Christian Olvera Ramírez*
Entre el 13 y 15 de octubre
pasados se desarrolló el Coloquio “Dimensión Simbólica del Patrimonio”,
organizado por la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la UAM
Xochimilco, a través de la plataforma en línea Zoom, con la intervención de
diferentes ponentes expertos en la materia, así como docentes y alumnos de la misma
institución, que se dieron cita para presenciar cada una de las ponencias. El
objetivo principal se centró en debatir sobre la importancia del patrimonio
cultural en nuestra sociedad, revisando la dimensión simbólica para su conservación,
sin olvidarnos de las diferentes posturas ideológicas, y de las ideas políticas
que juegan un papel importante para su valoración. A continuación comentaremos
algunas de ellas.
“Significación y valoración
del patrimonio vernáculo” fue el título de la primera, por parte de Luis F.
Guerrero. A través de la historia en las primeras edificaciones, no era
relevante la conservación de los inmuebles, sólo si tenían algún valor
utilitario, situación que cambio en el siglo XIX, cuando el tema se puso en la
mesa con algunos teóricos y pensadores. Fue entonces que se generó la
disyuntiva cuestionándose si debería o no conservarse el patrimonio sin
intervenciones, o realizar las mismas en función de los intereses de cada etapa
histórica.
A partir de ahí se empieza a
polemizar la situación de la conservación del patrimonio, ya que no todas las
manifestaciones artísticas eran dignas de preservar y trascender, se tenían
diferentes puntos a considerar, por ejemplo: cuáles de ellas eran más antiguas,
cuales tenían mejor calidad en su materia prima, cuáles tenían estructuras
monumentales, entre otros, en comparación con el resto. No es sino hasta que
termina la primera guerra mundial cuando surge el concepto de “Arquitectura
Menor”, derivado de la devastación que dicha guerra dejó, el cual señala que se
debe dar la misma atención de preservación tanto a los monumentos como a las
casas que fueron dañadas en la posguerra.
En la actualidad hay una
gran polémica respecto del turismo, ya que es un fenómeno que si bien es cierto
genera ingresos importantes en la economía de un país, también los está
llevando a colapsar por incitar al turismo masivo en los sitios arqueológicos
los cuáles no están preparados para recibir un sin número de personas al día. A
raíz de esta situación, las comunidades de los lugares con mayor afluencia de
turistas, ya no pueden vivir ahí debido a factores como la incomodidad de estar
con tanta gente proveniente del turismo local e internacional y así mismo,
porque los predios se encarecen y se vuelven impagables. Debido a ello,
habitantes de algunas ciudades se están dando cuenta de que el turismo masivo
los está sacando de sus propios centros históricos.
Otro de los problemas
principales que comento Guerrero, se refiere a la propia valoración
patrimonial, ya que cada sitio según la UNESCO, pone sus propias reglas “lo que
es y no es considerado patrimonio”. En vista de ello, las comunidades
regularmente consideran sólo patrimonio a los protagonistas principales, es
decir, sólo se le da relevancia a las obras más grandes o a las más antiguas, que
poseen un significado particular, ya sea social, espiritual o cultural, quedando
fuera las llamadas “obras menores” así como también el “patrimonio intangible”
que se refiere a las técnicas constructivas y procesos de conservación de las
edificaciones. Hablar del patrimonio tangible e intangible va más allá
de las formas, más bien está directamente relacionado al significado que se le
ha dado, así como el uso y función particular para lo que fue creado. Al valor
simbólico que ha quedado en la consciencia de la gente a la cual le pertenece.
Durante la presentación de “La
resignificación del patrimonio edificado a través de su reutilización” por parte de Javier Soria, hizo mención de que la reutilización de
espacios arquitectónicos no es algo nuevo, sino más bien es un fenómeno que se
ha venido dando a través de los años, y que en la actualidad se le está dando
más importancia. Asumiendo que no es solamente una práctica que puede dotar de
un nuevo uso o significado (hablando del patrimonio edificado), y que tampoco
se puede dar de forma arbitraria, sin un amplio conocimiento de su
preexistencia. Es más bien entender de acuerdo a su valoración previa, el
significado que representó en su momento y la evolución que ha tenido a través
de la historia, para lograr una intervención que le pueda dar un uso relevante
a la sociedad contemporánea.
