El pabellón de México para la Exposición Universal en Shanghái, China a realizarse partir del 1° de mayo de 2010 fue proyectado por el despacho SLOT, que es integrado por Juan Carlos González Vidals, Israel, Álvarez Matamoros, Moritz Melchert, Mariana Tello Rodríguez y Edgar Octavio Ramírez Corrales. La participación de México en este evento internacional es un esfuerzo por continuar con los concursos, ya que por primera vez para la participación nacional en una exposición universal, el proyecto es resultado de la pluralidad. La propuesta condensa el pasado, presente y futuro de las ciudades en México, y se utiliza el papalote como símbolo de unión entre las culturas de China y México. El pabellón tiene un área de 400 m², con 80 metros de largo por 50 de profundo; consta de tres niveles, los cuales se categorizaron de la siguiente manera: raíz prehispánica, el México moderno y el de las generaciones futuras.
La propuesta arquitectónica consiste en una serie de papalotes de diversos colores, en un talud que asemeja la elevación de nuestra cultura en el tiempo y “despega” hacia el futuro, el cual estará constituido con diseños sustentables y verdes. El conjunto aprovecha su ubicación céntrica dentro de los pabellones americanos (zona C, número 8), y la gran conexión y relación con la plaza de actividades, lo que será un gran espacio de color llamativo y de gran atención para los visitantes. El proyecto es relevante por sus características originales y ubicación, lo exhibe como un lugar que será seguramente visitado por miles de personas, aunque en nuestro país desafortunadamente, pocos van a tener el privilegio de recorrer y vivir el espacio arquitectónico de este edificio efímero, de expresión puramente conceptual y política.
Octubre, 2009
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