad dentro de un marco evolutivo, el avance tecnológico –y se agregan las diferentes propuestas y visiones urbano-arquitectónicas. Para fines ilustrativos y más esperanzadores de la construcción de una ciudad, nos referiremos en este ensayo a la parte de las películas que han establecido una propuesta, a partir de nuestra contemporaneidad,  de formas de interpretar el tan ansiado devenir y como viviríamos en él.

La cinta Blade Runner (1982) de Ridley Scott nos acerca a la construcción de edificios de gran altura que evocan la idea de ciudades verticales, generando un ambiente oscuro y poco ordenado en las partes bajas de estas ciudades, dominadas por el consumo masivo y la llegada de robots. Otra película que asombró por las locaciones fue Total Recall (1991) de Paul Verhoeven, aquí se presentó la forma de habitar dos planetas, la Tierra y Marte representados por la arquitectura mexicana de la década de 1970, denominada monumentalista; la intención fue conformar la idea del orden y magnificencia de las corporaciones como formas de gobierno y control social aceptadas, sin embargo, coexiste una subcultura insurrecta que no está de acuerdo con los cánones y vive de manera paralela en zonas deterioradas, oscuras e insalubres.



The Book of Eli. 2010. Alcon Entertainment, Silver Pictures y Warner Bros.


Otra historia basada en los comics fue llevada a la pantalla grande en dos versiones, en ellas refieren a la problemática del crecimiento de las ciudades; Dredd (1995) de Danny Cannon y la reedición de 2012 por Pete Travis nos llevan a la  aventura de conocer a las megaciudades con los problemas de inseguridad que ello representa. En la primera versión hay una ciudad en permanente anarquía y desorden, y por ello la justicia se hará prevalecer, pero afuera de sus muros residen los que han quedado excluidos de estos parámetros: mercenarios, exiliados, sentenciados, entre otros tienen que arreglárselas en una precaria sociedad altamente hostil y violenta. Tal parece que dentro o fuera de las megacities no hay mayor diferencia. En la segunda adaptación, el tema de ciudades a escalas descomunales es el eje central, pero en este caso se concentran en unos edificios de viviendas, y en particular, en uno llamado Peach Trees, donde residen 75 mil habitantes, algo inimaginable para nuestra realidad. La violencia e inseguridad reina en cada uno de los 200 niveles de cada torre, que parecen estar sembradas dentro de una enorme ciudad de 800 millones de habitantes, donde la ciudad antigua, de proporciones horizontales, es el asiento de las estructuras verticales de gran altura .


Dredd. 2012. DNA Films, IM Global y Reliance Big Entertainment

Finalmente, dos cintas, de manufactura reciente, versan sobre el tema de dos ciudades conectadas. Una de ellas es otra versión de Total Recall de 1991, ahora dirigido el remake por Len Wiseman (2012), donde observamos territorios diferentes: uno en el que viven los más afortunados y tienen las mejores comodidades, y el otro donde residen las masas que sirven de mano de obra. Estos sitios, los únicos habitables en la tierra debido a la devastación nuclear eran las regiones de United Federation of Britain y la Colony. Las dos urbes están opuestas en geografía y son conectadas por un transporte que cruza el interior de la tierra, llamado The fall. La última película por estrenarse, Elisyum (2013) de Neill Blomkamp, refiere a dos formas de vida, una donde no existe la enfermedad, la violencia, la inseguridad, todo es un paraíso y está localizada en el espacio, la otra ciudad se ubica en la tierra donde no hay alimentos, la destrucción masiva de las ciudades es una realidad caótica, y donde la supervivencia es cosa de todos los días.


Total Recall. 2012. Columbia Pictures.

Las historias mencionadas contienen elementos repetitivos y elocuentes de un futuro, que por más que nos resistamos a reflexionar sobre él, refiere a los problemas contemporáneos de las ciudades: crecimientos desmedidos de la mancha urbana, redensificación vertical, masificación de los conjuntos habitacionales, todo esto ya ha causado mella en la falta de recursos, servicios insuficientes, perjuicios ambientales, entre muchos más. También las distinciones sociales y económicas polarizan a la sociedad, hasta los límites de separación total y exclusión de las clases vulnerables como en Children of men (2006) de Alfonso Cuarón, o el caso extremo de Wall-E (2008) de Andrew Stanton, la tierra es inhabitable por la contaminación y los pocos humanos sobrevivientes se encuentran en un viaje espacial indefinido.


Elisyum. 2013. Media Rights Capital y Columbia Pictures

La reflexión apuntaría a un viraje de un posible futuro de autodestrucción, a otro que promueva la calidad de vida, a través de mejores diseños arquitectónicos y urbanos, incluyentes, y que permitan un mayor equilibrio entre la dispersión y la redensificación urbana contemporánea.


Junio, 2013

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