Hablando
sobre la ponencia de “El Patrimonio Sometido” de Alejandro Ochoa, se hace referencia de
algunas colonias pertenecientes al núcleo central de la Ciudad de México,
mismas que han sufrido cambios de uso de suelo, encarecimientos de los predios
y principalmente las leyes que impone el mercado inmobiliario, que
han llevado a sacar literalmente a sus habitantes originales de sus viviendas,
para dar paso a nuevos pobladores. Se hizo referencia a los casos de
construcción de edificios de escala monumental sobre casas construidas a
principios del siglo pasado, dejando a un lado la empatía con el contexto y
sumándose así al descontrolado negocio del mercado inmobiliario. Ochoa resaltó
la empresa Re - urbano, la cual se ha dedicado a realizar intervenciones en las
colonias, Roma Norte y Sur, Condesa, Juárez entre otras, con los objetivos de
preservar el carácter histórico del lugar, y promover el uso de los espacios
públicos a través de la contratación de “los mejores arquitectos y urbanistas
de México”.
Al
término de la ponencia, lo que me pareció más importante fue que la población
que pertenecía a las colonias mencionadas, fueron víctimas de la centralización
y crecimiento de la Ciudad de México, y desalojadas para dar paso a otros, con una
cultura “hípster”, la cual se
caracteriza por andar en bicicletas como medio de transporte, por tener una
educación universitaria, capacidad económica, sensibilidad artística, amigable con el medio
ambiente y consumidora de productos orgánicos entre otras características, y
que al final logra una vida cómoda por tener el equipamiento urbano necesario. Ellos,
son los que se han convertido en el nuevo punto focal de mercado rentable para
empresas como Re -Urbano.
Al
final Ochoa comento que la arquitectura de la ciudad gana cuando los espacios
públicos son revitalizados, las edificaciones antiguas se llenan de una nueva
vida al ser intervenidas, y podría decir yo, que también ganan los habitantes
ocasionales que aprecian la vida contemporánea de estas colonias, y que serán
el nuevo mercado, el aspiracional perteneciente a la periferia de la ciudad.
Pero también el ponente se preguntó al final, ¿Qué pierden estas colonias?
Primeramente a la población original, un barrio de clase media, las tiendas de
abarrotes convertidas en Oxxos y una reconversión social hacia un perfil con
altos ingresos.
Fotografía: Alejandro Ochoa Vega
Otra ponencia, de Lisset
Márquez se tituló “Del urbanismo porfiriano al neoliberal. Las modernizaciones
sucesivas del Paseo de la Reforma”, donde enfatizó a la avenida como una de las
más importantes de la Ciudad de México.
Creada para unir el Castillo de Chapultepec (casa imperial de Maximiliano) con
la Plaza Mayor, basado en la idea del trazo de Campos Elíseos en la ciudad de
París, y sufriendo diversas transformaciones a través del tiempo. Siendo así
que durante el Porfiriato adquirió relevancia debido a la pacificación del país
y a la inversión extranjera, en la idea de generar una imagen de ciudad moderna
con gran infraestructura, para así convertirse en la zona más cara de la
ciudad, y dirigida a las élites de la época.
Una
de las transformaciones más significativas, fue empezar a construir monumentos
que representaran al nacionalismo, primero el Monumento a Cuauhtémoc y después
para las Fiestas del Centenario en 1910, el Ángel de la Independencia, mismo
que después se iba a convertir en el símbolo de la Ciudad de México. Posteriormente,
a lo largo de todo el siglo XX se empiezan a sustituir las grandes casas con
sus jardines, para dar paso a edificios de oficinas y departamentos,
convirtiéndose así en un gran eje comercial administrativo, modificando
radicalmente su perfil. A partir de los años 2000, se abre la puerta para la
construcción de mega torres, a través de incentivos y facilidades
administrativas a empresas inversionistas, con el fin de crear nuevos íconos
que le puedan dar una mayor competitividad global a nuestro país. Así, el Paseo
de la Reforma se convierte en un símbolo de modernidad de la capital del país.
Otra ponencia verso sobre “El
cine de animación como parte del Patrimonio cultural” presentada por Roberto
Padilla. Expresión surgida a finales
del siglo XIX debido a la invención del cinematógrafo respondiendo a una
estética y lenguaje propio. En Europa se comienzan a realizar cortometrajes con
marionetas lo que se convierte posteriormente como animación Stop Motion. En
1932 Walt Disney adapta el technicolor a las animaciones, avance considerable
para la industria emergente. Para los años 80´s y 90´s con la era digital
surgen nuevas animaciones con presupuestos más accesibles y mayor facilidad
para su creación, llevándolas a todas las expresiones de la cultura audiovisual
como: cine, televisión, videojuegos, internet, logrando mayor auge y
popularidad en la sociedad.
