Teotihuacán. Conservación vs usufructo del patrimonio. Por Gerardo Álvarez Montes

La presencia y riqueza de las culturas prehispánicas ha estado siempre presente en el devenir histórico arquitectónico de nuestro país, en ocasiones cubiertas por un halo de romanticismo y en otras bajo climas de reafirmación, su estudio y compresión  ha contribuido en la construcción de concepto de identidad nacional.

La zona arqueológica de Teotihuacan, inaugurada  en 1910 por mandato de Porfirio Díaz para conmemorar el centenario del inicio de la guerra de independencia de nuestro país, fue el centro urbano más poblado de mesoamérica durante el periodo clásico, con una superficie calculada e 21 km2 y una población estimada de entre 150 y 200 mil habitantes en su época de mayor esplendor; fue hasta finales del siglo XIX cuando se restauraron  los principales monumentos de esta ciudad.

Para 1987 Teotihuacan fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia  y la Cultura (UNESCO) a partir de este hecho, el Estado mexicano adquirió el compromiso constante e irrenunciable de conservación de este patrimonio histórico, por considerarle portador de un mensaje espiritual de los pueblos del pasado  y testimonio vivo de sus tradiciones milenarias, se adquirió también la responsabilidad de su transmisión con la riqueza de su autenticidad en beneficio de las generaciones futuras, como lo expresa el espíritu de la Carta de Venecia de 1964.

En los últimos 15 años la integridad de esta zona arqueológica ha estado en riesgo ante los embates de empresas desarrolladoras de grandes proyectos económicos, turísticos y comerciales; proyectos como La Ventilla o Las Cruces que en 1992 proponía la construcción de una plaza comercial de 300 locales en el predio del mismo nombre ubicado a unos 500 metros de la Calzada de los Muertos, cancelado en 2001 de manera definitiva por el Consejo Nacional para la cultura y las artes; otro proyecto con estas características fue el parque prehispánico “El despertar de Teotihuacan Ixtoc”, ubicado en el perímetro “C” de restricción de la zona arqueológica proponía la creación de un campo de golf, un hotel de gran turismo, un parque temático y una red de operadoras turísticas locales, este proyecto no prosperó , sin embargo un duro golpe se atestó  en noviembre de 2004 cuando se edificó la tienda comercial Aurrera en el barrio de La Purificación (ubicado entre los perímetro “B” y “C”) ante la oposición de múltiples sectores de la población. Pero no sólo los embates del capital han puesto en riesgo la salvaguarda de esta zona arqueológica, el crecimiento descontrolado de la mancha urbana en los municipios aledaños como Teotihuacan y San Martín de las Pirámides son un factor de daño constante  e irreversible del patrimonio.

Recientemente Teotihuacan enfrentó nuevamente una situación polémica en cuanto a la protección de esta zona patrimonial, la implementación del proyecto de iluminación, sonido, video y multimedia conocido como “Esplendor Teotihuacano” para visitas nocturnas a la zona arqueológica impulsado por el Gobierno del Estado de México ha tenido fuertes críticas y oposición, a grado tal que se ha suspendido el proyecto.

Todas estas situaciones nos permiten identificar una grave problemática, que implica la errónea valoración cultural y patrimonial que se le otorga a esta zona arqueológica (por ignorancia o por intereses ocultos) y en consecuencia la inapropiada determinación de criterios, acciones de conservación y salvaguarda del patrimonio, subordinando éstas últimas al usufructo del patrimonio y no al compromiso de conservación del monumento como testimonio histórico de la grandeza de nuestros pueblos.

Para finalizar y en aras de compartir buenas noticias referentes al patrimonio teotihuacano, actualmente y hasta el 19 de agosto está abierta la exposición, “Teotihuacán. Ciudad de Dioses” en el Museo de Antropología. Misma muestra que se presentará a partir del 21 de Septiembre en el Parque Fundidora de Monterrey Nuevo León. Exposición con alrededor de 426 piezas que se reúne como resultado de múltiples hallazgos, durante casi 100 años de investigación y estudio de esta cultura prehispánica.

Junio, 2009.

1 comentario:

  1. MUY BUEN ARTICULO, SIN EMBARGO ES MUCHO PEDIR UNA PEQUEÑA FOTO, AUNQUE SEA NADA MAS DE REFERENCIA...GRACIAS.
    TAMBIEN SERIA BUENO INVITAR A QUE ESCRIBAN EN ESTE BLOG A MUCHOS TAN ILUSTRES PERSONAJES QUE CONFORMAN EL DEPTO. DE METODOS Y SISTEMAS.

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