Actualmente,
la industria de la animación ha tenido un enorme crecimiento que si hablamos de
un valor monetario, se estaría midiendo con miles de millones de dólares. La
animación puede ser considerada como patrimonio inmaterial debido a que se
refiere a las prácticas, expresiones o técnicas transmitidas por las
comunidades de generación en generación. Por otro lado el patrimonio
cinematográfico, se dice también, que es el conjunto de bienes materiales o
inmateriales que nos remiten al fenómeno cinematográfico en cualquiera de sus
manifestaciones culturales.
La
relevancia que tiene en la actualidad la animación, está referida a que por
esta técnica de expresión, se pueden realizar innumerables efectos especiales antes
muy difíciles de lograr, tanto para las diversas industrias culturales, como
para las comerciales. Canadá es uno de los países que de dedica a incentivar a
los talentos creadores independientes dedicados a la industria de la animación.
En resumen, Padilla afirmó que la animación es una expresión artística, que hoy
es parte de nuestra cultura y sociedad. Desafortunadamente en México no se cuenta
con subsidios para los creadores de estos contenidos, y están a expensas de
pequeños patrocinios gubernamentales para la realización de algunos proyectos.
La
siguiente ponencia, “Gestión comunitaria-institucional del
patrimonio cultural tras el sismo del 19 de septiembre del 2017” por parte de
Eréndira Mejía, se centró en lo devastador
que fue para el patrimonio cultural, ese fenómeno natural, afectando un total
de 2, 340 inmuebles en 11 estados de la república. Debido a esto el INAH y la Secretaría de la
Cultura elaboro un plan maestro enfocado a la restauración del patrimonio
cultural edificado, en apoyo del sector privado, las comunidades locales,
especialistas, instituciones religiosas y organismos internacionales. Los
financiamientos serían de tres tipos, el FONDEN, póliza de seguro (que tiene
cada inmueble patrimonial) y de algunos terceros como organismos, asociaciones,
universidades o comunidades.
En
la presentación se enfatizó el “Santuario del Señor del Sacromonte” ubicado en
Amecameca, donde el INAH lo calificó con
daños graves. El consejo parroquial local, convocó a personal especialista en
construcción (no en restauración) para una intervención al inmueble. El
financiamiento provino del propio consejo parroquial así como de la comunidad y
de algunas donaciones de fieles. Siendo éste el primer inmueble considerado patrimonio
en ser restaurado en conjunto con el INAH. Hecho que no fue una casualidad, ya
que el objetivo principal era que los trabajos de restauración se terminan en
febrero del siguiente año, ya que una gran fuente de ingresos para esta
comunidad, es la celebración del miércoles de ceniza, cuando recibe a más de
cuatrocientos mil turistas locales y extranjeros. Es aquí donde se puede ver el
nivel de apropiación del inmueble manifestado por la comunidad.
Otra ponencia “El arte
zapatista como heredero del arte popular mexicano” de Lorena Noyola, abordó la pintura popular como representación de la
cotidianeidad, la religión, así como a la filosofía del pueblo y que difundirla
es un valor moral, porque representa más al pueblo que al sistema. Noyola se detuvo en la pintura mural, la cual
hace referencia a movimientos socio - políticos con frases alusivas al
pensamiento anti sistémico. Las imágenes representadas por el movimiento
zapatista, son particularmente de la primera declaración de la Selva Lacandona
que buscaba considerar los derechos básicos de los pueblos originarios, en
contra de la represión que el neoliberalismo ejercía de forma sistemática. También
hizo referencia al máximo representante del grabado mexicano, José Guadalupe
Posada y a otros que han representado la
injusticia y la lucha revolucionaria en nuestro país, aunque también fue utilizado
por los gobiernos posrevolucionarios, a través de cuadernos y textos que hacían
alusión a un gobierno de cambio en México.
El
arte zapatista hereda las premisas del arte popular por convicción y no
respondiendo a los cánones del arte academicista, y conecta de una forma
directa con los creadores y su distribución. En la mayoría de sus obras se
puede observar una reflexión social en el que interviene un mensaje de
conciencia crítica, contra el sistema que reprime y explota. Su reproducción y
difusión es lo más importante para llegar a la mayor cantidad de personas que
puedan generar una conciencia colectiva. El poder de la imagen y el uso que los
zapatistas le han otorgado ha trascendido fronteras y también se ha
resignificado en todo un país, por lo cuál ya no es ajeno este movimiento y sus
causas indigenistas, que los zapatistas buscan reivindicar.
Otra participación, “Arte urbano
en el Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca de Juárez por Luz Rodríguez. La
ponente señaló que en las dos últimas
décadas del siglo XXl, el arte urbano ha pasado a ser un acto de protesta (un
sector de la sociedad lo considera como actos vandálicos), y a convertirse en
un fenómeno de identidad que ha sido aceptado tanto por la sociedad como por
las autoridades. El espacio urbano representa el escenario de la vida pública,
sin embargo cuando el contexto es un conjunto histórico, surge la interrogante,
¿si el espacio público puede llegar a considerarse patrimonio?, pues en la
mayoría de casos, sólo se considera como tal a las edificaciones de carácter
monumental, sin tomar en cuenta la trama urbana, que en su conjunto conforman
la identidad de una ciudad.
En
términos conceptuales, el espacio público de los centros históricos, representa
un claro ejemplo de un lugar antropológico, reuniendo tres características, son
identificatorios, relacionales e históricos, cuyo sentido responde a su
contenido espacial. Difícilmente se puede negar la riqueza simbólica y social
que define el espacio público de los centros históricos, dado que resume el
pasado al mismo tiempo que se construye el presente que eventualmente será
pasado. A partir de todo esto es posible relacionar el porqué el arte urbano
adquiere un significado particular en el centro histórico, si se parte de que
la ciudad es un gran escenario de la vida urbana en el que suceden múltiples
actividades. Es por ello que el arte urbano tiene un auge importante debido a
que es el punto focal donde puede llegar a más personas y ser vistos.
El
arte urbano se manifiesta a través de la intervención gráfica de fachadas, lo
cuál para muchos es considerado como actos vandálicos, sin embargo se debe
hacer una reflexión respecto al tema antes de ser juzgado. Al ser una expresión
de una sociedad contemporánea, constituye mensajes que hablan de una realidad y
momento histórico. Este tipo de expresiones, son consideradas como
intervenciones visuales, tal es el caso del grafiti, que es el acto de graficar
en propiedad privada y que una fachada se convierte en el lienzo perfecto para
poder graficar sin autorización, la cual constituye su esencia propia. Ya sea a
través de bromas escritas, protestas sociales o simplemente una firma banal. El
arte urbano se traduce en una forma de apropiación del espacio público y la vía
para llegar a los demás y responde a que es ante todo, un espacio social.
En
los últimos años en el Centro Histórico de Oaxaca, han sido intervenidas
algunas de las fachadas por artistas anónimos a petición de sus propietarios, y
debido a esto se ha logrado dar una nueva imagen al centro histórico. Esto ha
tenido un interés particular hacia el turismo por querer conocer dichas
intervenciones de los diferentes autores, cuyos temas principales están aunados
a temas políticos como instrumento de lucha y que a su vez se convierten en los
canales entre la sociedad y el gobierno. De esta manera se ha generado una
provocación visual en los transeúntes.
Algo
que me parece interesante, es cuando la ponente toca el tema de un grupo
llamado “La Piztola”, el cual comenzó a tener una voz importante en la sociedad,
generando arte urbano como símbolo de protesta anti sistema. Sin embargo, cuando
llevaron sus obras a las galerías de arte, se generó una contradicción a su
esencia, pero al llegar a los museos y galerías de arte, las obras pudieron
llegar a diversos públicos, apreciarlos
y dejar de ser un arte ilegal.
Al
final, el arte urbano no está hecho para todo el público ni aceptado por todas
las sociedades. En otro contexto, este tipo de arte es considerado como una
alteración a la imagen urbana original. La incógnita está en el aire de si
el arte urbano, puede ser considerado o no como patrimonio cultural y si se
puede considerar como un restante al valor patrimonial de los centros
históricos de una sociedad.
Fotografía: Udi
“La
memoria del Olvido… El Olvido de la memoria” fue el título de la ponencia de Francisco
Haroldo Alfaro, donde afirmó que el
quehacer cotidiano construye el patrimonio, primero como materia y luego como
símbolo, los códigos que aceptamos como valiosos al día de hoy, es lo que
consideramos que debe prevalecer. Le llamamos patrimonio a la permanencia de
tangibles e intangibles que poseen una significación importante en nuestras
sociedades. Cada decisión en el tiempo, tiene un impacto en las estructuras
urbanas que convierten su comprensión y su materialización en un fenómeno que
debe ser estudiado, analizado y criticado de manera constante. Nuestro patrimonio es una memoria colectiva, la actual vida social está llena de pasado,
de permanencia y de valores en ellas que deseamos destacar.
Alfaro
hizo importantes interrogantes por ejemplo: ¿cómo es que se planteó el trazado
de la urbe después de una vida virreinal, para el desarrollo de sus relaciones
privadas y colectivas? ¿Cómo es que se le comenzó a dar nombre a los diferentes
entramados para caracterizar e identificar unos de otros? Abordaría también la
actual situación metropolitana, resultado de la conurbación que pone a
discusión el tema “lo global” vs “lo local”. Para este caso mencionó que lo
global se ha ido absorbiendo a lo local y a sus formas de organización
territorial. La colonia en nuestros días, se ha convertido en sólo un
contenedor para administrar que un referente tipológico de desarrollo,
desechando las diferencias estructurales de cada asentamiento. De esta manera
los límites originales han ido desapareciendo por la densificación urbana, en
donde se prioriza los conectores viales de interconexión, que han cortado
aquellos tejidos urbanos. Concluyó que no todo debe prevalecer, más que lo
significativo, pero en relación a voluntades mayoritarias, más que a intereses
políticos y comerciales.
Otra ponencia “Los museos:
significación, diseño y gestión” expuesta por Diana Barcelata y Gabriela Gay, se centraron en dos casos: El Museo de las
Ciencias y Artes de San Luis Potosí y El Museo Internacional del Barroco en
Puebla. Iniciaron con una breve historia del origen y significado de los museos
a través de los años, tanto a nivel mundial como en México resaltando sus
dimensiones simbólicas. Con la irrupción de las nuevas tecnologías y las nuevas
formas de vivir, se ha modificado la propia noción del visitante, es decir, ya
no tenemos un espectador, sino un visitante activo. Fue así como narraron las
experiencias del Museo de las Ciencias y Artes de San Luis Potosí, conocido
como El laberinto, del despacho Legorreta + Legorreta y ganador de diferentes
premios por su Arquitectura. Este museo es subsidiado por el gobierno en dos
terceras partes y la otra parte es subsidiada por él mismo.
En
el caso del Museo Internacional del Barroco se considera como un proyecto más
bien político y que ha generado una gran polémica, primeramente por su
diseñador Toyo Ito, de origen extranjero, por el costo importante en su
construcción y porque carece de un acervo propio. Eso ha implicado préstamos de
otros museos de la misma ciudad de Puebla y de otros internacionales, generando
un costo considerable para el Gobierno estatal que es quien lo administra. Al
final, un caso más de la creación de un museo espectacular y oneroso, realizado
más por motivos políticos, que por construir un patrimonio para la comunidad.
“Del centro a las periferias,
diversas propuestas de accesibilidad” por Dulce Ma. García fue otra de las
ponencias del coloquio. La autora
afirmó que la discapacidad, no sólo se refiere a una persona en particular,
sino también al entorno que lo limita, es decir, que los espacios mal diseñados
o de difícil acceso, van a ser los limitantes para muchas personas en su propia
autonomía y para su calidad de vida. De ahí surge la frase: “Un buen diseño, capacita y un
mal diseño, discapacita”.
También
hizo mención de claros ejemplos irónicos de “accesibilidad”, los cuales pueden
causarnos risa a unos e indignación a otros, por no cumplir las reglas básicas
de los reglamentos, en cuanto a pendientes y otros requisitos, ya que debemos
sensibilizarnos con el tema y sobre todo generar una conciencia de inclusión.
Desafortunadamente, no basta con tener sólo buenas intenciones, sino estudiar
los criterios de diseño, así como sus especificaciones. La accesibilidad es
imprescindible para el 10% de la población, necesaria para el 40% y cómoda para
el 100%. La idea de una ciudad accesible se refiere a un espacio en el que
todos podamos habitar, trabajar y descansar en igualdad de condiciones.
En
cuanto a la Ciudad de México, la ponente afirmo que no responde a un aprobado de
accesibilidad, ya que apenas se han ido mejorando paradas de autobús como una
forma de solución. Hablando del Centro Histórico, caso particular la calle
Madero, se ha convertido en los últimos años en una de las avenidas principales
de circulación peatonal y de consumo, sin embargo no es para todos, ya que para
la gente con alguna discapacidad está limitada por los deficientes y en algunos
casos inexistentes accesos. Y concluyó sobre la necesidad de reflexionar sobre
el tema de accesibilidad, ya que la trama urbana está regida por la sociedad y
la inclusión debe considerarse como parte integral de la misma.
“La ciudad blanca de Tel
Aviv Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO” por Andrea Marcovich
fue otra de las ponencias. Tel Aviv es
una ciudad ubicada en la costa del mediterráneo en Israel, se caracteriza por
su arquitectura funcionalista de vanguardia, diseñada por diversos arquitectos
europeos que estudiaron muchos de ellos en la Bauhaus durante la década de
1930. Al paso de los años algunas de estas obras se han transformado en
respuesta al clima, es decir, se asume que los preceptos de Le Corbusier como
las ventanas longitudinales, realmente no funcionan para dicha ubicación
geográfica. Por lo que ese tipo de soluciones poco a poco han agregado balcones
para lograr una mayor frescura en los espacios interiores.
A
su vez, después de la segunda guerra mundial, esta ciudad se vio afectada por
los inmigrantes dando paso a un enorme crecimiento de la población. Debido a
esto, su arquitectura entró en decadencia porque los habitantes ya no tenían
los recursos suficientes para dar el mantenimiento adecuado, además de ser
afectadas por la humedad de la zona. Más adelante, la nueva población no ha
podido tampoco vivir en estos espacios centrales debido al encarecimiento de
los predios como ha pasado en otras ciudades en el mundo. Así, inevitablemente
muchas de estas construcciones de aquella modernidad, se han demolido para dar
paso a edificios de mayor altura, en
busca de una mayor rentabilidad para el mercado inmobiliario.
En
respuesta de esta situación, la preocupación y la presión de muchos arquitectos por la preservación de este patrimonio,
provoca que en 2003 la UNESCO lo nombre como Patrimonio Cultural de la
Humanidad y genere los subsidios para su preservación. El problema es que la
población local, preferiría vivir en la zona centro, donde se ubica ese sector,
debido a que en las periferias no se tienen los servicios ni la infraestructura
necesaria, pero desafortunadamente no pueden costear el mantenimiento, lo que
genera un gran dilema. La reflexión final de la ponente resume varias de las inquietudes
de otros participantes del Coloquio, a través de las siguientes interrogantes:
“Si preservamos el patrimonio histórico, sin resolver las necesidades de la
población actual, ¿entonces qué procede hacer? ¿Hay que tirar los edificios históricos
y de valor patrimonial, y construir otros para poder cubrir las necesidades de
buena parte de la población?
Fotografía: Mikaela Burstow
La última ponencia a
comentar fue “Patrimonio Natural y Otredad” de Ricardo Pino. En este caso no fue sobre edificaciones, sino
acerca de la natura, como un bien patrimonial, ya que también es una necesidad
humana, recordando que la naturaleza provee de recursos y equilibrios
ambientales. El valor
patrimonial que le otorgamos tendría que venir de nosotros, aunque el ponente
se cuestionaba si la naturaleza tendría un valor por sí misma y no
necesariamente el que le demos nosotros. Los patrones estéticos así como los científicos, no deberían ser la pauta
para otorgar el derecho o no de conservar el patrimonio natural.
Como
conclusión de esta reseña del Coloquio, se abordaron distintos enfoques de lo
que se considera patrimonio, desde el momento en el que socialmente
no eran conscientes de que las edificaciones previas tuvieran algún valor, así
como las manifestaciones artísticas que se fueron produciendo a través de los
años, y que eventualmente fueran consideradas como patrimonio cultural. Se hizo
notar como barrios centrales al sufrir el proceso de gentrificación, están
expulsando a los pobladores originales, para que lleguen otros con mayor poder
adquisitivo. Para esto consideraría, que no hay que olvidar que el mercado
inmobiliario finalmente es un negocio que siempre busca ser rentable y da
respuesta a las necesidades de un sector de la sociedad. No obstante, las
intervenciones que han realizado a diversos inmuebles patrimoniales, no han
sido adecuadas, debido a que no existen análisis ni estudios previos a su
intervención, por lo que muchas de ellas tienen un impacto agresivo al
contexto.
Muchas miradas a una
problemática que merece atenderse, sin olvidar que el objetivo principal de los
profesionales y estudiosos del patrimonio, es dar una mejor calidad de vida a
las sociedades contemporáneas, integrando lo mejor posible las huellas de la
historia.
*Pasante
de arquitectura, UAM Xochimilco
Noviembre
2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario